El es mi Koreano

Capítulo 13

Emma 1 Shin 0

 

Me quedé dormida ¿cuándo pasó? A, sí, recuerdo que estuve llorando hasta que a mis ojos les ganó el cansancio.

Miré hacia mis costados y Shin no estaba, el cuarto estaba oscuro.

Odio la oscuridad, solo es buena para dormir.

Corrí como maratonista hasta el interruptor de la luz y una vez a salvo abrí la puerta.

—¿Shin? —susurré.

Tomé mi móvil que estaba en mi bolsillo y chequee la hora.

—Las dos de la madrugada —me sorprendí. ¿Qué estaba haciendo despierta a esa hora?

Llegué al comedor y lo vi durmiendo en el sillón.

Era tan lindo mientras dormía, parecía un idol del K-pop, con su piel tan blanca, sus perfectos ojos y sus carnosos labios...

Corrí a buscar una manta, ya que parecía tener frió.

Lo tapé con ella y me agaché a su lado.

—Gracias —susurré mientras sostenía con mi mano mi cabeza.

Creo que si no fuese porque él está aquí para mi hubiese vuelto a caer entre las telarañas de Alex, ese traidor sucio, bastardo, escoria, caca humana... Ya me calmo.

Sin pensar me acosté a su lado, esperando no caerme, me tapé con la manta que anteriormente traje y me dispuse a dormir.

Su cuerpo emanaba un calor tan bello, me sentía protegida y con una estufa al lado... también olía extremadamente bien.

¿Qué perfume usa? ¿Será Coreano? Qué dilema.

No podía dejar de verlo, su rostro era tan perfecto, sus largas pestañas, su pequeña y sexy nariz —suspiro interno— tan bello.

Él se movió y casi me tira del sillón, pero antes de que esa catástrofe sucediese él me abrazo, aun dormido... o eso parecía.

Me acurruque en su pecho y entre ese calor y ese aroma logré conciliar el sueño.

A la mañana siguiente

—¿¡Qué!? —gritó Shin

—¿Qué pasa? ¿Qué? —me sobresalte y caí del sillón.

—¿Qué hacías durmiendo aquí? —tapó con la manta su torso desnudo.

—hay, eso me dolió —me quejé.

—¿Estas bien? —me extendió su mano.

—Lo estaba —inflé mis mejillas molesta.

—¿Cómo llegaste aquí?—insistió con su pregunta.

—Me desperté sola en el cuarto y me da miedo, así que fui a buscarte y estabas aquí y como no quería volver a estar sola en el cuarto me quedé contigo.

Él se quedó pensativo.

—Está bien ya veremos como resolver este asunto del miedo —suspiró. —¿Desayunamos?.

—Sip

—¿Qué quieres desayunar? —preguntó mientras se colocaba una remera.

—¿Podemos desayunar fuera? —pregunté tímida.

—Claro, entonces vístete y nos vamos.

Ambos nos dirigimos al cuarto.

—No me sigas ¿Qué haces? —se quejó y me miró asustado.

—Voy a cambiarme —dije obvia.

—Yo también —miro hacia un costado.

—No voy a comerte, solo agarraré mi ropa eh iré al baño a cambiarme —aclaré.

—Oh —soltó el aire retenido

—Pero si quieres me cambio contigo —Me acerqué a él.

Abrió los ojos asombrado y tragó fuerte.

Acerqué mi oído a su pecho y pude escuchar perfectamente sus alocadas palpitaciones. 

Él se quedó tieso como un tronco.

—Dijiste que ibas a ayudarme a sacarme a Alex de la cabeza ¿Verdad?

Asintió.

—Las argentinas no somos como las coreanas, nosotras no somos tan recatadas, si queremos algo lo obtenemos en el momento que lo queremos —sonreí.

Me miró asustado.

—Solo tenelo en cuenta oppa —golpeé su pecho con mi mano 

Vi como sus mejillas se ruborizaban mientras entraba al cuarto, agarré mis ropas y me encaminé al baño.

—¿Quieres que haga una estatua de ti allí? ¿O piensas reaccionar y hacerte a un lado?

Sacudió su cabeza y silenciosamente entró al cuarto.

Emma 1 Shin 0.

Necesitaba cobrarlas, no todo el mundo me ve llorar y sale intacto de ello.

 



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Editado: 25.08.2020

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