Josh llega a su casa, nada más entrar, saluda a su mujer y a su no tan pequeño hijo Maik.
Maik tiene seis años, para él su padre es un héroe, pero Karen no le ve así, ella sabe lo que pretende su marido.
Pasada una semana, Nathan nota la mejora en su negocio, vuelve a tener buenos casos; de gran importancia.
El bufete poco a poco se está recuperando, para dentro de unos días le han invitado a una cena benéfica por los niños desfavorecidos y la mejora de su bufete. Ellos eran los invitados de honor.
Una noche, Nathan decide dar una vuelta por uno de sus locales y descubre a Josh en medio de un "negocio", entonces, decide plantarle cara, porque no le parece bien lo que Josh hace y le dice:
- ¿Estás seguro de lo que estas diciendo? - pregunta Josh.
- Si.
- Te arrepentirás. - dice levantándose de donde se encuentra, sale por la puerta y cierra dando un portazo.
Nathan cierra el local y conduce hasta su casa, aparca el coche cerca de la entrada, se baja y entra a la casa.
- Buenas noches cariño. ¿Qué tal el día en el trabajo?- pregunta Kissa acercándose a su marido, recoge su abrigo y el maletin colgandolos en la percha del perchero.
- Ha sido un día agotador como siempre, pero por ustedes no supone esfuerzo. Por cierto, el sábado que viene nos han invitado a una cena benéfica. ¿Te parece bien?, debo saberlo para confirmar la invitación o declinarla.
-Claro que si cariño, por ti lo que haga falta. -le contesta Kissa.
Josh se va enfadado a casa, entra y manda buscar a Dan, cuando lo ve le dice:
-Su hijo está con Ray jugando en el patio y su esposa en la cocina con Rosaura preparando la cena. ¿Quieres que le avise? - pregunta Dan.
-Si por favor.
Dan desaparece de la vista de Josh, al rato aparece Maik, Ray y Karen; se sientan en el gran salón. Josh le pregunta su día a su hijo y a su mujer, después se van a cenar al gran comedor de la enorme casa.
Durante la semana va muy tranquila, Dan informa a su jefe de cada paso que dan los Cavano.
Llega el sábado, Josh sabe de la cena benéfica a la que acudiría Nathan y su esposa Kissa. Esa mañana, la familia Cavano se ha despertado muy alegre. Pasan todo el día juntos, para las siete de la tarde Nathan y Kissa se están preparando para la cena.
Kira está con su madre en la habitación, Kissa está en su vestidor y Kira está sentada en la cama esperando a que salga del gran vestidor donde Kira se suele esconder cuando juega con Lena.
Kissa sale del vestidor y cuando Kira la ve le dice:
- Gracias pequeña pelirroja, eso es lo que pretendo, porque quiero sorprender a tu papá.
Cogen sus cosas, abren la puerta y salen de casa. Se montan en el coche y van de camino de la casa de Leonora madre de Kissa.
En la acera de enfrente de encuentra Dan y Marcus vigilando a la feliz familia.
Los Cavano llegan a la casa de Leonora, aparecen en la entrada, salen del coche y llaman a la puerta.
De ella aparece una mujer de unos sesenta y tres años de edad, al ver a la pequeña, la coge en sus brazos y le dice dándole un beso en la mejilla:
Josh se encuentra en la gran mansión, Maik y Ray están en la habitación del entrenamiento; donde luchan cuerpo a cuerpo o practican con arma.
A Karen no le hace gracia que su hijo se esté preparando para ser el mayor narcotraficante de la ciudad. Por el momento, Maik no sabe lo que hace porque es un niño, el cual tiene a su padre en un pedestal.
La cena benéfica es todo un éxito, después de los problemas que ha pasado el bufete, su recuperación ha sido casi un milagro por ese motivo se celebra la cena.