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Mi nombre es Maik, soy un chico de veintiún años, soy alto, atlético y robusto, ojos grises, pelo corto y pelo negro. Soy rebelde, serio, fuerte, valiente, reservado, frío, calculador y bastante mujeriego. Me dedico al boxeo ilegal y a las carreras clandestinas.
Ray es mi mejor amigo, tiene veintitrés años, alto y robusto, ojos azules, pelo corto y rubio. Es tierno, duro, cariñoso, protector y un poco mujeriego. También se dedica a las carreras clandestinas pero no al boxeo, no es de su agrado.
Ray y yo vivimos en un pequeño apartamento que alquilamos a Molly cuando escapamos de Josh y Dan.
Ray y yo nos conocimos en la banda cuando eramos pequeños; mi madre Karen no estaba de acuerdo de que trabaje con mi padre porque aun era muy joven.
Un día nos llevó a uno de sus "trabajos" y pidió a Ray que se quedará conmigo y desde entonces, hemos sido inseparables. Nos escapamos y decidimos dejar la banda, después del "accidente" de una pareja que volvia a casa. Atentaron contra aquella pareja porque eran bastante adinerados, con buena posición o eso es lo que dijo mi padre.
Después de ese fatídico día, Ray y yo nos marchamos tras descubrir que la pareja tenía una hija; lo supe al seguir de cerca a la policía. Al ver como la pobre anciana se derrumba con una pequeña en sus brazos, entonces, a raíz de eso decidimos mandarles dinero cada mes.
Ray sale del dormitorio y me da tiempo a arreglarme y asearme un poco. Mientras tanto, se prepera un tazón de leche con cereales de chocolate.
Díez minutos después, bajo preparado, cojo un vaso y lo lleno de café; me siento en la banca y me lo tomo en silencio.
Cuando acabamos los guardamos en el lava platos y cogemos las llaves de las motos y nos dirigimos al taller para poner a punto nuestras motos y reparamos los vehículos que nos traen.