Cédric
Mi primo y yo al llegar a la casa nos separamos, yo sigo aún demasiado confundido pensando en esa mujer y en ese niño, la idea de que ella haya conocido a mi hermano antes y de que ese niño sea parte de mi familia está en mi cabeza, además, no puedo negar el parecido físico, pero no, hasta donde me han dicho, Charles era muy responsable, el mejor de los dos, jamás tendría a escondidas un hijo sin que nadie supiera, Dios! Ya la cabeza me duele.
—¿Cédric? —me detengo antes de subir las escaleras, mi madre está sentada en su sillón, voy hacia ella y dejo un beso en su frente
—¿Papá ya llegó?
—Está en su despacho, ya sabes, haciendo cosas de políticos —ríe —y bueno, bastante ocupado con las joyerías, ¿no crees que es momento de que te hagas cargo?
—Mamá lo ayudo en todo lo que puedo, pero no quiero eso
—Por qué?
—Sabes la razón, eso era lo que quería mi hermano, heredar las joyerías y
—Cédric jamás debiste saber eso —resoplo, ella ríe —es broma, jamás te escondería algo sobre tu vida. Pero tu padre te necesita.
—Ya me encargo de la mayoría de los diseños mamá y le ayudo a cerrar muchos de los negocios, además creo que Sandra puede hacerse cargo.
—Solo lo dices porque estás en esa mediocre empresa de León —bufa, yo ruedo los ojos.
—No es mediocre mamá, es una inmobiliaria en crecimiento.
—Y no entiendo por qué prefieres trabajar para otro que ser el jefe —yo tampoco lo entiendo, pero simplemente intento ayudar a un amigo, algo que mamá jamás entenderá, León necesitaba socios y nadie quiso ayudarlo, solo yo propuse hacerlo y desde mi llegada ahí la empresa ha crecido.
—Mamá es lo que quiero hacer.
—Ya, y también querías de pequeño ser futbolista y mira —ella ríe, yo me quedo pensativo.
—¿Era bueno en el fútbol?
—Buenísimo, serías una estrella, pero tu papá creyó que era una pérdida de tiempo y por eso te mandó a estudiar al extranjero algo de verdad y yo también pensaba igual —sonrío pensando en el pequeño que vi horas antes, me acerco más a mi madre.
—¿Mamá sabes si Charles tenía alguna novia en secreto aparte de Victoria? —mi madre se tensa pero niega rápido.
—¿Por qué lo dices? ¿Has recordado algo?
—No, solo pregunto, sería feo eso, ya que él ahora está muerto, ya sabes.
—Hijo, tu hermano murió hace un año ya, pero no, no dejó a nadie, solo a la pobre Victoria, si recuerdas algo puedes decirme Cédric, te ayudaré en todo —mamá toma mis manos.
—Ya quisiera recordar, pero aún nada y siento que perdí algo importante madre.
—Normal, perdiste todos tus recuerdos.
—Ya, pero siento un vacío en el pecho como si necesitara recordar algo, algo muy importante para mí —ella se me queda viendo, luego sonríe.
—Ya recordarás Cédric, ten paciencia —asiento, aunque ya creo que nunca más volveré a tener mis recuerdos. —Ania estuvo llamando preocupada.
—A mí también, esa mujer es asfixiante.
—Te ama, deberías dar el paso de casarte —suelto una carcajada.
—Mamá
—No dije nada —expresa riendo para luego alejarse, de mi mente aún no sale esa chica y su hijo, pero los volveré a ver, claro que sí, ese pequeño tiene un futuro prometedor.
Llego a la inmobiliaria y todos me saludan felices de verme, yo voy directo a la oficina de León quien parece molesto y no deja de hacer llamadas, me recargo al marco de la puerta, al verme resopla.
—¿Podrías ayudarme y llevar estos papeles a los de contabilidad? —alzo una ceja.
—Amigo mío, no soy tu secretaria, ¿donde está esta por cierto?
—Enferma —grita casi arrancando sus cabellos —la desgraciada se tuvo que enfermar ahora Cédric, maldita sea!
—¿Qué tiene?
—¿Y yo qué voy a saber? —río un poco por su falta de empatía.
—León cálmate —camino hacia él —no es el fin del mundo.
—Claro que lo es.
—Solo debes contratar a alguien más y ya está.
—Sí, pero tengo mucho trabajo y no he tenido tiempo de revisar las solicitudes
—Lo haré por ti —él sonríe feliz, claro que eso es lo que quería.
—Me has ayudado mucho Cédric, me gusta este nuevo tú
—¿Nuevo yo? —levanta la mirada y me mira.
—No te ofendas, pero antes no te importaba nadie más que tú —él ríe, pero eso se queda grabado en mi mente, ¿tan mala persona era?, solo he escuchado cosas malas, orgulloso, mujeriego, insensible y fiestero y ahora esto, ningún adjetivo bueno y ahora es cuando me alegro de haber perdido mi vida anterior, soy alguien nuevo.
—Solo envíame esas solicitudes, las revisaré y escogeré a la mejor secretaria para ti, luego te prometo que iré a la reunión con esos futuros socios y cerraré un gran contrato para ti León —asiente feliz, pero ocupado así que solo camino hacia la salida, luego del accidente conocí a León, bueno, ya nos conocíamos pero nunca habíamos sido buenos amigos debido a que su familia es de clase media y mi familia veía mal los tratos con personas inferiores, ¡qué ridiculez! él al igual que yo había sufrido la pérdida de su hermano y no solo eso, había perdido todo su dinero, pero a pesar de todo, no parecía odiar la vida como yo lo hacía por la falta de mis recuerdos y siento que gracias a él es que soy mejor, además, es el único que ha intentado ayudarme a recuperar mis recuerdos aunque aun sin logros algunos, incluso me llevó con una psicóloga que hacía hipnosis, mala experiencia por cierto.
León me envía las solicitudes de trabajo, demasiados currículums que revisar, pero me pongo a ello, leo por encima y voy desechando algunos que sé que a León no le gustarán, solo que me detengo en uno que iba a eliminar, Eva Carson, su nombre llama mi atención sin entender por qué y al ver su foto lo comprendo, es la madre del pequeño, sonrío, necesita un trabajo y
—Esta —le digo a mi amigo dejando la hoja impresa del currículum de Eva sobre su mesa, este la toma en sus manos y niega.