Él es mi papá

Capítulo: 9

Cédric
Dejo de escuchar a mi primo cuando la veo a ella bajar de ese auto, el entrenador de los niños toma su mano y ambos comienzan a caminar hacia la entrada que es donde estoy, Eva evita mis ojos, yo aún puedo sentir la bofetada que me dio en la mejilla, la cual estuvo roja muchas horas, muerdo mi lengua para no decirle que está loca, la maldita llamó a la policía y dormí en una celda, fue una vergüenza, a mi madre casi le da un infarto y no pude evitar su regaño y si, fue muy malo para la imagen de mi padre que su hijo fuera arrestado por dañar el orden público y amenazar a una mujer, eso dijeron los malditos policías a los cuales demandaré.

—Señor Greyson —saluda el ridículo hombre sonriendo —¿cómo está? —desearía decirle que no le importa, pero hay periodistas por todos lados

—Hola —intento recordar su nombre pero es en vano

—Andrew qué tal? —miro a mi primo alzando una ceja, ¿lo conoce?

—Todo bien Artur, quiero presentarte a Eva, mi novia —esta sonríe, pero está pálida, no parece sentirse bien y eso me preocupa, Andrew y mi primo se dicen otras cosas, yo no escucho nada, los ojos de Eva me tienen hipnotizado y me jode mucho que esté agarrando la mano de ese inútil, solo soy consiente de cuando se despiden y entran al salón en donde hay muchos ricos presumiendo su dinero

—No seas tan maleducado Cédric —miro a Artur cuando habla —no finges ni un poco que te agrada

—Ni siquiera sé que hace es imbécil aquí

—¿En serio? —Artur me mira incrédulo —estás hablando así de Andrew —alzo una ceja —se nota que perdiste la memoria

—De qué hablas

—La familia de Andrew tiene la mejor empresa de telecomunicaciones del país, que digo del país —ríe —del mundo, nadan en dinero Cédric y son muy amigos de tu familia —tenso mi mandíbula, perfecto, es perfecto el idiota, pero nadie puede ser tan perfecto, maldita sea.

—Amor —sonrío al ver a Ania llegar, beso brevemente su boca y luego ambos tomados de la mano entramos al salón, la busco a ella con la mirada y al fin la encuentro lejos de los demás y sola, es el momento Cédric

—Iré al baño —le digo a Ania que ni atención me presta porque se larga a conversar con sus amigas, yo camino con lentitud hacia Eva que parece nerviosa y sigue pálida, aunque eso no es lo que estoy mirando, observo el vestido que trae, es precioso y se ajusta a su cuerpo demostrando lo perfecto que es.

—Me hiciste ayer pasar un mal rato —es lo que digo al llegar hasta ella, que deja de mirar a todos y me mira a mí

—Tú te lo buscaste

—Llamar a la policía fue exagerado Eva, yo solo quería

—No hablaremos más del tema Cédric —mira mis ojos —deja a mi hijo en paz, ni siquiera sé por qué lo buscas tanto

—Yo tampoco lo sé —sus ojos se abren un poco mirando algo a mi espalda, yo volteo a ver, pero no hay nada raro, veo que mis padres acaban de llegar y por eso todos fueron a su encuentro —Eva —vuelvo la mirada a ella, bueno, ella ya no está, comienzo a caminar, no me va a dejar hablando solo, ¿quién demonios se cree esta mujer? Nadie me deja con la palabra en la boca.

La encuentro en uno de los balcones mirando hacia fuera, diría que está respirando con dificultad y voy casi corriendo hacia ella

—¿Te sientes mal? —mis manos van a su cintura, sus ojos buscan los míos, solo debo bajar un poco más la cabeza y mis labios rozarían los suyos, me pregunto a qué sabrán, se ven deliciosos

—Si, solo —se calla sin dejar de mirar mis ojos, mi mirada va de sus labios a esos bonitos ojos que son muy expresivos

—Eva

—Suéltame —me empuja y me alejo, ella me da la espalda mirando hacia fuera, mi corazón aún está muy acelerado por haberla tocado, ¿qué me está pasando?

—Perdí la memoria hace un año —digo, no sé si ella lo sabe, pero igual le cuento —no recuerdo nada de mi vida anterior —se voltea a verme —lo que se es porque otros me lo han contado y a veces me alegro de haber perdido mis recuerdos porque antes no era una buena persona.

—¿Por qué me cuentas eso?

—Porque cuando tu hijo me gritó papá frente a todos me quedé helado como si antes hubiese escuchado esa palabra dirigida hacia mí, sentí muchas cosas —Eva me mira más que confundida y es normal —es por eso que quiero conocerlos más, yo

—No nos conocemos Cédric —dice rápido —no nos conocimos en el pasado y tampoco quiero conocerte ahora, si eso es lo que querías saber ya lo sabes, jamás nos habíamos visto —se da la vuelta y me deja solo en el balcón, ella vuelve a la fiesta, yo me quedo mirando las estrellas, no la conocía antes, pero porque algo dentro de mí me dice que sí? Por qué siento tantas cosas cuando está cerca, cuando la toco y Caleb, ¿por qué ese niño se parece tanto a mi familia? Hay que estar ciego para no darse cuenta de ello.

★★★
Eva
Me alejo de Cédric y busco con la mirada a Andrew, al cual veo entrando al salón, no sé donde estaba, pero de donde mismo salió sale Cinthya detrás de él, Andrew ya no parece estar tan feliz y camina hacia mí, mi mirada se cruza con la de esa mujer que también parece enfadada, no entiendo nada, ¿estaban juntos?

—Te buscaba —dice Andrew tomando mis manos

—Salí a uno de los balcones en busca de aire y tú? ¿Qué hacías con Cinthya? —no soy de las que se va por las ramas y suelto la pregunta

—Nada —sonríe algo nervioso —coincidimos en el mismo lugar y hablamos sobre negocios, nada importante, su familia y la mía hacen muchos negocios juntos y bueno, siempre nos hemos llevado bien —asiento mirando sus ojos y algo me dice que eso no es todo —vamos, mi familia quiere verte —ahora soy yo quien se pone nerviosa, ya los conozco, hablé con ellos una vez y aunque parecen personas amables, los nervios me atacan

—Mamá, papá —ambos voltean cuando Andrew habla, su madre sonríe al verme y no parece una sonrisa fingida

—Oh Eva —deja un beso en mi mejilla —Pero que preciosa estás



#570 en Novela romántica
#178 en Otros

En el texto hay: familia, niños, amor

Editado: 07.02.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.