Era tarde y su hija aún no llegaba.
Grimshaw tenía un mal presentimiento que no dejaba de dar vueltas en su mente, al igual que un espiral infinito.
Ella estaba tardando mucho en volver a casa, cuando siempre era puntual.
Miraba el reloj con tanta intensidad como si lo quisiera perforar con los ojos para obligarlo a hacer retroceder sus manecillas e impedir que su hija saliera a trabajar ese día.
Con los dedos temblorosos, giró el disco rotatorio del teléfono vertical y esperó que la operadora de la centralita redirigiera su llamada a la casa de la empleadora de su hija.
Grimshaw le preguntó a la señora por su hija. Ella, sorprendida, le respondió que Shakuntala había terminado su jornada de trabajo hacía tres horas antes de que le llamara e incluso le había empacado unos zongzi para que comiera en el camino.
—Ella llegará a casa pronto, señor. Quizás pasó a comprar algo en una tienda o en la botica antes de llegar a casa; usted sabe cómo es de diligente esa muchacha.
No podía escuchar más, agradeció rápidamente y colgó.
Respirar se volvía cada vez más difícil.
Debió de haberse mudado a un lugar mejor que Bethnal Green desde hace mucho tiempo, en el East End, aunque la gente buena se esforzaba por sobrevivir nada parecía cambiar era un lugar plagado de crímenes que no dejaban de ocurrir todos los días.
Necesitaba hacer algo antes de que fuese demasiado tarde, y tomó su abrigo del perchero junto con su billetera.
No importaba que fuera a reportar la desaparición de su hija con la policía, era imprescindible contratar a un investigador privado de ser necesario y también que el buscará pistas sobre ella.
Al salir notó un extraño trozo de papel amarillento sobre el buzón, y al tomarlo entre sus manos se percató de que era una tarjeta postal de Halloween titulada "La hora de las brujas", y representaba a las mismas con cabeza de calabaza y reunidas en aquelarre bailando tadas de la mano formando un círculo alrededor de una pira mientras una luna antropomórfica las miraba desde el cielo.. Leyó rápidamente, reprendiendo a sí mismo por perder el tiempo en cosas tan triviales.
Casi aquel texto estaba formado de palabras recortadas de periódicos y revistas, a excepción de la primera frase escrita con una letra desprolija y angulosa.
De tu amigo secreto:
Si valoras tu vida y cordura, deberás olvidarte de aquella a la que llamas hija.
Ella estará mejor conmigo, nos estamos divirtiendo mucho.."
Grimshaw vio rojo y arrugó el papel en sus manos con ganas de arrojarlo para después romperlo en pedazos, pero se contuvo sabiendo que era evidencia importante.
Del sobre cayeron varias fotografías que mostraban fotos de Shakuntala caminando a lo lejos en diferentes días. Hasta llegar a una foto final donde estaba sentada en una silla, pero su rostro estaba rayado con tinta.
Quien la había secuestrado la había estado siguiendo desde hace varios meses..
Al reverso de la fotografía, encontró un extraño acertijo escrito con sepia:
Extraños frutos de sangre se balancean en el viento, como un cuerpo colgado.
La vida y la muerte florecen en el mismo lugar.
Debajo de mí, un hombre de oración repite una letanía durante siete noches y un día.
Entre las ramas, un cuervo me mira fijamente durante largo rato con sus ojos prístinos, pero me abandona de nuevo, como todos los espíritus vivientes..
Innumerables personas me siguen en busca de la cura o la fatalidad.
¿Quién soy?
¿Quién se había atrevido a hacerlo?
El miedo que sentía se transformó rápidamente en una furia ciega.