Tesso se acercó a mí para atraparme. No iba a dejar que me tocara, así que evité ser atrapado por sus manos y le golpeé en el pecho. Pude ver en su rostro una expresión de sorpresa. Sorpresa porque el golpe que le di le dolió. Aunque se que no es la mejor forma de pelear, yo estaba enfurecido. Así que empecé a pelear con todo de una vez. Tesso intentaba golpearme con sus palmas y tratar de agarrarme para poder derribarme. Pero yo esquivaba sus ataques y sus agarres y le respondia con golpes y patadas a la cara. De hecho, una vez le di un gran golpe en la cara que lo hice retroceder, empecé a patearlo con una sucesión de Ura Geri. Le di al menos 5 veces hasta que lo derribé. Todos aplaudieron en ese momento y gritaron de emoción, mientras que el estaba ahí en el suelo, sorprendido por lo que había hecho. Entonces se levantó, con una mirada mas seria que antes. Lanzó sus manos hacia mí, defendí su agarre y ataque a la cara. Sin embargo, el fue mucho mas veloz que yo y logró sujetar mi mano.
-¡Seoi Nage! –montó mi brazo en su hombro y me proyecto sobre hasta hacerme caer al suelo. Cai sobre mi espalda, fue un golpe duro. En ese instante, el levantó su pie, pues tenia toda la intención de pisar mi cabeza.
Rodé hacia un lado, salvándome por unos milisegundos de ser aplastado. Entonces me levanté. En cuanto nos fuimos acercando, hice un amague con el puño y al haberlo hecho caer, le ataque con mi combinación "Mae Yoko Ura Geri". El me miraba con sorpresa. Intentaba agarrarme pero yo me le alejaba. Entonces cuando se volvió a acercar a mi, corrí y rode por debajo de el (recuerden que es mucho ma alto que yo) y ya detrás de el, le di una gran patada en la espalda que sonó como una explosión.
-¡Dah! Idiota... -el volteo y se sobaba la espalda del dolor.
-¡Hmph! –Yo permanecía en guardia lejos de él. Entonces vi que el no se movía. Decidí atacarlo. -¡Kiaa! –usé una Mawashi Geri.
-¡Hia! –tomó mi pie con ambas manos y sujetándolo, me haló y empezó a darme vueltas como si fuese un juguete. Al final, terminó arrojándome contra la pared del pozo. Y el impacto para mi fue fuerte.
Corriendo hacía mi, venia con toda la intención de aplastarme la cabeza con sus palmas contra la pared. Solo bastó con mover mi cabeza a la derecha para evitar el ataque, pero aun lo tenía muy cerca. Usé un Ura Tzuki y le dí en el estomago. Con otros golpes mas le di en la cara, a la vez que movía mi cabeza de lado a lado para que no me lastimara. Para salir de la situación, corrí contra el y empecé a empujarlo hacia delante. Cuando medio perdió el equilibrio, di un salto para que mi pie llegara a su cara y le di con una Mawashi Geri en toda la parte izquierda de su cara. Ante tal potencia del ataque, cayó al suelo de nuevo.
-No puede ser... -decía mientras se sobaba la cara. –No puede ser... ¡No puede ser! ¿Cómo golpeas tan fuerte?
-Entrené. Nunca peleo sin entrenar antes. –me puse en guardia.
-Yo no entrené. Pero sigo siendo el más fuerte. –se levantó y se puso en guardia.
Corrí para atacarlo con mis puños. Pero el se me adelantó y me barrio.
-¡Tai Otoshi! –se puso de espaldas hacia mi y tomando mi puño derecho y sujetándome del Karate Gi, me proyectó al suelo. La caída fue muy dura. –Te romperé el brazo tal cual se lo hice a tu amigo. ¡Te lo romperé!
-¡Cuidado Byakko! –es fue el grito de Janet. Ya que sin darme cuenta, Tesso tomó mi brazo y empezó a empujarlo hacia delante para romperlo. Como una palanca de una maquina, intentaba forzar mi brazo y lesionarme.
-¿Qué? ¡No! ¡Suelta mi brazo!
-¡No te soltaré! –decía Tesso mientras reía.
-¡Gaaaah! ¡Dejaaaa! ¡Aaaaaah! –el dolor era indescriptible. Aun no me lo rompía pero pronto podría hacerlo.
En medio de la agonía, recordé las palabras del Sensei Hiro. "Los Salmones son peces que para poder llegar a su destino, deben nadar contra la corriente y en ocasiones subir cascadas. Un pez normal no puede subir cascadas, pero ellos lo logran con mucho esfuerzo. Sin duda, la fuerza de los salmones es admirable, ya que ellos no se rinden hasta que no suben la cascada. En las peleas, habrá momentos en el que te sientas atrapado. Pero en esos momentos solo te quedan dos opciones, dejarte llevar por la corriente y morir, o ser como el salmón e ir contra la corriente."
-Ir contra la corriente... mmm... -decía yo pensando en medio del momento.
-¿De que hablas idiota? ¡Te voy a romper el brazo! ¡Haa! –flexionó con mas fuerza.
-¡Ugh! ¡Daah! No... ¡No! ¡No romperás mi brazo! –entonces empecé a aplicar mucha fuerza en mi brazo derecho. Tanta fuerza como para evitar que pudiera romperlo.
-¿Qué esta haciendo? –preguntaba Ronnie desde arriba.
-¡No lo sé! ¿Cómo podría saberlo? –le respondió Janet.