El estaba ahí. O mas bien, yo pensaba que estaba ahí.
Toque dos veces la puerta de la casa de Charles.
Yo habia arruinado las cosas entre los dos, yo remendaria nuestra amistad.
Repase mis lineas en mi cabeza y respire profundo para volver a tocar.
Fue hasta 15 minutos despues que su mamá abrio la puerta. Me vio de pies a cabeza y se detuvo en mis ojos.
"¿Devin, Que haces aquí?" me cuestiono con una extrañeza genuina en su rostro.
"Hoy era... Amm... Charlie no asistió a mi cumpleaños." su madre cambio su expresión a una mas tranquila, pero aun tenia algo raro en su actitud.
"Pasa" dijo movindose de la puerta para dejarme el paso libre. "Pense que estabas enterado" y me miro de reojo.
Mientras caminaba dejando a mis espaldas la puerta sin dirigirme a ningun lugar concreto mi mirada se topo con el padre de charlie. Llevaba una gruesa chamarra y una bolsa con cobijas. Se veia como un esquimal en el caluroso desierto.
"Ya me voy, amor" le dio un beso a la madre de charles y salio de la casa.
Y no pude evitar preguntarme un ¿por que llevava tantas provisiones invernales? Pero su madre me respondio antes de cuestionarla, como si leyera mis pensamientos.
"Las noches en el hospital son demasiado frías" me dio a entender que mi amigo pasaria una mala noche. Sonrisas me ladró, como para indicarme algo.
"¿En donde esta?"
"En el hospital central" abrió la puerta y me cedió el paso. "¡Ah!" exclamó llamando mi atención "Y no se permiten perros..."