Él estaba ahí. Recostado en aquella camilla de la blanca habitación.
Alcancé en la carretera al padre de Charles. Le explique mi poco conocimiento respecto a lo que sucedía y despues prometió llevarme con él.
Entré al hospital sin entender muy bien todo lo que pasaba. Si me hubiesen preguntado hoy que cual lugar seria el último en visitar este dia, seguramente respondería que el hospital.
Pero ahora todo era posible.
Y lo vi. Lo vi ahí, sobre la camilla, con sus muñecas llenas de cables, suero y demas de cosas que no sabia que eran.
Parecia una marioneta con todas esas cosas colgando de sus extremidades.
Y esos ojos sin vida. Esaboca sin su sonrisa.
Y me sentía culpable, por no escucharlo cuando pude, por no apoyarlo cuando debí hacerlo.
"Vas a estar bien" dije por instinto, aun cuando no sabia que tan real era. "¿Que sucede?" mire a su padre buscando una respuesta "¡¿Alguien puede decirme que demonios sucede aquí?!"
Su padre me alejó de la camilla. Debo decir que yo hubiese hecho lo mismo conmigo si fuese alguien mas.
Pero no podia controlarme.
Y lloré. Lloré como aquella vez en la que Charles me ayudo a levantarme al caerme de la bici. Y me di cuenta de que si, sonrisas siempre estaba ahí, pero tambien él.
Él estaba ahí.
Y nunca lo noté.
"¿Es usted Devin D.?" una enfermera me ayudo a levantarme de suelo. Y no tenia ni la menor idea de como habia llegado allí.
"Sí" respondí.
"El señor Charles quiere verlo"
Entre de nuevo a la habitación un poco mas calmado, pero no lo suficiente todavía.
Su padre salio y cerro la puerta dejandonos solos y en silencio.
Podria ser un silencio total a exepcion del pitido de la maquina que monitoreaba el pulso y respiracion de mi amigo.
"Fue mi culpa" comencé. "Yo solo..."
"Calla, Dev" interrumpió. "No sirve de nada culparte" tosió "culparte de algo irrelevante. Yo siempre estuve enfermo, pero no te lo confesé. Te veias muy feliz con sonrisas como para interponerme en tus momentos de felicidad. Intente decírtelo. Pero si lo hubiese hecho, habrias cancelado todo por mí.... Por que yo haria lo mismo por tí"
"Y lo hiciste" dije. Y esas palabras fueron las que derramaron mis lagrimas.
"Aquel dia, en tu cumpleaños. Lo intenté. Pero era la cita mensual de sonrisas. Ese dia fui a una cita con el doctor y me dijo que tenia poco tiempo. Despues, la noche cuando me llamaste. Corrí para salvar a sonrisas, mis pulmones se arruinaron. Y cuando te lleve tu regalo..." dijo señalando la caja que estaba en una pequeña mesita "quise decirtelo. Pero no me dejaste"
Nos quedamos callados.
De nuevo un silencio total a excepción del pitido.
Y reze por que ese pitido jamas se detuviera.
"Acabaron las visitas" dijo la enfermera al entrar a la habitación. "Debe irse, señor Devin". Asentí y me acerque a Charles. Tome la caja de la mesita y me despedí.
"Siempre habra mas sudaderas" me susurro. Y hasta ese momento entendí que no era la sudadera, si no la proteccion que me brindaba cada año.
"Y es verde limón" ambos reimos cuando saque la sudadera de la caja.
Sali del hospital para regresar a mi casa. Sonrisas me esperaba sentado en la acera junto al poste donde lo sujete.
Lo solte y echamos a andar a la casa.
Mi mal dia se convirtió en uno brillante cuando vi a Charles por ultima vez.