El estilo de Amy

Capítulo 5

Me quedo inmóvil, tan inmóvil como un animal disecado.

No es que me de miedo estar encerrada en un ascensor  pero he visto muchas películas de terror en las que pasan cosas malas cuando te quedas atrapado, como por ejemplo: morir. 

Y yo no quiero morir con Taehyung al lado. 

Saco mi celular y lo alzo para ver si entra la señal. —¿Por qué nunca hay señal en un ascensor?— pregunto a la nada. Los últimos mensajes que tengo son de Jaime y Celeste que iban a almorzar.

—La sobrecubierta del ascensor bloquea cualquier señal que quiera pasar porque hay una campo eléctrico nulo.— se encoge de hombros como si fuera obvio. La molestia es clara en su rostro, se quita el saco y lo miro incrédula.

—¿Qué estás haciendo?

—Si no vienen rápido por nosotros estaremos hechos agua y con un severo problema de sudoración.

Y es ahí donde me doy cuenta que estoy sudando.—Pero si es invierno.—señalo mi abrigador vestuario.

—No en este ascensor, ahora estaremos en el Sahara, brillos así que ponte cómoda.—posa su vista en mi suéter súper gruesa pero debajo de ella solo llevo un polo de tirantes. Me siento en el piso del ascensor resignada y empiezo a echarme aire con la mano.

Pasan solo diez minutos y yo estoy a punto de desmayarme por el calor. Me saco la chompa sin importarme mucho el pudor. Taehyung sigue mis movimientos y sonríe con picardía.

—Eso si que no me lo esperaba.—observa mi las tiras de mi brallet de encaje pero siento que estoy a punto de deshacerme y ser agua. Habla en coreano y se ríe.

Ah, como odio que mi madre no me haya metido a clases de coreano cuando me metió a miles de otros idiomas.

—¿Qué te imaginabas, que usaba ropa con diseño de Mickey Mouse? Quizá el calor infernal te está haciendo perder el cerebro o bueno, lo que quedaba.

—En realidad tu eres más estilo Frozen.— responde burlonamente, estira sus pies y se quita la camisa. 

Aclaro mi garganta y esta vez no bajo la mirada al sudoroso pero ardiente abdomen...—Y tu eres más estilo Sherk.

—Y tu eres del tamaño de la galleta de jengibre pero con más brillos y rubio.

Quizá deba de darle una lección para que deje de meterse con mi estatura. Quizá es eso lo que me impulsa a hacer lo que hago. Pero solo quizá deseo provocarlo. Me acerco gateando hasta a él y se pone serio viendo todos mis movimientos. No me quita la mirada de encima y yo tampoco, agradezco a mi madre por haberme enseñado esa  mirada que según ella ningún hombre diría que no a todos sus deseos.

—Quizá tú tengas algo más pequeño.— miro a su regazo y le doy una palmadita en su mejilla y me miró con furia.

Lo siguiente que supe es que me había agarrado de la cintura y me había puesto encima de su regazo. Puse mis manos en su pecho desnudo y contuve el aliento. No se suponía que él me tocara. ¿Y ahora qué hago? 

—¿Acaso es una indirecta para demostrarte que eres una mentirosa, brillos?

Entreabro mis labios y no me muevo. Gracias al que está arriba, el elevador se mueve, las puertas se abren en un milisegundo y yo aun sigo encima de Taehyung y muy ligeros de ropa. 

Jin y Jungkook estaban frente a nosotros con una cara de sorpresa que hizo que dejara de respirar y levantarme rápidamente. Tomo mi suéter y lo pongo contra mi pecho. Miro a Taehyung, lleva una gran sonrisa y recoge con lentitud su ropa.

—No es lo que parece.—hablo bajito pero sé que me escuchan. Jin me mira y no sé si lo que veo en sus ojos es decepción o algo más. Jungkook está mas rojo que yo cuando me mira.

—Es muy difícil no deducirlo, Amy.— responde Jin.

—Es todo lo contrario Jin, ahora si me disculpan voy a descansar.—Taehyung sale como si nada y presiono mi suéter más fuerte contra mi, consternada por todo lo que ha pasado.

Me salió el tiro por la culata. No quiero que tengan esta imagen de mi.—En serio, no es lo que parece. No sé muy bien como explicarlo pero—

—Tranquila, no tienes que explicar nada.— me interrumpe Jungkook. Su mirada sigue en el piso y no puedo evitar recordar lo que dijo Mandy sobre él.

Tímido.

Asiento y salgo del ascensor a pasos rápido sin voltear.

(...)

—Así que tu día ha sido peor que el mío, interesante.—digo comiéndome una barrita de cereal mientras observo mis cartas. Celeste suspira dramáticamente y Jaime está sacando una foto de nuestro juego para su instagram.

—Caerte encima de tu jefa no es una forma bonita de caerle en gracia.—responde.

—Literalmente le caíste y no en gracia.— se burla Jaime, tira una carta y tomo una del montón.—Como soy el único que no es un recién llegado como ustedes les daré unos cuantos consejos.

—Ilumínanos.— respondo aunque apuesto que de esos consejos no he cumplido ninguno hoy día.

—Primero lo primero, no se caigan encima de sus jefes.— Celeste deja caer su cabeza sobre la mesa. Pobre. Le doy unas palmaditas en su espalda.— Segundo, no se involucren demasiado con los artistas, lo digo por experiencia.— suspira.— Recuerdo en el lío que se metió un compañero por salir con una guapa actriz.

—¿Lo despidieron?— respondo un tanto asustada. No es yo vaya a involucrarme con alguien de ahí pero con lo que pasó hoy día creo que ya di esa impresión. Aun sigo sintiendo las manos de Taehyung en mi cintura y estar sobre él...

Stop.

—Lo devolvieron a su país natal.

¡Ay no!

—¿Ustedes creen que me despida?—habla Celeste. Por un momento me pierdo en su mirada, si que tiene unos ojos hermosos.—Fue todo de casualidad y ni siquiera peso mucho...

—Así que ustedes son las nuevas.— la voz retumba por toda la sala. Volteo a ver y mi boca se abre en un gesto de sorpresa.

No. Puede. Ser.

Me da una sonrisa maliciosa.—Pero que sorpresa.

Jaime aclara su garganta y se para.— Yang Mi, ellas son Amy y Celeste nuestras nuevas compañeras. Espero que seas amable con ellas.—hay un tono en su voz como el que usan mis padres cuando quieren imponer respeto pero al parecer a Yang Mi le importa un bledo y me sigue observando.



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En el texto hay: bts, fanficbts, enemies to lovers

Editado: 09.07.2022

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