Cuando Taehyung me envió todos los detalles para esta noche no me pare a preguntar como es que tenía mi número.
La cosa es que lo tenía y no sé si me gustaba o no la idea que lo tenga.
Anyway.
—Sigo sin poder creer que iremos a la casa-mansión de Taehyung.—Celeste da un gritito de emoción, lleva unos jeans anchos y top celeste. Creo que ya todos sabemos que tiene una pequeñísima obsesión con ese color. Guarda sus cosas en una mochila grande, al igual que yo llevamos todo lo que necesitamos usar y hasta más.
Ya saben, mujer precavida vale por dos.
—Estuve todo el día trabajando en esto en secreto.— mi amiga va hacia su escritorio donde había una caja.y saca la máscara más hermosa que he visto en mi vida.
Es una máscara, o bueno la mitad de la máscara donde uno puede ver la otra mitad del rostro. Está decorada en tonos dorados y un morado opaco. Todo el alrededor lleva un detalle sobresaliente de color dorado en unas suaves ondas hacen de la máscara espectacular. Y las piedritas alineadas también cerca del borde lo hacen ver brillante y hermoso.
—¿Qué te parece?—pregunta Celeste como si fuera a decirle algo malo. La miro con la boca abierta y señalo mi rostro.
—Esta soy yo cuando me quedo perpleja.—tomo la máscara entre mis manos.—¡Es hermoso!—me volteo hacia ella y se lo entrego. No les pasa que cuando tienen algo hermoso sienten que lo van a dañar, en casa todo costaba una fortuna y si hacia algo, como pongamos, ensuciarlo, era un castigo definitivo, y si era romperlo pues yo de esta vida no salía viva.—Como es qué lo hiciste en tan poco tiempo.
—Mi madre hacia disfraces completos, cuando había carnavales ayudaba con las máscara.—cuenta alegremente.—En Irlanda aun creen es muchos dioses o por lo menos en mi pueblo lo hacían, habían máscaras realmente hermosas pero habían otras que no te dejarían dormir por un mes entero.
—Debió ser lindo participar en esos carnavales.—doy un suspiro de ensueño.
—¿Quisieras verlos? Justo hay uno a finales de año y es uno de mis favoritos. Es el carnaval donde se supone que atraemos la buena suerte.—se ríe.—Somos muy supersticiosos con esas cosas.
Lo pienso, estamos en septiembre y un viaje Irlanda suena... interesante.
—Te tomo la palabra de ese viaje.—agarro las últimas brochas y las guardo en mi mochila cuando la puerta se abre.
Yoong Mi.
—El portero no deja de insistir que hay una camioneta esperabdo por ti.— me habla impaciente. Observa nuestras mochilas y arquea una ceja.—Esperaba que se fueran pero no tan pronto.
Una sonrisa malvada como Ursula se le forma en el rostro.
¡Dios! siento que estoy mirando a mi madre.
Me acerco hasta la puerta donde está parada.—Entonces te estás llevando una gran sorpresa porque no nos iremos.—le sonrío angelicalmente.—Gracias por el aviso, arrivederci.
Cierro la puerta de un golpe.
—¡Taehyung ha enviado una camioneta para nosotras!— el chillido de Celeste es gracioso pero me acercó rápidamente.
—¡Shhh! Yoong Mi puede estar escuchando tras la puerta y si se entera que vamos a la casa de Taehyung quizá nos siga, recuerda que ellos tuvieron un....— me interrumpo sin saber que decir.
El recuerdo de su beso escandaloso me perturba.
—Un "ups"
Asiento.—Si, creo que si aunque no los haya visto de nuevo cometiendo otra vez ese ups no significa que no lo hagan.
—No la culpo.—Celeste agarra la caja con la máscara y agarra su mochila.—Taehyung es realmente hermoso y esa vibra de chico misterioso lo hace más atrayente.
—No te contradigo.— suelto una risita. Salimos por la sala de estar, no hay señales de Yoong Mi ni de Jaime, quien tenía trabajo en la central.—Pero, en realidad tiene toda la vibra de Sherk.
Cuando vemos la camioneta temo por los ojos saltones de Celeste aunque yo también estoy con la boca abierta. No es una simple camioneta.
Es la camioneta más lujosa y grande a la que me subiré en mi vida y Celeste piensa lo mismo.
Se ríe y me mira como si supiera algo que no sé.
—Parece que alguien quiere impresionarte, Amy.
Si, claro.
(...)
Yo he visto muchas mansiones en lo largo de mi corta vida pero la mansión de Taehyung es mil veces más magnífica. Las inmensas rejas se abren y el auto se adentra en la propiedad. Son las cinco de la tarde y según las indicaciones que me envió Taehyung el gran evento comienza a las ocho, así que no me sorprendo cuando aun veo a muchísima gente yendo por todos lados.
—¿Acaso esas son antorchas?—chilla Celeste a mi lado mientras bajamos de la camioneta. El chófer nos ayuda a bajar nuestras cosas y nos guía por el sendero hasta la gran puerta, porque si, todo en este lugar es enorme y lujoso.
—Señoritas, la joven Kim las espera en su recámara.—un hombre aparece cuando abre la puerta, es un adorable mayordomo con los ojos achinados y una sonrisa que me recuerda a mi abuelo, es de baja estatura y no quita la sonrisa cuando le pide al chófer que suba nuestras cosas.—Siganme por favor.
—Ni lo toda la fortuna de Irlanda puede comprar esta belleza de casa.
—¿Casa?—me burlo.—Estoy segura que el baño es más grande que mi departamento en casa y el jardín.—señalo hacia atrás.— es más grande que nuestro departamento.
El mayordomo toca la puerta y sale la hermana de Taehyung.
Ante nosotras aparece una de las chicas más lindas que he visto desde que llegué a Corea. Quizá tenía que verlo venir porque su hermano es uno de los hombres más codiciados del mundo y no solo por su talento sino por su belleza.
Imágenes de un sueño que tuve el día de ayer me asaltan de sobremanera. Siento mis mejillas arder porque el sueño fue algo no tan inocente y sé que fue un sueño pero aun asi siento que me moriría si veo al protagonista de ello. ¿Será que lo veré antes de irme?
Una gran sonrisa se dibuja en el rostro de la chica que no debe ser mayor que yo. Lleva una bata de seda roja que le llega hasta la rodilla haciendo que la palidez de su piel resalte más. Tiene el cabello tan lacio que estoy segura que si paso mis dedos no se enredarán muy contrario a su hermano que tiene pequeñas ondulaciones.—Gracias al cielo aceptaron venir. Sé que la fiesta será un éxito con ustedes aquí presente.