Capítulo 15

Estoy dentro de una de las más lujosas y caras habitaciones del hotel de todo Corea. Debería estar pendiente de todos los detalles que hay, como el candelabro mas hermosa y gigante que he visto en mi vida o como los ventanales que abarcan toda una pared pero, tristemente mi mente solo puede concentrarse en la inmensa cama que hay.

Sin embargo, como Dios parece cuidar de mi luego de haberlo mencionado incontables veces desde que conocí a  Taehyung, la habitación tiene una sala de estar, porque ¡Oye! Esto es como un departamento.

Taehyung se pone frente a mi y sus ojos tiene un brillo muy particular, uno que me hace rememorar nuestro beso. Mis mejillas se sonrojan y Taehyung solo retrocede hasta la cama mientras me sigue mirando.

Antes que caiga sentado lo detengo.

—¡Quieto!

—¿Ah?

Si, bueno ¿y ahora? miro hacia la puerta continúa a la habitación.—Prefiero hacerlo en la otra habitación, donde está la mesa.

Me voy antes de que responda y me sigue.—Sabes brillos, hay algo en lo que no he podido dejar de pensar.

Se sienta en la gran silla, todo relajado.

—¿Y qué es?—intento que mi voz salga desinteresada mientras ordeno el maquillaje.

—Creo que es de la mejores cosas que he podido experimentar.—me volteo a verlo. Tiene los brazos flexionado detrás de su cabeza, ha cerrado los ojos mientras se muerde el labio.

La luz del día entra por el gran ventanal y le da en la mitad del rostro. Un suspiro se escapa de mi. Taehyung es muy atractivo y yo no puedo evitar repasar sus facciones y me detengo en sus labios.

En un santiamén abre sus ojos y quito mi mirada de ahí.

—Y tú eres la única que puede volverlo hacer.

—¿Yo?...no ¿Qué?—balbuceo.

Se acerca con seguridad hacia mi y creo que va a besarme, entreabro mis labios en expectación.

Coloca una mano detrás mi respaldo.—Si, tú brillos, es más creo que lo puedes hacer ahora mismo.

Y todo ese revoloteo en mi estómago muere cuando me enseña la tinta de labios que sostiene frente a mi.

—Me encanta el olor que tiene al igual su sabor.

No se me escapa la sonrisa burlona que tiene. Aprieto los labios porque mi cerebro esta procesando el jueguito de Taehyung. Genial, ahora he quedado como una tonta ilusa.

¿Lo del beso ha afectado a Taehyung como a mi?

Pues creo que no.

Solo han pasado dos semanas y media y no puede ser que yo...

—Entonces estás de suerte.—respondo. Me apresuro a quitarle el potecito sin rozarle y me pongo manos a la obra.

Siento la mirada de Taehyung cuando me volteo a agarras una brocha.

Minutos después, solo me falta darle un poco de color a sus labios con la tan anhelada tinta de labios aunque no parece necesitarlo. En realidad, con o sin maquillaje sigue luciendo demasiado bien.

Me inclino hacia él para aplicar la tinta y a pesar de estar concentrada en hacerlo y que de hecho es algo muy fácil, nunca me había sentido tan nerviosa por la mirada de alguien ni siquiera con mi ex novio pero con Taehyung siento mi cuerpo electrificarse cada que nos vemos.

No sé si es algo bueno o malo.

—En realidad.—Taehyung detiene mi mano.—Lo que no he podido sacar de mi cabeza fue...

—¡Hola chicos!—J-Hope entra, sobresaltada tiro la tinta de labios en la muy carísima alfombra blanca. El otro integrante de BTS entra a la habitación con confianza.—Mandy me dijo que Amy podía maquillarme.—me mira y me da una dulce sonrisa.—¿Podrías?

—Yo...si claro.—respondo aturdida por:

1. La gran entrada de J-Hope.

2. Lo que me iba a decir Taehyung.

Lo que no he podido sacar de mi cabeza fue...

¿Fue qué?

Taehyung entrecierra sus ojos y hace un chasquido con la lengua. Volteo a ver J-Hope y parece uno de esos dibujitos sonrientes. Este chico no deja de sonreír ni por un segundo.

—¿Qué haces acá?—Taehyung pregunta.

J-Hope lo mira con obviedad.—Creo que ya lo dije, necesito la magia de Amy en mi cara.—se acerca al chico que ha vuelto a tener ese ceño fruncido que hace segundos no estaba.—Además, sus manos siempre me hacen dormir y necesito descansar mis ojitos unos cuantos minutos, esos flashes me van a matar un día.—se estira y le da un pequeño zape en la espalda a Taehyung.—Sal es mi turno.

—Búscate tu asiento.

J-Hope no parece incómodo o molesto por esa contestación es más, sonríe muchísimo más.—Interesante.—observa a nuestro alrededor.—entonces en la habitación, podría descansar muy a gusto ahí, vamos mi linda Amy. También puedes dormir conmigo.—alza y baja sus cejas exageradamente.

Me río y estira su mano, voy a tomarla pero Taehyung le pega un manotazo.

—¡Salvaje!—J-Hope soba su mano y fulmina a su amigo que lo mira con cara de: eres un exagerado, se para y lo hace sentarse. Cualquier dolor que haya tenido se va en un segundo.—Gracias por tu amabilidad.

Se me sale un carcajada ¡Dios! estos dos se comportan como niños y me doblan la altura.

Ambos me miran cuando termino de reírme y siento un poquitito de vergüenza porque si, cuando me río con fuerza mi boca se abre muchísimo. Quizá hasta me hayan visto las amígdalas.

—Bueno pues, manos a la obra.—hablo para ignorar el momento vergonzoso.

(...)

Mandy llegó justo cuando acabe con J-Hope y vino alterada porque la protagonista de la serie, y ahora la chica más creída del mundo, le pidió a gritos que me despidiera si es que quería conservar su buena imagen ante la televisora de la serie quienes se encargaban en contratar el personal.

Mandy dijo que le sacó el dedo medio porque sabe muy bien que ella no puede hacer eso.

Los tres, Taehyung, J-Hope y yo, nos miramos entre nosotros intentando retener la risa ya que imaginar la escena tan peculiar es gracioso pero Mandy nos señalo con el dedo y solo dijo.

—Salgan.

La pequeña fiesta luego de la entrevista tenia una sección donde las personas "públicas" eran fotografiadas por los paparazzis donde, por supuesto, estaban Taehyung y J-Hope.