Capítulo 24

Taehyung  me ha estado ignorando y evitando como si fuera un virus mortal.

En estos tres días que faltaban para la presentación en el palacio de Gyeongbokgung no me lo he cruzado más de cinco minutos. Está a punto de anochecer y los chicos están siendo terminados de arreglar.

Por lo que Taehyung no puede evitarme más.

Ese día luego de que se fuera por fin pude pensar con coherencia y me sentí frustrada de no poder haberlo hecho minutos antes. Situaciones  como esas tienden a paralizarme como  una tonta. 

—Porque me asquea las personas que piensan obtener beneficios de los demás.—se acerca a mi lo suficiente como para que tenga que levantar el rostro, me sostiene del mentón para que no pueda apartar la mirada. Estoy muy confundida para procesar sus palabras. Sé que hay un trasfondo para que me lo diga pero no lo entiendo.—Me asquea las personas que no son directas y me asquea saber que tú eres una de ellas.

A pesar de no saber porque me acusaba de algo así, merecía más respuestas que simples arrebatos de molestia. Quizá este a punto de empeorar las cosas pero no quiero quedarme con esta espinita en el pecho que me dice que haga algo.

Todos los chicos están sentados uno al lado del otro. Estamos todos en una camerino no tan grande y por eso solo unos cuantos estilistas están aquí. Mientras agarro el fijador de cabello para acercarme a Taehyung otro chica se me adelanta.

Rayos.

Rápidamente busco las sombras que se usará pero no las encuentro en mi neceser. Saco todo y las veo escondidas al fondo.

Cuando volteo la misma chica se está encargando de eso.

No creo mi mala suerte y los miro seriamente. Creo que me tiembla un ojo, y para empezar ¿Quién es esa chica y por qué se está acaparando a Taehyung? Busco en mi móvil y ¡JA! ahí dice Amy: Maquillaje - Taehyung.

Bueno, respiro hondo y doy un paso hacia adelante.

—Amy.

—¿Suga?—pregunto confundida. 

—Me mandaron contigo.—responde sin emoción alguna.

—Huh.—intento esquivarlo.—A mi me toca Taehyung pero traeré a la otra chica confundida ¡Espérame!

Cuando llego hasta donde la chica y Taehyung, sus rostros están muy cercas. Me aclaro la garganta ruidosamente.

La chica voltea a mirarme pero ni se separa. Taehyung abre los ojos y me mira de reojo para volver a fijar la vista en la otra chica. El retorcijon en mi pecho no me hace ser intolerante a sus desplantes.—¡Hey! ¿Hana? Suga te espera para que lo maquilles.—estiro mi brazo y sonrío.— Es una cosita molesta pero alegralo con tus colores.

—Escuche eso.—responde Suga. Le hago un gesto a Hana restándole importancia.

—Yo me encargo aquí.—me acerco a quitarle la brocha pero la aleja de mi.—Oye...

Hana entrecierra sus ojos y desconfiada dice:—A mi me toca con Taehyung.

—No. A mi me toca, revisé las indicaciones.—hablo con seguridad.

Hana se cruza de brazos.—Revísalo de nuevo.—me reta.

—¡Lo revisaré en tu delante!—saco mi celular sin dejar de mirarla.—Aquí está mi nombre.

Hana me sonríe y creo que me empieza a temblar el otro ojo.—Ahí dice que te toca en los exteriores, cuando tengas que retocar algo.

¿Ah?

Reviso el itinerario y aprieto con fuerza el celular, escucho una risa ahogada. Taehyung me mira y alza una ceja.

—Déjanos terminar.

Hago puños con mis manos y me voy con la poca dignidad que me queda no sin antes darle una mirada de molestia a Taehyung y que es olímpicamente ignorada.

—Eso me dio pena ajena.—me dice Suga cuando llego hasta él. Paso por su delante y voy hasta la silla vacía frente al espejo. A su lado se encuentra RM hablando con uno de los chicos que esta filmando el behind the scenes.

—Siéntate.—le digo a Suga que me mira por unos largos segundos antes de sentarse. Agarro las sombras oscuras para  darle una sutil profundidad a sus ojos. Me agacho, no mucho en realidad, para tener un mejor ángulo. Suga mensajea en su celular mientras me concentro en solo aplicar una mínima cantidad pero que sea efectiva a la hora de acentuar los ojos rasgados. De la nada Suga ríe.

Ríe.

Me separo y lo miro sorprendida, él se da cuenta y alza una ceja, vuelve a su cara de indiferencia total. Huh.—¿Y ahora qué?—pregunta.

—Nada.—respondo lentamente y alzo mis manos.—Es solo que...—me acerco otra vez y agarro una pequeña esponja para cubrir las ojeras, echo una pizca de corrector y Suga mira hacia arriba.—Nunca te he oído reír. Creo que eres mucho más serio que Taehyung.—baja su cara y su rostro queda tan pegado al mío que abro mis ojos y he de parecer un hamster aplastado. Puedo ver el negro oscuro de sus ojos pero nada más. Ninguna emoción solo frialdad, creo que en él no aplica los ojos son las puertas del alma, no. Los de él están con las puertas cerradas y con muchos cerrojos.

—Me reía de la desgracia de los demás.—una sonrisa sarcástica hace que frunza el ceño pero aun así no me muevo porque no me gusta que me tomen el pelo. Lo enfrento y él también.—No siempre las risas son verdaderas y creo que las tuyas pertenecen a ese grupo.

¿Pero qué se ha creído?

Acerco más mi rostro y con una mano inclino su rostro.Con una sonrisa fingida digo:—Cierra la boca, voy a pintarte los labios.

Suga rueda los ojos y yo también.

Chinchoso.

(...)

Salimos y nos ponemos alrededor del gran estrado donde los chicos estarán cantando. Me quedo como estatua cuando por fin veo el gran Palacio Gyeongbokgung siendo parte del fondo del estrado. Los reflectores lo iluminan y es tan enorme que me siento como una niña miniatura que se ha perdido en un inmenso castillo de una princesa oriental.

Suelto un suspiro soñador que se pierde ante todo el ruido del director y los productores. No hay mucha gente pero sé que ahora la mayoría son solo seis del área de maquillaje y seis del área de vestuario, un chico de las botellas, y los camarógrafos.