Capítulo 29

Termino en silencio el corte de Jungkook, trato de no sentirme intimidada por ese silencio incómodo que se instaló entre nosotros tres.

Aviso a Jungkook que he acabado y me marea lo rápido que se para y voltea a verme. Inclino mi cabeza hacia atrás porque al igual que Taehyung tiene una altura imponente. Le doy una pequeña sonrisa y alzo ambos pulgares.—¡Has quedado genial! No creo que los chicos tengan problema alguno en amoldarse al nuevo corte.—entrecierro mis ojos imaginándome que peinado puedo quedarle mejor ahora.—Creo que podría recomendarles...

—No hace falta pero gracias Amy.—Jungkook mira tras de mi y niega lentamente.—Debo irme, vamos Taehyung.

—Te alcanzo.—le responde, siento como se levanta detrás de mi y todo mi cuerpo siente esa corriente que hace que todos mis vellos se ericen con solo escuchar su voz. Demonios.

—Tenemos que irnos ahora.—le responde con molestia Jungkook.

—Te dije que te alcanzaría.—No, no, vete. La tensión se siente entre ellos dos y no entiendo el porque. No necesito quedarme a solas con Taehyung y sé que lo que planea o dirá hará que mi corazón y mi mente entren en conflicto.

Otra vez.

—Te acompaño Jungkook.—me apresuro rápidamente y siento el tacto de la mano de Taehyung contra la mía cuando quiere detenerme pero soy más rápida. Tomo a Jungkook del brazo y lo jalo hacia la salida.

—Amy...—la advertencia en la voz de Taehyung no me detiene. No volteo ni vacilo al salir, pasamos por los pasillos y estamos a punto de llegar hacia la sala donde están todos los maquillistas cuando Jungkook se coloca delante de mi.

Su mirada atrapa la mía y la intensidad en ellos me hace inhalar con fuerza.—¿Pasa algo?

Abre y cierra la boca pero no dice nada, su frustración es evidente y cuando da un paso hacia mi no retrocedo. Lo observo a la espera de sus palabras y cuando lo hace me toma con la guardia baja.

—Me gustas.

No reacciono, no parpadeo y creo que no respiro. Quiero creer que no ha dicho lo que acaba de decir por muchas razones. Quiero quitarle esa mirada de desesperación y tristeza que se instala en su mirada cuando no hablo. Quiero...

—Me gustas Amy.—repite.—Desde que vi tu sonrisa cuando maquillabas y vi como disfrutabas de lo que hacías, esa sonrisa era como un farol entre la oscuridad. Cuando hablamos por primera vez supe que eras de esas personas que hacen que pierdan la cabeza por lo perfecta que eres.—suelta una sonrisa triste.—Sé que lo que siento no es correspondido pero tenía que decírtelo porque una parte de mi quería estar equivocado. 

—Jungkook...

Se acerca lo suficiente a mi y baja su rostro hasta mi altura. El que me de un pequeño beso en la mejilla me deja sin aliento.

—Espero que sepa valorar tu sonrisa.—me susurra en el oído antes de dejarme sola en el pasillo.

Me quedo desconcertada unos minutos en los que puedo procesar todo y mi cabeza me rememora todas las platicas que tuve con él, las risas y las pequeñas bromas. Toco mi mejilla donde apenas y rozo sus labios tímidamente. 

—Él tiene razón.

La voz de Taehyung a mis espaldas me hace cerrar los ojos, esperando que sea solo una alucinación pero cuando siento su respiración tras de mi sé que es real.

—Esa maldita sonrisa tuya hace que uno pierda la cabeza.—agarra mis dedos que estaban en mi mejillas y las baja pero aun las sostiene. Su agarre es fuerte pero no duele.— Y al parecer no soy el único en perderla sin embargo, tengo la ventaja de saber que hay detrás de ella.

—Basta.

—¿Basta? Ni siquiera he empezado ¿Qué planeabas al llegar aquí, Amy?—con el agarre en su mano me voltea hacia el. Mi pecho choca contra el de él y su otra mano reposa en mi cintura.—¿Hechizar a todos y usarlos a tu favor? Ya van dos ¿Quién es tu próximo objetivo?

Sus palabras son puñaladas directas hacia mi corazón y sentimientos. El escudo que pensé que mantendría a raya todo lo que siento se desmorona. Mi mano impacta con su mejilla haciendo que me suelte. Doy un paso atrás rabiosa y dolida—¡Ya basta! Eres un idiota, Taehyung. Recuerdo lo que dije, sé como debió escucharse pero lo dije con ironía. ¿Si sabes que entre amigos se bromean o es que siempre tienes esa actitud de mierda?—pregunto con sarcasmo.— Cuando te conocí sabía que me traerías problemas y cuando el Señor Lee quiso saber sobre como iba mi desempeño contigo me asuste, no quería perder mi trabajo de mis sueños, caí en cuenta que mi relación contigo definiría mi estadía aquí.—mi sangre se calienta y dejo salir todo lo que me ha estado martirizando.—Se lo conté a Min Hoo y el sugirió que te enamorará.—suelto una risa que no tiene nada de gracia. Taehyung me mira con su habitual ceño fruncido y su mejilla roja no hace que me distraiga ni que me sienta mal.—¿Sabes lo que le dije? Que era una idea estúpida y me reí. Pero anda, convierteme en la arribista que te empeñas en hacerme sentir.

Las lágrimas se me forman en mis ojos, espero alguna respuesta de Taehyung pero lo único que obtengo es su silencio, como siempre. Ni siquiera puede disculparse. Me voy sin decir más y escucho los pasos de Taehyung tras de mi y cuando volteo a gritarle que me deje en paz veo como Hana se lo lleva junto a otros dos de los maquillistas.

Mi celular empieza a sonar y la pantalla se alumbra revelando el nombre de Suni.

Cuelgo, no tengo ganas de escuchar más sobre Taehyung, debo enfocarme en el evento y si que tenía curiosidad pero puede ser en otro día o en otra vida.

Jungkook.

Me había imaginado muchos escenarios para declararme ante Amy.

Siento los mismos nervios que sentí en ese momento y mi mente no me deja olvidarlo. La mirada sorprendida de Amy y su silencio fueron como agujas en mi corazón. Pero no pude evitar decirlo, no después de darme cuenta que quizá no era el único que había caído enamorado de ella.

Las miradas que Taehyung le daba cuando Amy estaba concentrada en mi cabello fue algo que lo delató, él no se molestaría en mirar a alguien que simplemente no ve como un estorbo. Es difícil de darse cuenta de esas sutilezas pero vivir con él tanto tiempo me ha hecho conocerlo a fondo.