Capítulo 33

Me detengo en el centro del camino que está rodeado de muchos flores de cerezo. A pesar de estar cubierta de un poco de nieve aun puedo distinguir ese color rosa tan característico. Este lugar me parece tan mágico que me doy una vuelta entera para sentirme como la protagonista de una historia de fantasía.

—Esto es...—me muerdo el labio pensando en que palabra puede describir tanta majestuosidad pero no la encuentro. No hay nadie a nuestro alrededor y el atardecer  le da una tonalidad al ambiente tan acogedor, tan hermoso....

—Este lugar te deja sin palabras.—Taehyung mete las manos en los bolsillos de su gabardina.—Cuando vine  por primera vez ni siquiera supe donde mirar, siempre he creído que esa sensación es la mejor que uno puede sentir. Lo nuevo, lo mágico, lo armonioso que puede ser un lugar hace que seas parte de el.—se aclara la garganta y empieza a caminar.

Me pongo a su costado y por unos minutos solo nos dedicamos a observar y a pesar de estar tan pendiente de mi alrededor siento el roce de nuestras manos. Me detengo abruptamente y tomo la mano de Taehyung para detenerlo.

Estamos uno frente al otro y sus ojos me miran con curiosidad.

—¿Pasa algo?—me pregunta.

¿Por qué mi corazón está latiendo tan rápido como si quisiera salirse de mi pecho? ¿Por qué a pesar de todo me sigo sintiendo de esta manera? Este impulso de querer ser rodeada por su brazos y quedarme ahí por siempre.

Siento mi cara sonrojarse y empiezo a balbucear.—N-Nada.—con la vergüenza escrita en mi cara comienzo a caminar con celeridad. 

Demonios ¿Por qué tiene que ser tan contradictorio? 

Taehyung.

Veo a Amy caminar tan rápido que no ve la pequeña roca frente a ella. Me acerco apresuradamente cuando resbala hacia atrás pero logro sostenerla a tiempo.

Sus ojos verdes están tan abiertos y sus labios rosas forman una pequeña "o" que me hacen mirarlos por unos largos segundos. Recuerdos de la suavidad de sus labios contra los míos me asaltan y hacen que mi pulso se acelere pero sé que no tengo derecho de besarla, no después de haberla tratado como lo hice.

Fui un bastardo con ella.

Cuando escuché la confesión de Jungkook sentí que algo dentro de mí se rompía y cuando Amy se quedo muda me hizo pensar muchas cosas. Me desquite con la persona equivocada porque el culpable de que haya perdido a Amy fue mi culpa, mi desconfianza y terquedad.

Recorro sus delicadas facciones y ese dulce sonrojo que solo la hace ver más hermosa de lo que es.

No la merezco.

No luego de haber amenazado al estúpido de ese chico que tiene por amigo, el que bromeo sobre usarme.

Agarro el cuello de su camisa y lo empujo contra la pared.—¿Fue solo una broma?

—S-Señor Kim, y-yo puedo explicarlo.—tartamudea de miedo.

—¿Si o no?

—¡Si! Amy ni siquiera me prestó atención. Ella me dijo que era algo estúpido ¡Por favor, no me despida!

—Ya puedes soltarme.—susurra Amy y con pesar hago lo que me pide.

Meto por enésima vez mis manos en los bolsillos para evitar tocarla. Nos quedamos en un silencio incómodo que me pone ansioso. 

—¿Por qué estabas en una reunión de negocios?—trato de cambiar de tema pero inmediatamente caigo en cuenta de lo que dije.

—¿Cómo sabes eso?—pregunta sorprendida.

La jodí.

—Te vi en el restaurante y todos tenían pinta de empresarios.—me encojo de hombros como si no fuera la gran cosa. —No fue difícil deducirlo.

Amy asiente convencida y por dentro suelto un suspiro.—Si, era una reunión de negocios muy importante y creo que la arruiné.

—¿Acaso llevaste la empresa a bancarrota o solo le pusiste brillos a la marca?—digo bromeando, y el sonido de la risa de Amy calienta mi pecho.—¿Mierda, cómo es que tienes una empresa si pareces de secundaria?

—Que gracioso, Tae. Mira me ahogo con mi propia risa.—Amy molesta solo consigue que suelte una carcajada.—No la lleve a la bancarrota pero por mi salida abrupta puede que haya arruinado un contrato millonario pero ahora ese es problema de mi padre.

Entonces recuerdo al hombre que abrazó a Amy.

—Nunca había escuchado a alguien decir que perdería millones con una sonrisa.

Amy borra su sonrisa de inmediato.—Como te dije, es mi padre quien los perderá yo no.—se queda en silencio pero  puedo verla indecisa sobre algo.— Taehyung ¿Me guardarías un secreto?

—Hasta la muerte.

—Odio a mi padre. Odio tener que decirle padre a un monstruo que solo le importa el dinero más que a sus hijas.—la voz torturada de Amy hace que mi corazón se detenga. Hay tanto dolor en sus palabras y el hecho de que una persona como Amy, tan risueña, lo diga es algo insoportaable.

Mis manos se vuelven puños y mi sangre hierve.—¿Qué te hizo?—los hombros de Amy se empiezan a sacudir y cuando sus ojos se conecta con los míos veo lasa lágrimas caer por su rostro.

—Me quitó a la persona que más amaba y la que se suponía que él tenía que amar sin importa que pero solo hizo que se sintiera la peor persona del mundo por ser ella misma.—escupe las palabras con tanto dolor que cuando intenta sonreír sus lágrimas caen con más fuerza. La tomo sin pensarlo y coloco su cabeza en mi pecho. Ella me rodea por mi cintura con fuerza.—Mi hermana, mi alma gemela, se mató por su culpa y yo no pude ayudarla porque tenía miedo de él.—su cuerpo empieza a sacudirse con más fuerza.—Yo también la maté porque no hice nada.

Me quedo en blanco sin saber que decir así que solo la abrazo con más fuerza. Me ha descolocado su secreto, algo tan crudo y lamentable.

—Apostaría todo lo que tengo, Amy. Absolutamente todo.—recalco con fuerza.—Por ti y en que no tuviste la culpa de tu pérdida.—Amy niega con la cabeza y la detengo poniendo mis dos manos a su lado de su rostro.—No asumas la responsabilidad de otros, haya lo que haya pasado, no es tu culpa aunque te lo repitas una y otra vez.