( https://www.youtube.com/watch?v=MVnSFj6XQZY ) "Reborn" Colin Stetson
La realidad comenzaba a romperse
El zarandeo ocasional de la tierra, afirmaba que quería moverse.
Hartos de la humanidad estaban ya todos
Hasta los dioses apoyaban en nosotros el peso de sus codos.
Miraba yo desde la lejanía
Viendo aquel paisaje que moría.
Los seres vivos corrían de un lugar a otro
Intentando ocultar que no eran más fuertes que nosotros.
“Cambia al rojo vivo oh gran mundo maldito”
Gritaban los ángeles y demonios
Esperando el festival de carne y microbios.
Miraba aún yo desde la lejanía sin inmutarme a tal muestra de odio.
Salieron del mar grandes bestias.
Salieron también horrendos monstruos de la tierra y volcanes.
Revelándose entre ellos como aterradores titanes.
Miraba aún yo desde la lejanía, admirando con horror
Aun así mi rostro no evidenciaba pavor
Las personas rezaban y lloraban a sus dioses
Clamando piedad a semejantes destinos atroces
Los seres celestiales que una vez fueron imponentes
Hoy se los veía como eran, unos inútiles impotentes.
Miraba yo desde la lejanía, aspirando aires de herejía.
El mar se incendió, con una sola chispa se iluminó
En el cielo, la luna y el sol un duelo batían
Un momento tenue de luz vespertina parecía.
Las nubes negras se volvían
Lanzando hielo y fuego, se juntaban y crecían.
Mudo del asombro miraba yo la pobres almas sumergidas y quemadas en triste agonía.
Repitiendo la ecuación
El caos se extendía por todo el orbe.
Causando locura y desenfreno.
Y miraba yo aún, lo que era la oscuridad en su máximo esplendo
Pero vi en una serranía
Una familia que una cueva parecía que se escondía
Escapando del duelo y de la muerte
Intentaban mantenerse fuertes.
Aparte la mirada con ojos llorosos
No podía mantener la calma luego de ver semejante hecho castroso.
Personas que aún tienen fe en la mejoría.
Aún pareciese que quieren seguir con la letanía
Que intento más cruel sería este de preservar su propia vida.
Con esperanza.
No saben acaso que ese es un camino de cuchillas y lanzas.
Oh sentimiento más vil que tenemos en la mente.
Pensar que tener esperanzas sería prudente.
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“Te pediré amablemente, que me dispares”
dijo la voz valiente, conociendo
su final de antemano