El ex de mamá es mi papá

~10~

Brooke llegó a casa y, tras despedirse de la niñera, se quedó a solas con Ava.

—¿Tienes hambre? —preguntó mientras se dirigía a la cocina.

—¡Sí! —respondió Ava, siguiéndola con entusiasmo—. ¿Qué vamos a comer?

—Algo rápido y rico —dijo Brooke, sacando los ingredientes—. ¿Me harás compañía mientras cocino?

—¡Sí!

Mientras Brooke cortaba vegetales, sentó a Ava en la encimera, que enseguida comenzó a contarle con emoción todo lo que había hecho en la mañana. Le habló de los dibujos que había coloreado, de cómo su muñeca nueva ahora tenía una familia entera y de lo mucho que se había divertido jugando con la niñera. Brooke la escuchaba con una sonrisa, disfrutando la dulzura de su voz y sus gestos animados.

Cuando Ava terminó de hablar, Brooke aprovechó el momento para mencionar, con toda la naturalidad del mundo:

—Ah, por cierto, cuando salía del trabajo me crucé con Ethan.

Ava levantó la mirada de inmediato y sus ojos brillaron.

—¿Ethan? —preguntó con una sonrisa radiante—. ¡Tu ex! ¡El doctor!

Brooke dejó escapar una pequeña risa y asintió.

—Sí, él mismo. Pero, ¿qué te parece si lo llamamos solo Ethan?

Ava meditó la idea por un instante antes de asentir con entusiasmo.

—¡Está bien!

—Genial —dijo Brooke, echando las vegetales en la sartén—. Él te envía saludos.

Ava soltó una risita divertida y comenzó a mover los pies en el aire, visiblemente contenta.

—¡Qué lindo! —exclamó con alegría—. ¿Lo veremos otra vez?

Brooke sonrió para sí misma, sabiendo que esa era la reacción que Ethan habría esperado.

—¿Te gustaría volver a verlo? —preguntó con naturalidad.

—¡Sí! —exclamó Ava sin dudarlo.

—Pues lo verás —le aseguró, mientras revolvía la comida—. De hecho, Ethan nos invitó a pasear cuando tú te sientas mejor.

—¡¿De verdad?! —Ava celebró con una risita alegre—. ¡Pero yo ya me siento mejor!

Brooke negó con la cabeza con una sonrisa divertida.

—Ava, aún estás tomando medicinas. Tienes que descansar en casa un poquito más.

Ava frunció los labios en un puchero.

—¿Cuánto es un poquito más?

—Dos o tres días.

—¡Dos o tres días es una eternidad! —protestó con el dramatismo digno de una historia de Shakespeare.

Brooke rio y comenzó a romper huevos en un tazón.

—Aunque ya estés mejor, no podemos salir cualquier día. Ethan y yo trabajamos, así que tenemos que ver cuándo coincidimos.

Ava se cruzó de brazos, arrugando el ceño mientras pensaba muy concentrada. Después de unos segundos, levantó la cabeza con determinación.

—Yo necesito hablar con Ethan.

Brooke parpadeó, sorprendida por su seriedad.

—¿Hablar con él?

—Sí.

Tuvo que morderse el labio para no soltar una carcajada. Parecía que "necesitaba" hablar con Ethan como si fuera una necesidad urgente, algo tan esencial como beber agua. Con una sonrisa, tomó su teléfono y lo desbloqueó.

—Si quieres, puedes enviarle un audio a Ethan.

Ava abrió los ojos de par en par y sonrió emocionada.

—¡Sí!

Brooke rio ante su entusiasmo y abrió la conversación con Ethan. Luego, presionó el botón de grabar.

Brooke: Hola, Ethan. Hay alguien que quiere decirte algo.

Le pasó el teléfono a Ava, quien lo tomó con ambas manos y acercó la boca al micrófono.

Ava: Ethan, ¿cuándo tienes día libre?

No tuvieron que esperar mucho para recibir respuesta. El teléfono vibró con un nuevo mensaje de audio, y Brooke puso el altavoz.

Ethan: ¡Hola, Ava! ¿Por qué quieres saberlo? ¿Necesitas algo?

Ava rápidamente tomó el teléfono y grabó otro audio.

Ava: Sí. Quiero pasear.

Ethan: Mmm… tengo libre el miércoles.

Ava giró la cabeza hacia Brooke y la miró con ojos grandes y suplicantes. Brooke suspiró con diversión y asintió. Ava sonrió radiante y presionó el botón de grabar nuevamente.

Ava: Mi mamá también puede el miércoles.

Hubo una pausa y, de repente, Ava sonrió con picardía.

—No es tan difícil, mamá.

Brooke la miró boquiabierta mientras Ava le devolvía el teléfono con total naturalidad. ¿En qué momento había crecido tanto? ¿Realmente tenía solo cuatro años o de alguna manera se había saltado directamente a la adolescencia?

Sacudió la cabeza con una sonrisa y volvió a concentrarse en el almuerzo. En el fondo, era mejor si Ava reaccionaba así.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.