Él Existe

14: LA LAPTOP

   Ambos hombres parecían estar hablando en serio. Crowe tragó saliva y se acomodó en la silla, esto se sentía como ser regañada por sus padres después de recibir sus notas en la escuela. 

    ㅡ No sé por dónde debería comenzar… ㅡ suspiró el castaño sentándose en el sillón. 

    Con una mano tomó su mascarilla y se la quitó del rostro, acariciando el puente de su nariz después de hacerlo. Como si le doliera por haber usado esa cosa durante tanto tiempo. A pesar de la oscuridad y aunque la luz de la luna no era suficiente para ver a detalle su rostro, podía distinguir partes de este como sus cejas pobladas. 

    A su lado, Kurt arrastró una de las sillas junto a la mesa para sentarse. Rozó el borde de su pasamontañas y se lo quitó dejando libre su desordenada cabellera rubia.

    Estaban en silencio, Tim mirando a Kurt y este mirando a Crowe quien no sabía si mirar a los hombres o no despegar su vista del suelo de madera. 

    ㅡ Me curaron...

    ㅡ Te curé, ellos no ㅡ interrumpió Tim, Crowe se relamió los labios antes de seguir.

    ㅡ Me curaste, me dejaron descansar en esa cabaña… Llevo siguiéndoles a ciegas desde que desperté pero ni siquiera sé quienes son o por qué me ayudan ㅡ dijo ganando más seguridad conforme hablaba ㅡ. Ocultan sus rostros, parecen que no salen de este bosque, parece que saben todo sobre mí… 

    Ahora que no tenía que correr, esconderse o huir de todas las personas que estaban buscándola. Su mente estaba trabajando a toda velocidad, pensando en lo idiota e impulsivo que fue no tratar de huir en la primera oportunidad y en cambio, seguir a aquellos desconocidos como si fuesen sus mejores amigos. Tal vez aún no era tarde para arrepentirse, o eso quiso creer. Quería confiar, pero también esperaba una sola señal que le confirmara que debía escaparse de ellos también. 

    Su silencio la puso ansiosa, ambos se miraron y casi se hablaron solo con sus ojos. La chica volvió a hablar.

    ㅡ Antes me hicieron tomar una píldora, ni siquiera sé qué era ㅡ soltó una risa nasal ㅡ. ¡¿Y esperan que tome otra así como así?! Quiero saber qué son esas píldoras y… quienes son ustedes. 

    ㅡ ¿Por qué no nos tocó otra tonta…? ㅡ se dijo a sí mismo el rubio.

    Tim rebuscó entre sus bolsillos hasta encontrar la cajetilla de cigarrillos junto al encendedor. Se puso uno en la boca y le acercó la llama para encenderlo. 

    ㅡ Hay algo en este bosque ㅡ murmuró después de soltar el humo ㅡ, algo que ni siquiera nosotros sabemos como explicar… Y es justamente de lo que has estado tan interesada todo este tiempo. 

    ㅡ ¿Te refieres a… Él? ㅡ preguntó ella, el hombre volvió a dar una calada a su cigarrillo.

    ㅡ Sea cual sea la forma en la que le llames, sé que hablamos de lo mismo. Ese ser que se te mete en la cabeza y te controla a su antojo ㅡ Crowe vio con dificultad como hacía una mueca y la miraba de arriba a abajo ㅡ. Estabas tan obsesionada con eso pero realmente no sabes nada.

    No respondió, se mordió la lengua para evitar decir o reaccionar de alguna forma. Detestaba que ese sarcástico y osado chico de la mascarilla tuviese razón, pero no iba a discutir.

    ㅡ Escuché de las desapariciones en el bosque, se contaban historias sobre un asesino en el bosque… ¿Eran… verdad?

    ㅡ Bueno, digamos que somos un grupito ㅡ el chico soltó una pequeña risita.

    ㅡ Tim, en serio. ㅡ regañó el del pasamontañas.

    ㅡ Es la verdad, Kurt.

    ㅡ Sea lo que sea, es alguien malo; no sabemos qué busca o por qué lo hace… Sólo sabemos que tiene víctimas muy específicas ㅡ dijo Crowe parpadeó tal vez más por el humo del cigarrillo en el lugar que por la sorpresa. 

    Tras un momento el hombre siguió:  

    ㅡ Ya lo has sentido antes, ¿no? Cuando está cerca, cuando está a punto de tomar el control por completo. El ruido, el dolor, los mareos. 

    Crowe asintió lentamente, recordó bien esas contadas ocasiones en las que se retorcía de dolor por ese zumbido, como obedeció a aquella voz dentro de su cabeza y como se sentía después de hacerle caso. 

    ㅡ ¿Ustedes también sienten lo mismo? ㅡ su voz salió trémula.

    ㅡ También somos víctimas… y no hemos sido los únicos, las personas que estaban con nosotros… Olvídalo.

    Tim no terminó su frase, en cambio volvió a fumar.

    Crowe pensó en Amelia, pensó en que todo fue su culpa, la había atacado estando bajo el control de ese ser. Pensó en Daryl y en cómo a pesar de que le golpeó en el forcejeo que tuvo también le había atacado con toda la fuerza que le quedaba. Christian y Lauren también se pasaron por su mente, sus gritos hicieron eco en sus recuerdos. ¡Incluso recordó a Joshua!. Recordó al oficial que atacó en su escape y sintió la culpa crecer cada vez más y más. 

    Recapitular aquello le causaba náuseas, estar bajo su control era horrible, debía cumplir con lo que la voz de su cabeza le ordenaba o el dolor incrementaba.

    ㅡ Entonces en cualquier momento… Él podría volver a controlarme… ¿no es así? ㅡ vaciló en su pregunta, sus manos comenzaban a sudar.

    ㅡ Hay una forma de evitarlo ㅡ Kurt volvió a mirar a Tim, este dejó el cigarrillo en su boca y se levantó.

    Aunque la primera reacción de Crowe fue alejarse un poco, no evitó que el hombre tomara su mano y tirara de ella para colocar en su palma una de las píldoras, una pequeña cápsula de color amarillento. Miró a Tim y luego a Kurt esperando la explicación.

    ㅡ La única forma de detener el control son esas píldoras, fue Tim quien lo descubrió… ㅡ el rostro de la chica delataba su desconfianza ㅡ Te la dimos en la cabaña y dejaste de sentir esos síntomas, ¿no es así? sabes que funciona y que no te hará daño.

    ㅡ Así que, ¿podrías ser obediente y metertela en la boca? 

    ㅡ Tim, por favor.

    ㅡ ¿Qué? parece que le gusta que le hablen así. Eso o no entiende de otra forma. ㅡ volvió a sentarse en el sillón.




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