El falso héroe

Capítulo 4: ¿Una pareja que no es pareja viviendo juntos?

Entraron en la casa de Éstel. No era especialmente grande, pero sí muy acogedora. Justo al entrar, te encontrabas en el salón de paredes color crema. El sofá estaba mirando hacia la izquierda desde la perspectiva de alguien situado en la puerta, también había dos sillones mirándose entre sí. En medio de estos tres muebles de color marrón, se veía una mesa de madera de tamaño mediano del mismo tono cremoso que la pared. En la parte derecha desde la entrada, se apreciaba una cocina de mármol con una gran mesa rectangular rodeada de seis sillas.

 

—Tu casa es muy hogareña, me transmite mucha tranquilidad —dijo David.

 

—Gracias, llevó bastante tiempo dejarla así. Le di el aspecto de la casa en la que me gustaría vivir cuando forme mi propia familia, así me voy acostumbrando —sonrió.

 

—Tu pareja y tus hijos tendrán mucha suerte.

 

—Eres muy amable, David.

 

—Es lo que pienso de corazón. Al llegar a este mundo, me sentía muy perdido, tú has sido un rayo de luz para mí. El hombre al que elijas como pareja de por vida será el más afortunado, los hijos que tengáis serán los de mayor suerte. Lo sé porque has sufrido mucho y sigues sonriendo, porque piensas en el futuro que quieres y trabajas por él. Tengo la certeza de que lo que digo es verdad, no estoy siendo amable. Gracias por lo que has hecho por mí hasta ahora, y gracias por lo que harás.

 

Éstel estaba rebosante de felicidad por oír esas palabras, se podían apreciar las lágrimas apelotonadas en sus ojos. No supo que decir, pero su corazón latía con fuerza.

 

—David, yo...

 

—¿Sí?

 

—No, no es nada, déjalo.

 

No entendía lo que quería decirle, pero había algo que necesitaba expresar. Al no saber qué, fue a la cocina a por algo de beber.

 

—Ponte cómodo, como si estuvieras en tu casa —le dijo a David.

 

Él se sentó en el sofá sin saber muy bien qué hacer. Sacó el papel del gremio y se puso a pensar en su especialidad. En ese momento, apareció Éstel con dos vasos de agua.

 

—¿Pensando en tu especialidad? —dijo ella.

 

—No sé qué poner. ¿Puedes hablarme más de los tipos de aventureros?

 

—Claro. Existen seis tipos de aventureros o especialidades: mago, sanador, caballero, arquero, ladrón y estratega. Para ser mago o sanador, necesitas que fluya maná por tu cuerpo, así que en tu caso quedan descartados. Eso deja cuatro opciones. El caballero debe tener un buen manejo de la espada y el escudo, su principal papel es proteger al resto de miembro de su grupo, en caso de pertenecer a uno. El arquero tiene que tener muy buena vista de lejos y buena puntería, su misión es ayudar a despejar el campo de batalla para sus compañeros. El ladrón se caracteriza por su gran agilidad, velocidad, habilidad de disimulo y astucia, no es común verlo en un grupo porque no es fácil darle un papel definido. Por último, está el estratega, el cerebro del grupo. Se encarga de organizar al resto de miembros de la forma más efectiva. Al igual que el ladrón, es astuto. También, presenta habilidades de liderazgo y gran inteligencia. Esas son básicamente tus opciones.

 

—Mmm... No puedo ser mago ni sanador porque no tengo maná, tampoco puedo ser caballero porque no sé manejar la espada, ni arquero porque mi vista de lejos no es especialmente buena y mi puntería es mediocre o peor que eso. Mis únicas opciones son ladrón o estratega. No es que tenga preferencia por alguna de las dos, pero me preocupa lo que pueda pasar si me enfrento al peligro solo o si me encuentro en una situación de robo y la gente piensa que he sido yo por ser ladrón, así que seré estratega.

 

—¡Genial! Creo que te pega, aunque seas un despistado —dijo Éstel con sorna.

 

—Muy graciosa —respondió irónicamente—. Ahora solo me falta encontrar un lugar donde vivir. Y unos compañeros de equipo.

 

—Lo he pensado y creo que te puedes quedar aquí hasta que encuentres otro lugar, no hay prisa —dijo con timidez.

 

—¡¿De verdad?! ¿No crees que es un poco pronto? Todavía no me has invitado a cenar y ya me pides que vivamos juntos... —dijo David en un todo burlón.

 

—Tonto —dijo, dándole un golpecito en el hombro—, solo estoy siendo amable con un sin techo —sonrió.

 

—Te lo agradezco y acepto con mucho gusto.

 

—Pues decidido. De momento, puedes poner mi dirección como residencia y tendrás el formulario rellenado.

 

—Perfecto, terminé. Por cierto, ¿dónde voy a dormir? No me importa si es en el sofá.



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En el texto hay: romance, drama, magia

Editado: 28.04.2021

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