Alicia Miller luego de llegar a su casa posteriormente al escapar del hospital, empezó a escribir con puño y letra una cantidad considerable de novelas en una bomba de tiempo sumamente corta.
Sin embargo esas novelas ya no eran de romance, aquel género literario que la acompañó toda la vida.
Ahora fue remplazado por el terror, con una pizca de ciencia ficción y demás.
Esas semanas ella no salía para nada, más que unas contadas ocasiones donde lo hacía con el objetivo de presentar sus obras a las editoriales. quedan estupefactos al leerlas, maravillados por su calidad de escritura y llamativas historias.
Rápidamente publicaron su primer trabajo "The Head-Eater" una novela de terror acerca de un asesino serial que en realidad es una entidad cósmica que acecha a todo el mundo.
Se volvió un éxito casi de inmediato <La promesa de la literatura> anunciaban los foros televisivos y periódicos.
A ella no le bastó con eso, quería más, ¿Y quién no? Luego de tremendo éxito, ¿Quién no desearía tener otra obra exitosa?
Muchos de sus escritos se quedaron en eso, simples borradores, pero hubieron algunos que si llegaron a ser publicados. El segundo que mandó a una editorial fue "La memoria del pecado" otra novela, ahora más de suspenso que de terror. Se trataba de un cementerio con poderes manipuladores, y de un padre de familia que empieza a trabajar en el cementerio.
Un día, Alicia iba caminando por la calle, desarreglada, su hermoso cabello ahora se asimilaba a un nido de pájaros, o a una repudiable pelusa.
Llevaba una camisa de tirantes blanca, últimamente usaba siempre la misma, cómo la que solía usar Ralph Miller.
La camisa no tapaba la cicatriz del hombro.
Iba caminando por la calle en dirección a la editorial de siempre, que de hecho se encontraba en quiebra, hubiera caído de no ser por "The Head-Eater".
Un bonito carro negro se aparco ahí, saliendo una mujer hermosamente vestida, su ropa muy bien planchada y limpia, iba con lentes de sol.
-Alicia Miller, cierto?.- Preguntó con un tono de voz alto arrogante y superior.
Un montón de camarógrafos y periodistas desde antes iban persiguiendo el carro, y cuando se aparco, todos comenzaron a lanzar flashes y a rodear a ambas mujeres.
Alicia parpadeó en repetidas ocasiones debido al brillo de las cámaras, con un brazo alzado entre la ceja y los ojos, se tapaba media vista.
-Si, qué quieres.- Habló ella, aún más desinteresada que la otra y con la misma arrogancia.
La señora bien vestida suspiró y finalmente habló.- Te vengo a ofrecer trabajar con nosotros.
¡En efecto, se cambió de editorial! Ahora por un mejor contrato, con más dinero, y con más libertades, y sobre todo lo que más le importaba interesaba, más promociones y anuncios para sus obras.
Con solo publicar "The Head-Eater" y "Memorias del pecado" Alicia se volvió famosa a nivel internacional, meses después mundial.
Con lo poco publicado, ganó millones en pocas semanas, ahora vivía en un nuevo hogar.
Una casa con varios carros en su haber, toda clase de objetos lujosos ¡Hasta tenía una piscina! ¡Lo qué tanto deseabas desde niña!
Compró un Skyline GTST type R32 de color blanco. El mismo que tenía desde 1990, el que perdió en ese accidente diez años después. Con la diferencia de que ahora era del color más odiados por ella antes.
***
Simultáneamente, Lucy Clark supo que debía volver a por el primer y único amor de su vida. Con ninguno de todos hombres de sus citas se había sentido así.
Salió de su departamento sin arreglarse ni cambiarse de ropa.
Tomó su carro y empezó a manejar en dirección a Washington, pues en las noticias hablaban de Alicia. De su talento y que, estaría en Washington para hablar de negocios.
Le ardían las manos al manejar, pues horas antes había ido a la cocina de su casa, con las luces completamente apagadas y las persianas cerradas, tomó el cuchillo que utilizaba para cortar el pollo.
Lo alzó y como si estuviese inconsciente de todo, se cortó las venas del brazo derecho. Hasta que vio las noticias, viendo a Alicia Miller.
Lucy realmente empezó a depender emocionalmente de su ex paciente.
Salió de HostingTown y al cabo de unas tres horas, llegó a la vía de la carretera de Theodore Roosevelt Road.
No había prisa aparente, no pasaría nada malo, podía volver a HostingTown y vivir normalmente tratando de superar la partida de Ali.
Sin embargo Lucy tenía un mal presentimiento.
***
Alicia por su parte igualmente se encontraba manejando, prefería hacerlo por ella misma en lugar de contratar a un conductor especializado, pese a tener una gran cantidad de billetes desde las últimas semanas.
Iba saliendo de la Theodore Roosevelt Road, a punto de llegar a Washington.
La brisa del viento removía su hermoso cabello rubio, ahora que es famosa ya se arreglaba, hay que estar presentables siempre, no? Incluso se esmeraba en arreglarse ahora más que nunca.
Alicia llevaba puesto un hermoso vestido blanco con flores rodeando todo el vestido. Le llegaba un poco más arriba de la rodilla. Con ese vestido iba a presentarse al llegar a Washington.
Ella estaba muy relajada, con todas las ventanillas del Skyline completamente abajo.
El paisaje de la carretera se fue turnando en un gran bosque de abetos, muy altos a su parecer.
De vez en cuando Alicia volteaba a ver la radio, eran las cuatro de la madrugada... Volvió su mirada a la carretera, ¿Eso de enfrente era una persona? Tenía los ojos como faros, su brillo era tal que a Alicia le costó ver detalladamente la figura.
***
Lucy Clark está sumida en sus pensamientos incluso estando al volante, últimamente sin importar que estuviese realizando, siempre terminaba divagando en su propia mente.
Quería morir...