Ambos estaban en silencio mientras Baekhyun se comía sus cereales. Estaba sentado en la cocina, desayunando pero sin saborearlo, mientras miraba hacia donde podía ver a Chanyeol, o más bien, donde podía ver la parte posterior de su cabeza, sentado tranquilamente en su lugar en el sofá, sin decir una palabra. Esto ya había ocurrido antes, y ninguno de ellos sabía cómo actuar.
Al despertarse aquella mañana se dio cuenta que estaba solo, a excepción de Baldrick, Chanyeol no estaba a la vista. Se mostró sorprendido cuando el pánico se apoderó de él, mientras se lanzaba a través del apartamento llamando a Chanyeol, luego se sentó, incapaz de hablar por la repentina pérdida que sentía. La voz de Chanyeol, dolorosamente distante, le hizo girar la cabeza con un jadeo.
— ¿Baekhyun? —Chanyeol parecía confundido mientras permanecía allí, con una profunda arruga en su frente y frotándose distraídamente el brazo izquierdo con su mano derecha—. ¿Ocurrió de nuevo?
Y Baekhyun no fue capaz de contenerse, se echó a llorar con todas sus fuerzas. Lloró largo y tendido, preocupado porque algo horrible le hubiera podido suceder a Chanyeol. El enorme fantasma se había cernido sobre él, tratando de calmarlo, hablándole en voz baja, se moría por tocarlo. Baekhyun se calmó por un momento y se dirigió al cuarto de baño, cerrando, por alguna razón, la puerta detrás de él, y pasó más de diez minutos lavándose la cara, mientras trataba de controlarse. Su reacción no era justa y lo sabía, se sentía culpable por perderse de forma tan profunda y completa frente a Chanyeol. Todo lo que sentía era una gota comparada con el océano que Chanyeol debía sentir.
Se había disculpado, y el fantasma se encogió de hombros impotente, sentándose en el sofá con un suspiro de cansancio que evidenciaba el peso que tenía sobre sus hombros. Estaban perdidos en cuanto a cómo sentirse o qué decir, tan ansiosos e impotentes.
—Voy a llegar tarde al trabajo si no me voy pronto —dijo Baekhyun en voz baja, a pesar de que no se movió.
—Debes irte entonces.
Baekhyun suspiró, se acercó al sofá y se sentó en lo que se había convertido en su lugar. —Chanyeol —dijo en voz baja.
El fantasma suspiró. — ¿Puedes culparme por estar un poco asustado?
—No un poco, no.
Chanyeol finalmente, lo miró. — ¿También tienes miedo, eh?
—Bueno... sí, no quiero que te vayas a ningún sitio, pero sé que no es nada comparado con lo que debes... mis sentimientos no importan aquí, Chanyeol. Todo esto me preocupa por ti, no por mí mismo. —Tal vez una pequeña parte de eso era mentira.
—Estaría bien si te preocupara también por ti, ya sabes. De hecho, me sentiría halagado.
Baekhyun dio una ligera sonrisa a medias. —Está bien, tal vez estoy preocupado por mí también. Estoy un poco apegado.
—Me alegro de no ser el único. —Arrugó el ceño, empujando las gafas sobre su nariz—. Me hubiera gustado que Dongwo me viera, probablemente sería más fácil para ti, si pudieras hablar con alguien sobre ello.
—Tal vez. O tal vez me habría enviado al psiquiátrico.
—No, si hiciera mi truco de pasar la mano a través de la pared.
—El mismo se internaría.
—Oh. Entonces, creo que fue bueno que no me viera. —Miró a Baekhyun casi vacilante—. ¿Qué le habrías dicho, si me hubiera visto?
Baekhyun se encogió de hombros, miró a Chanyeol y evitó un suave bufido de diversión. —Bueno, teniendo en cuenta tu atuendo, probablemente le habría dicho que eras mi novio o alguien al que estaba viendo, por lo menos hasta que tuviera el valor para decirle la verdad.
Baekhyun vio el inicio de una sonrisa de satisfacción asomándose por la esquina de los labios de Chanyeol antes de que el fantasma se detuviera y se aclarara la garganta.
— ¿De verdad piensas que creería eso?
Baekhyun frunció el ceño. —Sí, ¿por qué no?
Chanyeol ignoró la pregunta, como si no quisiera admitir el por qué. —Dijiste que el último tipo con el que saliste era guapísimo.
—Sí... —Baekhyun arrastraba las palabras, no del todo contento de hacia dónde iba Chanyeol.
Chanyeol soltó un bufido. — ¿Bueno, estoy un poco por debajo del genial Mark?
Baekhyun entrecerró los ojos juguetonamente, definitivamente este era un tema delicado para Chanyeol. —Otra vez no, Chanyeol.
Chanyeol se encogió de hombros a la defensiva. —Sólo estoy preguntando si habría sido creíble. Quiero decir, no soy tu tipo, ¿verdad?
Baekhyun quería mentir, pero sabía que si lo hacía iba a sonar condescendiente. Suspiró. —Las primeras impresiones... no, no son reales.
Chanyeol no parecía disgustado por esto, sino que se limitó a asentir y desvió la mirada.
—Pero si hubiera llegado a conocerte, Chanyeol, si nos hubiéramos hecho amigos, y te hubiese conocido en vida como ahora te conozco, entonces podría jurarte que me habría enamorado de ti.
Sorprendió a Chanyeol que mostraba una sonrisa renuente.
Frunció el ceño, pero había una pequeña sonrisa oculta. — ¿En serio? —hizo una mueca, y luego se rio de sí mismo—. Dios, sueno patéticamente necesitado, ¿verdad? —Sacudió la cabeza.
— Lo siento.
—No hay nada de malo en coquetear de vez en cuando, Chanyeol. Y sí... —Esperó hasta que Chanyeol lo miró—. Iba en serio. —Baekhyun medio gimió, medio rio—. Chanyeol —se lamentó—Eres tan hermoso.
—Reía, moviendo la cabeza. — El hecho de que no puedas ver eso te hace extrañamente adorable.
—Extrañamente adorable —repitió Chanyeol, como si fuera el más rebuscado cumplido que hubiese recibido—. Voy a tratar de tomar eso como un cumplido. —Asintió, pero Baekhyun podía decir que no estaba del todo satisfecho.
Baekhyun se mordió el labio, contento de que la atmósfera estuviera algo más alegre. —Además tienes la cosa del tamaño a tu favor.
— ¿Te... gustan los chicos grandes? —Chanyeol parecía genuinamente perplejo—. No te molesta. Quiero decir, ¿no te importan los tipos un poco, ya sabes...? —Se aclaró la garganta— ¿Regordetes?