Capítulo 7

La profunda pero suave voz de Chanyeol, despertó, nuevamente a Baekhyun. Se había quedado dormido mientras escuchaba hablar a Chanyeol, hablaron acerca de su infancia, y de las diferentes casas de acogida en las que había estado. Compartieron las pequeñas cosas que por lo general se consideraban demasiado tontas o íntimas para la luz del día, por ejemplo, la forma en que solía tener miedo a la oscuridad cuando era pequeño, cuántos huesos se había roto en su vida y cómo se los había roto. Le había dicho a Baekhyun que por un largo tiempo, mientras era un niño, creía que al morir, uno se convertía en una nube, y que secretamente deseaba que eso fuese cierto. Su voz arrulló a Baekhyun. Había relatado sus primeros años, y Baekhyun se quedó dormido, imaginando al niño tranquilo, dulce, pero solitario que había sido Chanyeol. 

—Baekhyun, necesitas despertarte. 

— ¿Hmm? ¿Qué hora es? —Murmuró, medio dormido mientras se daba vuelta y miraba su despertador.

Eran casi las cuatro de la mañana, un rápido vistazo a la ventana de la habitación por la abertura de las cortinas mostró que todavía estaba oscuro, excepto por el débil resplandor de la media luna. 

—Todavía es temprano... ¿Baekhyun? 

Baekhyun se acomodó nuevamente y sonrió, somnoliento, a Chanyeol, le gustaba despertarse así. Tal vez podría convencer a Chanyeol para hacer esto más a menudo. — ¿Pasa algo? 

Su sonrisa somnolienta empezó a atenuarse cuando se dio cuenta de la triste, preocupada y compasiva expresión en los incoloros ojos. Baekhyun comenzó inmediatamente a sentarse, su estómago dio un vuelvo mientras un inexplicable temor se apoderaba de él. — ¿Qué, qué está pasando? 

—Vuelve a acostarte conmigo —pidió a Chanyeol, tragando saliva. Se acarició la mano cercana a él, y Baekhyun se deslizó lo más cerca que pudo, recostándose al nivel de sus ojos, pero lejos de estar relajado. 

— ¿Te vas otra vez? —susurró Baekhyun. Aterrorizado por la respuesta, porque sabía, sabía que esto era diferente, que algo estaba pasando. 

El fantasma asintió, evitando su mirada. Cuando se obligó a encontrarse con los preocupados ojos de Baekhyun, le tendió una mano, como si de alguna manera pudiese consolarlo, cuando Baekhyun de inmediato comenzó a sacudir la cabeza. Un leve grito quedó atrapado en la garganta de Baekhyun. 

—No —rompió su voz, y sus cejas se arquearon con tristeza mientras sacudía la cabeza—. Por favor no te vayas. Por favor... 

—Shh, todo va a estar bien, Baekhyun —Chanyeol trató de consolarlo. 

—Volverás. 

—No lo creo. 

— ¡Podrás regresar! ¡Siempre regresas! —exclamó Baekhyun, ni siquiera trataba de ocultar sus lágrimas. 

—Es diferente, Baekhyun, no me siento como si aún estuviera aquí realmente. Estoy siendo arrastrado lejos. 

—Entonces, lucha contra eso, sólo quédate conmigo, sólo seremos nosotros, por favor… 

—No puede ser así, no es como se supone que debería ser. —Su propia voz profunda empezó a temblar—. Oh, por favor, no llores, por favor... 
 

—No quiero que te vayas. Eres mi amigo, eres más que mi amigo. Vamos, te amo. Por favor, Chanyeol... 

—Nunca fue una opción, Baekhyun, ésta es la última vez que estaré aquí. No tengo miedo, así es como se supone debe suceder, sólo que... se siente bien de alguna manera. 

— ¿Dejarme se siente bien? —Trató de estar enojado, cualquier cosa que no fuese impotente y suplicante. 

—No, dejar esto... lo que soy, se siente bien. Dejar este estado intermedio en el que he estado atrapado se siente bien... —Los dedos del fantasma alcanzaron la mejilla de Baekhyun, cerca pero sin tocarlo—. Amarte, se siente bien. —Se lamió los labios—Creo que por eso me voy. Tal vez tenías razón, tal vez había algo que tenía que hacer. Tal vez tenía que amar a alguien antes de que pudiera irme, tal vez tenía que ser amado por alguien. 

—No quiero que te vayas —rogo Baekhyun—. Por favor, quédate conmigo. Vamos, por favor. 

—Sé que suena muy trillado. —Chanyeol negó contra la almohada con una sonrisa forzada—. Pero sé que parte de mí siempre estará contigo. Mi vida no fue buena hasta que morí, Baekhyun. La mejor parte de ella fue aquí en este apartamento, contigo. 

—Entonces quédate, siempre puede ser así. 

—Tú mismo lo dijiste, nunca podrá ser más que esto. Necesitas más, Baekhyun, pero no puede ser conmigo. Creo que sólo necesitas darte cuenta de eso. 

Baekhyun agarró desesperadamente el cobertor y la almohada. 

—No es justo. 
 

—No, no lo es. Pero, Baekhyun, mírame... —Baekhyun abrió los ojos que había cerrado herméticamente para evitar las lágrimas—. Baekhyun, ¿recuerdas lo que dije antes? Cuando estábamos hablando de Van Gogh, y sus pinturas. 

Baekhyun asintió. 

— ¿Qué esa era su manera de dejar su huella en el mundo? —Tragó saliva—. Bueno, eso eres tú. Tú eres mi huella, Baekhyun Byun. Y estoy muy agradecido de haberte conocido, de haber tenido la oportunidad de amarte. 

Baekhyun ahogó un sollozo. —Oh, Dios mío. 

—No tengo miedo, Baekhyun, está bien. 

—Lo tengo. Tengo miedo. 

—Vas a estar bien, lo prometo. No sé cómo pero lo sé, ¿de acuerdo? Eres demasiado bueno como para no conseguir todo lo que te mereces. 

—Desearía poder tocarte, sólo una vez —susurró Baekhyun, con voz ronca—. Vas a estar lejos, apenas puedo verte. —Parpadeó en gran medida, inexplicablemente cansado cuando momentos antes estaba despierto. 

—Ve a dormir, amor. Por favor, ve a dormir por mí. 

Baekhyun frunció el ceño mientras luchaba por mantener los ojos abiertos. — ¿Qué está pasando? —Murmuró, con los párpados muy pesados para permanecer abiertos. 

—Me voy. Y te amo. Te amo para siempre. 

Baekhyun trató de hablar, pero todo lo que salió fue un susurro con la misma promesa, y luego quedó inconsciente. 

                           •◈•◈•

Baekhyun despertó lentamente. Tan pronto como abrió los ojos, sabía que algo era diferente. Frunció el ceño y empezó a sentarse, a continuación, con un jadeo, supo con absoluta certeza que estaba solo en su apartamento. Que no había nadie más allí, a excepción de su gato. Chanyeol se había, absoluta e irrevocablemente, ido.