El Fantasma En Mi Sofá [chanbaek]

Capítulo 8

Baekhyun se sorprendió por la suave reprimenda que recibió en el trabajo. Milagrosamente logró evitar dar más detalles, mientras mantenía su puesto de trabajo. No podía decirles la verdadera razón de su ausencia el día anterior, y ciertamente no les iba a decir que era a causa de su gato. Engañó a través de una charla informal a la jefa de enfermeras, culpando por su ausencia a una emergencia familiar repentina, a pesar de que ahora estaba todo solucionado, era demasiado personal para hablar de eso. Baekhyun estaba bastante seguro de que esto no sería creíble, para la mayoría de las otras enfermeras si lo intentaran, pero al ver que su registro de asistencia hasta la fecha era intachable, sintió que fue un poco más flexible con él y estaba muy agradecido por ello. 

Su primer día de regreso, y se sentía como si estuviera moviéndose a través de arenas movedizas. Poco más de tres semanas habían pasado desde aquella tarde en que Chanyeol había aparecido por primera vez en su sofá, asustándolo como la mierda. Sin embargo, se sentía como si hubiera sido meses atrás. 

Mantuvo la cabeza gacha, hizo su trabajo, e ignoró el dolor sordo detrás de sus ojos y su pecho. Tenía la certeza de que la vida volvería a la normalidad para él. Y ese mismo pensamiento lo aterrorizaba. 

—No estás escuchando una palabra de lo que estoy diciendo, ¿verdad? —preguntó Yura exasperada. 

Baekhyun sacudió la cabeza minuciosamente, de pie apoyado en la estación de enfermeras, mientras soñaba despierto en su breve descanso. —Lo siento, cariño, ¿qué estabas diciendo? 

Había llamado a Yura la noche anterior, pero había sido breve y dulce. Como era de esperar, le regañó una vez que confirmó que estaba seguro y mentalmente estable. Le había asegurado que su mini colapso no fue por el ficticio Siwon, y que nunca volvería a darle un susto como ese. Sabiendo que Dongwo estaba sentado en su apartamento, nerviosamente haciendo crujir los nudillos mientras ensayaba lo qué iba diría al teléfono, terminó de hablar con ella, se fue a la cama, y cayó en un sueño agotado. 

 


 

Yura suspiró. —Me preguntaba si habías hablado con Dongwo recientemente. 

Se mordió el labio, Baekhyun sintió secretamente un perverso placer. No pasaba a menudo que Yura fuese la insegura de los dos. Tomó un portapapeles y un cuadro de gráficas, a propósito fingiendo estar distraído y ajeno a la situación. —Te lo dije, hablé con él ayer por la noche, justo antes de que hablara contigo. —Pasó a través de las páginas, evitando sonreír. 

—Bueno, me preguntaba si tal vez hablaste con él desde entonces… si tal vez habían llegado a conversar, por lo que sea. —Se encogió de hombros, como si no fuera gran cosa. 

Baekhyun soltó un bufido, dejando caer la tabla en la recepción y apoyó la cadera y el codo en este. —Te invitó a salir, ¿verdad? 

—Sí. 

— ¿Y dijiste...? 

—Sí. Obviamente.  

— ¿Obviamente? 

Ella apretó los labios, sus mejillas formando hoyuelos. —Baekhyun, él fue tan ridículo... 
 

— ¿Ridículo? 

—De una manera malditamente adorable, sí. 

—Hola, Dongwo, soy Yura, ¡no! Espera, ¡Mierda! Soy Dongwo —se rio tímidamente, con un ligero pánico en su voz—. Es... um... h-hola, Yura, soy Dongwo, pero supongo que a estas alturas ya lo has deducido. —suspiró—. La he cagado completamente, ¿no? Voy a... ¿puedo colgar y empezar de nuevo? 

—Hola, Dongwo, ¿cómo estás? —Se rio. 

—Un poco vergonzoso, si realmente quieres saber —fue la tímida, pero satisfecha respuesta. 

Baekhyun se quedó con los ojos abiertos viendo a Yura, una risa histérica amenazaba con estallar a través de él. — ¿Me estás tomando el pelo? —dijo lentamente—. No es por lo general tan... raro. —Sacudió la cabeza—. Hombre, sabía que pensaba que eras una preciosidad, pero no me di cuenta de que estaba tan nervioso. 

Una emocionada, y un poco engreída, sonrisa se dibujó en sus labios. — ¿Dijo que yo era preciosa? 

Baekhyun giró los ojos. —Ah, mierda —se rio—. No le digas que te lo dije , se enojaría mucho. 

—No lo… oh, gracias —dijo mientras otra enfermera le entregaba una bolsa transparente con unos cuantos objetos indistinguibles en su interior.

Era una de las bolsas utilizadas para almacenar las pertenencias de los pacientes fallecidos antes de entregarla a la familia doliente. Baekhyun frunció el ceño, lo único que podía ver era pelusa rosada.  
 

—Iremos a Antonio’s, es un lugar pequeño y encantador en Covent Garden. Al parecer, hacen unos buenos canelones. —prácticamente brillaba, pero Baekhyun no estaba realmente escuchando en ese momento. Tenía la cabeza inclinada hacia un lado y tocó la bolsa, girándola vislumbró unos familiares ojos saltones. 

— ¿Qué infiernos es eso? 

Yura giró la bolsa en su mano, mirando a los ojos saltones y los sacudió, haciendo que el iris se moviera en su cuenca de plástico. —Ah, ya sé. Extraño, ¿verdad? Especialmente para un hombre adulto, pero hay lo tienes. De todos modos, me dijo acerca de esa fabulosa y pequeña cafetería donde… 

Pero Baekhyun estaba sacudiendo la cabeza, su corazón de repente latía a un millón de pulsaciones por minuto. Tomó la bolsa de las manos de Yura, la abrió y sacó... un par de pantuflas de conejito. 

— ¿Qué... dónde...?—Su voz parecía desaparecer, y luchó contra el dolor que retrocedió sólo brevemente, a la espera de abalanzarse sobre él. 

Sabía que esas pantuflas, eran de Chanyeol. El cuerpo de Chanyeol estaba en el hospital, en la morgue en un ala separada, un par de cientos de metros de distancia. Su Chanyeol. El terrible suplicio se sentía de repente cien por ciento más real. Tenía que verlo. Tenía que tocar su mano fría, sólo una vez. 

—Baekhyun —Yura preguntó en voz baja, la alarma se mostraba claramente en sus ojos—. ¿Qué diablos te pasa? 
 

Tal vez no eran de Chanyeol, tal vez alguien más... —Nada yo…yo sólo creí reconocerlas, creo que conocí a alguien que tenía un par similar. 



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En el texto hay: romance, chanbaek, fantasma enamorado

Editado: 21.03.2022

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