El Fantasma Encadenado-Tomo 2

28-La Clase de la Carcelero Carnegie p.2

-¡Bienvenidos de vuelta, mis muñequitos!, ahora es cuando la diversión empieza.

 

Carnegie había realizado cambios en su ausencia, sobre cada pupitre había colocado un vaso con agua y uno vacío, los estudiantes ocuparon sus lugares temiendo por lo que les aguardaría.

 

-Es hora de una clase práctica, saquen sus manuales de espantos y vayan al capítulo uno: Técnicas con agua.

 

El manual de espantos era como una versión escrita de las clases de Milo, enumeraba cuentos de técnicas descubiertas e ideadas por fantasmas para mantener a raya a los vivos, se les debía asustar para alejarse de donde no debían estar, para ayudarles a veces pero la mayoría de los trucos habían sido inventados por diversión, en cierto modo fastidiar a los vivos era un instinto que se ganaba al morir, incluso Laiyon había disfrutado de hacerlo en ciertas épocas.

 

-Todas las técnicas fantasmales requieren ectoplasma, que es de lo que estamos hechos los fantasmas, pero, ¿Qué es exactamente el ectoplasma?-la mano de Nora se levantó en el acto-carcelero Maro.

-El ectoplasma es una sustancia psicoelectrica similar al plasma, muchas de sus propiedades aún son un misterio pero se sabe que reacciona adversamente a los campos electromagnéticos y es increíblemente maleable, pudiendo transmutarse a sí misma o alterar elementos externos.

-Correcto, Maro-la chica se irguió con suficiencia-ahora, el agua se parece mucho al ectoplasma y es fácil de manipular, lo que quiero que hagan es esto.

 

Tomo el vaso de agua en su escritorio, lo removió un poco con su dedo y esta se tornó rojo oscuro, al vaciarla en el vaso vacío mostro una consistencia espera, cualquiera hubiera pensado que era sangre.

 

-Un fantasma experimentado puede incluso captar la humedad del entorno y hacer gotear “sangre” de cualquiera lado, como me vieron hacer antes-algunos se sobresaltaron con esta revelación-pero hoy vamos a conformarnos con consistencia y color, pueden empezar.

 

Laiyon reviso su libro, era básicamente el truco de la bomba de limo sin la parte en que estallaba, igual no era amigo de aquellos trucos, odiaba las cosas que involucraban manchas difíciles de limpiar, ruidos tenebrosos y objetos que volaban siembre le fueron más que suficientes para alejar a los turistas de su hogar.

 

Nora, vaya sorpresa, fue la primera en conseguir un vaso de sangre digno de cualquier paladar vampiro, el agua de Lorens se puso algo rosa y Laura logro un buen rojo pero seguía muy líquido, pero nadie tenía tantos problemas como Dowie, cada que intentaba remover el agua se le desprendía un dedo; en cuanto a Laiyon, se sintió bastante optimista con el color y la forma pero al pasarla de vaso vio que le había quedado como pasta de tomate, así de variados fueron los resultados del resto de la clase.

 

-Bueno, no esperaba un solo resultado perfecto a la primera, mis felicitaciones, Maro-le dio una estrellita dorada.

-Gracias, señorita Carnegie-para ese momento la mitad de la clase le miraba con rabia.

-El resto necesita práctica, practica, practica, anoten la tarea-todos sacaron sus portafolios-para la siguiente clase quiero resueltos los ejercicios de la página uno a la cuatro de sus libros de trabajo y ensayen este truco en sus casas-sonó el timbre-pueden retirarse.

 

Laiyon saco su reloj de bolcillo, eran las dos de la mañana y las clases había  iniciado a las diez y media de la noche, unas tres horas y media, no era tanto ni tan pesado como espero; recogió sus cosas y salió al patio en compañía de sus nuevos amigos.

 

-Se me ocurre que este año tampoco la voy a librar-comento Dowie, acomodando sus dedos.

-¿Este año?-pregunto Lauri.

-Es mi tercera vez haciendo el curso-admitió-nunca llego al examen final, la presión es demasiado y con Carnegie ahora…-parecía que se iba a deprimir pero se incorporó en el acto-¡No!, ¡Seré positivo!, ¡La tercera es la vencida!

-No se trata de tener buena aptitud-hizo ver Nora, pegando la estrellita en su mochila-si quieres resultados necesitas estudiar y trabajar duro.

-Sin duda sabes de eso, chica lista-su cara se ilumino-¡Oye!, ya que somos equipo podrías ser mi tutora.

-Todavía no somos nada-replico, vio a la anciana carcelero con la que había llegado y se marchó-adiós-dijo apenas.




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