-Llegas tarde-fue el saludo de parte de Nora.
-Lo siento, me quede dormido, ¡Dowie, hallaste tu meñique!
-Nora lo encontró aquí-dijo, ajustándolo bien en su lugar-y yo pensando que Carnegie lo habría incautado, si es que no dejo la cabeza botada por…no, espera, eso también me ha pasado.
-¿Me perdí de mucho?
-Nora nos hablaba de los operativos-dijo Lauri.
-El departamento de operaciones en Perceber coordina los operativos en todo el mundo-esplico desde el principio-llame a la sucursal de New York y apunte a nuestro equipo en su lista de voluntarios, nos contactaran si surge algo, un solo buen trabajo puede darnos doscientos puntos a cada uno.
-“Lauri, diles”
-Le preguntamos a nuestro tío y parece que hay muchísimos pequeños trabajos que se pueden hacer, dan pocos puntos peor sirve para redondear cifras, cosas como asistencia en los registros de almas, sondeo de prisioneros, labores comunitarias…
-Hay que tenerlo todo en cuenta-dijo Nora, haciendo apuntes en una cartulina ya bastante llena en la que intentaba planear su nuevo itinerario-solo tenemos dos meses y cada segundo cuenta.
-Chicos-Laiyon acababa de ver a Travis saliendo de la cocina con unos vasos lavados-¿me dan un segundo?, voy por una bebida, ¿quieren algo?
-Uy, yo quiero una malteada de mango-pidió Dowie, lo siguió con la mirada y dejo escapar un extraño chillido al ver que se inclinaba para hablar con Travis en voz baja.
-“¿Qué fue ese ruido?”
-Oye, ¿acabas de chillar?
-Ignórenme, así me pongo cuando dos amigos que tengo por separado se entienden.
-Tú sí que eres raro.
Al margen de las ilusiones de Dowie…
-Tu amigo es un patán.
-¿Vandarec?
-No, el otro cretino irlandés que me dejaste-replico, acomodando los vasos de cualquier manera-¿sabes?, he conocido a muchos idiotas, pregúntale a Dowie, pero ninguno como él.
-¿Pero que tiene?
-Se burla de todo y no conoce el respeto, eso tiene, se apropio de una oficina y de allí no lo ha sacado nadie.
-¿Ni Milo?
-Dice que es tu problema y que más te vale sacarlo de allí antes de que Jack regrese.
-No sé qué decirte, estoy muy apenado.
-Solo arréglalo-se ablando al ver su expresión-y no te culpes, ya había oído que el tipo estaba un poco loco, siglos mirando sobre el hombro hacen eso.
-Hablare con él esta noche, gracias, Travis-regreso a la mesa-¿en que estábamos?
-¿No ibas por una bebida?-pregunto Lauri.
-¿Y mi malteada?
-Oh…esto…creo que me olvide, je-Dowie chillo de nuevo.
-“¡Deja de hacer eso!”
-Laiyon-dijo Nora, limpiando sus lentes-tenemos mucho trabajo por delante y si te sientes mal tienes que decírnoslo.
-Parece que estoy algo ido, lo siento-pero podía aprovechar la escusa-no hay escuela esta noche, tal vez deba quedarme en casa, hacer las tareas atrasadas y descansar.
-Oye, ubícate, ¿haces tarea o descansas?
-¡Dowie!, saquen sus libros, les ayudare con los cuestionarios.
Laiyon creía conocer muy bien a Vandarec, después de todo habían sido mejores amigos desde los cuatro años, pero nunca se detuvo a considerar los estragos que cinco siglos en estado de fuga, persiguiendo una meta aparentemente imposible, podían hacer a una mente ya de por si compleja y obsesiva, claro que Vandarec nunca fue el más sociable pero tampoco era un patán desconsiderado, ni un ermitaño loco…ah, pero lo pensaba y recordaba la alcantarilla y su expresión ansiosa, el pobre estaba cansado y Laiyon se sentía responsable, después de todo Vandarec había caído en ese estado por buscar una forma de liberarle.
Las tribulaciones le acompañaron de vuelta al departamento, donde se encontró con Dal y pudo contarle todo lo sucedido desde la noche anterior, lo único que omitió fue el asunto de Alastor, eso lo iba a consultar primero con Vandarec.
-Sabía que iba a regresar tarde o temprano-dijo-creo que el importas más que cualquier otra cosa, es un amigo leal.