El Fénix y la Nieve

Capítulo 7- El Norte

Un poco más del principe, perdón que ando desaparecida, mucho trabajo y cansancio

-----------------------------------------------------------------------------------------------------

No había tenido una idea clara sobre qué encontraría al llegar, pero no imaginaba que la situación fuera tan mala. En la fortaleza quedaban algunos soldados reales y otros del ejército del general Zhang, una cantidad escasa que custodiaba el lugar mientras otros pocos estaban más lejos, en la frontera resistiendo los ataques enemigos. También había algunas familias que se habían instalado allí y todo estaba manejado por un funcionario que no era muy consciente de sus funciones o mejor dicho que pensaba solo en el propio beneficio.

El lugar parecía abandonado y el clima no ayudaba, Wu Fang había estado ocasionalmente en el norte, pero ahora el frío y los vientos fuertes eran más intensos, hasta parecía que el mundo hubiera perdido el color. La capital estaba llena de colores, acá todo parecía ser gris y opaco, hasta las vestimentas sencillas de la gente.

Había tanto para hacer allí que Wu Fang ni siquiera sabía por dónde empezar, así que empezó por lo que mejor sabía, ser el Príncipe Heredero y usar su estatus para imponer respeto, infundir miedo y organizar las cosas.

Lo primero fue pedir informes y los libros de cuentas al funcionario, y por la cara de pánico del hombre estaba seguro que lo suyo no solo era inoperancia sino también corrupción, así que se instaló en la oficina y puso a uno de sus hombres a acompañarlo mientras preparaba el informe. Y mientras tanto se puso a revisar las provisiones.

La comida era escasa, los caballos no estaban en buen estado y tampoco parecía haber suficiente armas. Por lo pronto él había traído una buena cantidad y tenía dinero para abastecerse, pero todo dependía del tiempo que llevara aquella lucha, si eran unos meses le alcanzaría, si se extendía en el tiempo, dependería de la asistencia de su padre. E imaginaba que los de la corte no estarían predispuestos a que las arcas del estado se abrieran para asistirlo.

Fue un primer día agotador y cuando finalmente llegó la noche, se sirvió una taza de té para relajarse, el brebaje sabía horrible, no era el té que acostumbraba a tomar y de alguna manera aquella cuestión tan pequeña y doméstica le hizo dimensionar cuánto había cambiado todo.

Los días siguientes no fueron mucho mejor, le costó organizar a los soldados que estaban allí. A algunos porque pertenecían al ejército del General Zhang y tenían un orgullo que los hubiera acercado a la sublevación si no fuera porque Wu Fang era el Príncipe heredero y porque cuando uno de ellos fue irrespetuoso le demostró que sus años de educación militar y años de entrenamiento no eran en vano, no estaba jugando a ser un guerrero, lo era. Y otro grupo parecía haber perdido cualquier objetivo y convicción, solo permanecían allí por inercia, como si hubieran quedado atrapados en un limbo fantasmal. Sus hogares quedaban lejos, en distintos lugares del país y la guerra estaba más allá de la fortaleza. A ese grupo intentó insuflarles esperanza, devolverles los ideales y la ambición que los había llevado hasta allí, y quizás porque era la primera vez que veían a alguien de un estatus tan alto, un poco los sacó de aquel sopor en que estaban.

Pero unificar a esos grupos más su propio ejército y la gente que había reclutado en el camino, para convertirlos en una verdadera milicia, iba a ser muy difícil. Debía convertirse en un líder, no solo un jefe marcial sino algo más, algo cercano a lo que Longyin había sido para él, alguien que los inspirara, un guía al que desearan seguir, y no estaba seguro de poder serlo.

Tuvo un sueño extraño. Nevaba, una capa gruesa de nieve cubría todo, solo podía ver una extensión infinita de aquella blancura perfecta y fría, no sabía hacia donde ir porque era algo muy parecido a la nada, de pronto en el cielo apareció un fénix de fuego ardiendo con vehemencia, y mientras él se preguntaba cómo era posible aquella combinación, vio venir a alguien hacia él. La nevada intensa no lo dejaba ver con claridad los rasgos de la persona. Fuera quien fuera siguió acercándose y al llegar frente a él le tendió la mano. Era lo único que podía ver con claridad, la mano extendida, y él la tomó. De alguna forma tomar aquella mano lo hacía sentir a salvo, ya no estaba perdido. Se despertó sobresaltado por la intensidad de las emociones que sentía en el sueño, se aferró casi con desesperación a los últimos girones del sueño en aquel instante de semivigilia, quería ver quién era la persona que llegaba, quería saber un poco más y quería seguir aferrando esa mano. Una vez completamente despierto casi se rió de sí mismo por darle tanta importancia a un sueño, sin embargo las sensaciones se quedaron con él.

Aún faltaba tiempo para que supiera que de los mensajes de los sueños no hay que reírse y para que descubriera de quien era la mano que no quería soltar.

Le llevó un mes y medio organizar medianamente la fortaleza, y entonces decidió ir hacia las fronteras.

-¿Está seguro, Alteza? Creo que deberíamos esperar un poco más para entrar en combate – dijo su hombre de confianza.

-No entraremos de lleno al combate aún, pero hace dos meses que estoy aquí, tengo que ir a ver lo que está pasando con mis propios ojos, más allá de los informes, y también conocer a los soldados que están peleando. Solo entonces podré armar una estrategia adecuada.

-Pero los riesgos...- dijo preocupado.

-Soy un soldado también, conozco los riegos y los acepté desde el momento en que decidí venir aquí. No viajé tanto para encerrarme en esta fortaleza mientras los demás pelean.

Una vez terminados los preparativos, el príncipe se dirigió a la frontera acompañador de un grupo de caballería e infantería compuesto por treinta de sus mejores soldados, aquellos en quienes confiaba plenamente. Dejó a los demás en la fortaleza para mantener el orden y seguir reclutando gente. Avanzó y entendió que todavía podía ir más al norte, todavía la tierra podía ser más hostil y que él no estaba preparado para ello.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.