Capítulo 29- Flores en la nieve

¿Adivinen quién está hablando mucho de pronto?

Así que les dejo un poco más aprovechando que tuve tiempo de escucharlo y escribir

Y...sé que estamos en el 29...pero ( les digo al final del capítulo)

¿Avisará BN o no de la actualización? Yo creo que no y ya no sé cómo arreglarlo para que avise

Abrazo

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Wu Fang se detuvo a observar a Báixuě, era hermosa siempre lo había sido pero él conocía muchas mujeres que lo eran, en ella su inteligencia siempre le había parecido su mejor cualidad, pero ahora se distraía admirando la elegancia de sus manos al mover las fichas, la forma en que se mordía el labio al concentrarse, su piel clara tan semejante a su nombre.

-Su Alteza, se está distrayendo del juego – dijo ella llamándole la atención y eso lo hizo volver en sí.

-Mi cuñado ofreció ayudarme – dijo como si hubiera estado pensando en lo que ella le había dicho instantes antes.

-¿No confía en él?

-Sí, confío.

-Acaso, ¿no se cree digno de su ayuda?

-Puede ser, pero no importa porque necesito ayuda.

-¿Entonces por qué duda?

-No quiero involucrarlos – respondió y ella supo que se refería tanto a su cuñado como a su hermana y a su sobrino.

-¿Ellos estarán a salvo si usted muere aquí?

-No, no lo estarán, ni siquiera la influencia de Fei Longxuan o su inteligencia bastarán como escudo. Si yo muero irán por mi hermana y mi sobrino.

-Entonces ellos ya están involucrados, Su Alteza. Y por el bien de todos, sería bueno que acepte esa ayuda.

Lo que la mujer decía era verdad, habían llegado a un punto en que solo con la victoria y el regreso podría proteger a los suyos. Y debía aceptar la ayuda de Longxuan, porque él era la persona más confiable que podría monitorear lo que sucedía en palacio y porque compartía su objetivo de mantener a Liyuen segura. Además ya no había otra opción, aunque tratara de mentirse a sí mismo, su hermana también estaba en la capital librando una batalla, era imposible que la concubina Shuan la dejara en paz.

Su peor temor se había esfumado pues no volverían a casarla con alguien contra su voluntad, y ahora tenía al Ministro Fei a su lado, pero eso no significaba que su madrastra alejara sus garras de ella.

-Sí, tendré que aceptar su ayuda – dijo él casi con tristeza.

-Algún día podrá protegerlos, ¿no es eso por lo que lucha?- preguntó ella.

-Sí, pero hasta ahora parece que soy yo quien recibe más protección.

-Tampoco está mal, si piensa cuidar de todo un país , también necesitará que lo cuiden. No parece ser muy bueno en eso – dijo levantando una ceja y eso lo hizo reír.

-Intentaré que no tenga que rescatarme de nuevo – le dijo.

-Eso espero, allí tirado en la nieve y con la sangre a su alrededor, pensé que había muerto- dijo ella con tono apesadumbrado. Y él recordó el grito que lo llamaba mientras se hundía en la inconsciencia. Ahora que lo pensaba fríamente, lo llamaba con verdadera angustia.

¿Qué significaba él para aquella mujer?

-Gané- le dijo de pronto y Wu Fang miró el tablero. Ciertamente lo había derrotado.

-Es verdad.

-Sigue distrayéndose, Alteza , no se esforzó realmente.

-Lo siento, es verdad que tenía la mente en otro lado. Prometo ser un mejor oponente la próxima vez y ganarle.

-Sí, espero que se concentre en el juego la próxima vez. Ahora dígame, ¿hay algo que necesite pedirme?

Él la observó un instante, ya le debía mucho, en todos los sentidos.

-Necesito mapas…-le dijo

-Su alteza, sabe qué no es algo dentro de lo permitido.

-Lo sé, pero no necesito mapas nuevos sino de la época en que los territorios aún nos pertenecían, así que podría decir que entran en categoría de ¿antigüedades? Quizás estén en manos de algún coleccionista de arte, quizás usted tenga idea de donde conseguirlos. No pido que se ponga en riesgo – aclaró pero al momento de hacerlo supo que era exactamente lo que le estaba pidiendo, pues si ella buscaba esos mapas sería muy obvio el motivo- Olvídelo, olvide lo que acabo de decir- se corrigió.

-¿Hay algo más que necesite?

-Debo esperar a que nos envíen la próxima partida, creo que recién ahí sabré si necesito algo más y si tengo dinero para pagarlo. Porque me temo que mi deuda sigue creciendo, y aún no estoy seguro de cómo pagarlo- dijo mirándola. ¿Cómo se pagaba una vida?

-Si gana, si se logra la paz, será más fácil circular para nosotros y comerciar. Podremos llegar a lugares donde no llegamos aún, las rutas del norte se abrirán completamente.

-Son suyas- dijo él impulsivamente.

-¿Qué?

-Aún no sé cómo pagarle, pero si llego a gobernar, su caravana tendrá prioridad para comerciar en las nuevas rutas que se abran y contará con mi apoyo. De hecho debería firmar algún contrato…

-Su Alteza- lo detuvo ella- Agradezco el ofrecimiento, no puedo negar que es un negocio muy atractivo , pero lo hablaremos si llega ese momento. Y no puede existir ningún papel firmado, más allá de los productos que entrego – dijo volviéndolo a la realidad. Un contrato de ese tipo implicaría una alianza y una trampa para ella, un final a su neutralidad.

-Lo siento, creo que soy quien sigue cruzando los límites.

-Fui yo quien los crucé- dijo ella mirándolo de frente.

-¿Entonces no habría salvado al general enemigo?

-No. La guerra nunca fue asunto mío- dijo ella – Será mejor que regrese a la caravana, es tarde. Partiremos mañana temprano y volveremos el mes que viene – dijo como si cambiara el tema y evitara que él hiciese cualquier otra pregunta que los pusiera en algún aprieto.

-La acompaño- se ofreció y ella asintió.

Mientras caminaban en el frío rumbo a la caravana que estaba apostada afuera de la fortaleza como siempre, Wu Fang sintió una extraña nostalgia porque le hubiera gustado caminar junto a ella pro un lugar más agradable.