Capítulo 32- Juego peligroso

Un poco más

Espero que les guste.

Deseo que todos estén bien, abrazo y buen fin de semana

¿Qué hará esta vez BN , avisará o no avisará?

Spoler: NO AVISÓ

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Tras aquella victoria, la situación de Wu Fang mejoró, no solo porque se sentía más seguro sino que la próxima partida de provisiones y dinero , gracias a la intervención de Fei Longxuan, ayudó a mejorar sus condiciones. Pudo estar tranquilo de que a sus soldados no les faltara comida ni pago, y eso también ayudaba a sostener su liderazgo.
Las siguientes batallas fueron menores, destinadas a proteger lo que habían conquistado, aún quedaban grandes batallas por delante y debía apresurarse antes que llegara lo peor del invierno.

Así que se dedicó de lleno a planificar sus futuras estrategias. Cuando se sentía agotado, su mente se desviaba al tablero de weiqi, pensaba miles de jugadas pero no se atrevía a tocar ninguna ficha

Se preguntaba si alguna vez volvería a jugar.

Se preguntaba si podría en los años venideros separar aquel juego del recuerdo de Báixuě

Se preguntaba si la volvería a ver.

Los días siguieron transcurrieron, y varias semanas después, mientras estaba instalado en el campamento de la frontera, recibió una nueva carta de su cuñado. Y su furia estalló.

Desde afuera, Songchen escuchó el ruido y entró apresurado por si algo le había sucedido al príncipe.

Había cosas rotas en el piso, lo que antes estaba en su escritorio había sido lanzado por él. Y Wu Fang tenía los puños firmemente apretados y apoyados contra el escritorio como si acabara de golpearlo.

-Su Alteza, ¿qué sucedió? ¿Malas noticias?

-Fei Longxuan por pedido de mi padre ofreció las rutas comerciales del norte al Márquez Tao Wuxian a cambio de su apoyo- dijo e hizo una mueca que aunque parecía ser una sonrisa no lo era, estaba llena de cinismo- El rey sigue usándonos como piezas a su gusto, para obtener apoyo financiero y político, negoció con mi futura victoria.

-Pero, es su pariente, no es así. Y si dan apoyo al rey poniéndose del lado de su causa, eso lo ayudaría- dijo Songchen no entendiendo por qué estaba tan molesto.

-Las rutas del norte...- repitió. Su padre volvía a interponerse en su camino, ¿qué sería de Baixue ahora? Él no podría cumplir con lo que se había propuesto y que le había ofrecido alguna vez, y no solo eso, sino que si en verdad triunfaba, el poderoso Tao Wuxian se haría cargo del comercio allí, desplazando a La Nieve. Lo conocía, no le gustaba compartir territorio ni ganancias, más si acababa de pagar por la exclusividad.

¿Dónde iría ella si era desplazada?

Estaba enfurecido con su padre porque pasara lo que pasara parecía no tener escapatoria, siempre decidía por él, lo había enviado al norte para probar que era digno de ser su heredero, le brindaba la ayuda precisa solo para demostrar que era justo como gobernante, hacía tratos usándolo como garantía, e incluso, seguramente, ya estaría pensando en una nueva alianza matrimonial si él volvía vivo.

A veces pensaba que a su padre ni siquiera le importaba si volvía vivo, que le encontraría un uso ya fuera que regresara o que muriera en batalla. En ese instante lo odiaba, porque acababa de quitarle lo único que él pensaba poder ofrecerle a Báixuě ¿Y cómo iba a explicarle que él no sabía, que él no decidía?

Volvía a sentirse impotente, inútil, como la vez que no había podido ayudar a Liyuen.

Tal vez las personas que le eran más queridas siempre terminaban dañadas por su cercanía.

-Alteza...- lo volvió a llamar Songchen y él empezó a respirar profundo tratando de calmarse.

-Necesito un rato a solas- dijo.

-Estaré afuera si me necesita- respondió su subordinado y se marchó.

La carta de Longxuan permanecía en el piso, la dejó allí porque en ese instante también estaba enfadado con él por ser el mensajero de aquellas noticias. Y aunque estaba seguro que lo había hecho con buenas intenciones pero eso no cambiaba el hecho de que hubiera seguido el juego de su padre arruinándole los planes.

¿Y si perdía la guerra? ¿Y si dejaba que en el norte todo siguiera igual que antes de que él llegara?

Ese pensamiento le pasó fugazmente por la cabeza, pero sabía que era absurdo, porque iba contra él mismo, y peor aún porque sería un desperdicio de los esfuerzos de Báixuě por ayudarlo.

Suspiró

Iba calmándose poco a poco.

No había otra salida que ganar , reconquistar los territorios, volver a palacio, y emprender otra batalla contra la concubina Shuan y sus secuaces e incluso contra su padre para reclamar el derecho a manejar su propia vida.

Una vida que era una lucha incesante. Él buscaba darle paz a sus ciudadanos, pero él no la tendría nunca.

Se sentó, apoyó la cabeza contra el respaldo y cerró los ojos mientras recuperaba la calma.

No quería ponerle un nombre a lo que sentía por Báixuě, pero esos sentimientos estaban allí, profundos, intensos y casi sin darse cuenta aquella mujer había pasado a ocupar el centro de sus pensamientos, incluso sus planes giraban en torno a ella, por eso se había alterado tanto.

En su vida La Nieve era una nueva variable, una que lo desconcertaba pues siempre se había guiado solo por el deber y por el peso de su título.

Y ahora quería ganar una guerra por ella

Y ahora quería vivir por ella

Y hubiera sido capaz de renunciar a todo por ella

Y hubiera deseado ser un hombre común y libre, por ella.

Un par de semanas después volvía de una expedición que había hecho hacia los territorios reconquistados , cuando Songchen que había quedado en el campamento llegó hasta él trayendo más soldados.

-¿Qué sucede? – preguntó al ver a su hombre, su cara no presagiaba buenas noticias