El Fénix y la Nieve

Capítulo 35- A tu lado

Un poco más de ellos, espero les guste

¿Avisará BN o no? Es día de semana ¿apostamos?

--------------------------------------------------------------------------------------------------

Al día siguiente, volvió Hui, su guardia, con información sobre la gente de la caravana. Y también empezó a nevar, el invierno empezaba en el norte.

-Todos están a salvo. Algunos recibieron heridas menores, pero todos están bien y rumbo a donde los envió. El resto de los guardias se distribuyeron para acompañarlos y están esperando órdenes- informó.

-Gracias, Hui por traerme buenas noticias ¿Tú estás bien?

-Sí, lo estoy ¿Samid?

-Va mejorando, puedes ir a verlo. Aunque sería mejor que descanses y comas algo antes.

-Lo haré, y cuando necesite algo, avíseme.

-Sí, no te preocupes- le dijo. Se sentía aliviada de que todos estuvieran a salvo , al menos por el momento. Pensó que también tendría que hacer algo con sus guardias, no quería volverá exponerlos, no por sus decisiones personales. Pero sabía que no sería fácil convencerlos.

Wu Fang se equivocaba, ella no podría ser un buen general, no imaginaba el peso de guiar a su gente a una batalla, sabiendo que podían morir.

Ahora entendía un poco más el peso que cargaba el Príncipe, porque aunque él fuera junto ellos, aunque corriera el mismo riesgo, aunque los soldados fueran conscientes de que marchaban junto a la muerte cada día, era demasiado peso.

Antes de conocerlo , ella no había imaginado que alguien tan poderoso fuera también tan solitario, porque había decisiones que solo él podía tomar, así como la culpa que eso podía significar.

Deseaba que el camino de Wu Fang no fuera tan difícil, porque ella comprendía que ,la mayor parte del tiempo, el príncipe avanzaba sobre un camino de espinas.

Como si sus pensamientos lo hubieran invocado , él llegó.

-¿Qué te dijo tu guardia?

-Están bien, los que escaparon están a salvo y rumbo a sus nuevas vidas.

- Me alegra mucho ¿Estás más tranquila?

-Sí, ahora debo esperar que respondan mis otras cartas y que Samid esté en condiciones de viajar.

-El clima está empeorando.

-Sí, por eso no hay noticias de tus enemigos, ¿verdad? Están esperando que el invierno sea más intenso.

-Eso creo, ellos tienen ventajas porque están acostumbrados a este clima, para nosotros es más difícil combatir en estas circunstancias, así que están esperando.

-¿Ya tienes algún plan?

-Tengo tus mapas que nos ayudarán, aún así el clima sigue siendo la gran desventaja y estoy tratando de ganarles de mano, de atacar antes que lo hagan, pero debo planificarlo bien, no hay margen para el error. Y también espero información de Longxuan.

-Será difícil…

-Pensé que ibas a darme algún consejo, La Nieve conoce mejor a la nieve que nadie.

-Ojalá supiera qué decir.

-Quédate – dijo él de pronto.

-¿Qué?

-Aún cuando Samid se recupere, quédate aquí en la fortaleza.

-Wu Fang, no puedo hacer eso.

-Quédate conmigo aquí- dijo acercándose a ella- Necesito saber que estás a salvo, necesito poder ir a esa batalla sin temer qué te suceda algo. Y por ahora éste es el lugar más seguro.

-No es mi lugar. Además, ¿se supone que me quede y que cuando vayas a la guerra solo espere rogando que regreses vivo?

-Si tú estás aquí esperando, regresaré vivo- dijo él- pero no podré concentrarme si estás lejos y puedes caer en manos enemigas. Antes no me importaba morir en esta guerra, mi estancia en el norte era una apuesta de todos modos, pero tú cambiaste eso. Necesito estar enfocado y no podré si imagino que corres peligro. Quédate, dame estos días junto a ti antes que vaya a batalla, y ,cuando deba irme a combatir, dame una razón para regresar.

- ¿Qué me estás pidiendo?

-Que robemos un poco de tiempo al tiempo y te quedes conmigo- dijo él mirándola intensamente

-Wu Fang – musitó ella pero esta vez su nombre no sonaba a protesta, sino a anhelo. Él tomó su cara entre sus manos y la besó, suave, con delicadeza durante un instante. Luego se separó.

-Éste es el único límite que cruzaré, y por única vez, no puedo hacer promesas y lo único que pido es que te quedes aquí.

-Me quedaré – dijo ella . Era completamente absurdo, pero aún así no podía negarse. No cuando había deseado que ese instante efímero durara, y aferrarse a él.

No había mucho que pudiera hacer por Wu Fang, así que lo ayudaría a no estar solo durante aquel tiempo previo a la batalla, y si era necesario se lo arrancaría de las manos a la muerte aunque luego debiera dejarlo ir.

Quizás él supo todo lo que ella no dijo, quizás lo sintió, porque la abrazó a sí.

-Gracias por aceptar, sé que no es fácil- musitó contra su cabello y la sostuvo un rato, hasta que la soltó.

Los días siguientes pasaron mucho tiempo juntos aunque manteniendo el límite, los sentimientos estaban allí y la tensión entre ellos, pero simplemente la ignoraban para poder tener aquel tiempo prestado. Baixue había protestado que habría demasiado rumores, Wu Fang la había convencido de que en primer lugar estaba allí como aliada después de salvarlos y en segundo lugar que los rumores no le importaban.

-Estoy por ir a una guerra, me importan más las espadas que puedan atravesarme- dijo y ella lo miró enfadada.

-No menciones eso, y los rumores pueden ser filosos y cortar también.

-Lo sé, pero no importan por ahora, aunque quizás debiera preocuparme más por cuidar tu reputación, ¿verdad? – dijo cayendo en la cuenta que si los rumores de que estaban casi viviendo juntos se extendían quien saldría más perjudicada sería ella. Solo ellos sabían que respetaban los límites, que mantenían su relación en un plano platónico. Para los demás sería la mujer del príncipe.

-Yo me encargaré de mi reputación, tú de que ninguna espada te atraviese – le contestó ella. Y así pasaron los días, charlando, comiendo juntos, jugando weiqi y compartiendo las noticias que recibían.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.