El Fénix:el nacimiento de una leyenda

Una cruda realidad

Cometí un error un grande error,tal vez debí ser comido por esos lobos verdad?. Ahora moriré, no puedo controlar el temblor de mis manos no puedo siquiera mirar a los ojos a ese viejo escucho como levanta la espada de la mesa pero no me atrevo a mirar solo espero mi final.Se levanta el anciano,siento la mirada de todos me limito a ver mis manos temblorosas iluminadas por la poca luz que pasa por la ventana vieja y rota. Escucho sus pasos se dirige hacia mis espaldas y no puedo hacer nada. Dany mirará como muero después de salvarle la vida todos miraran mi muerte, escucho sus pasos más cerca cada vez más cerca no puedo dejar de sudar la muerte esta a escasos metros de mi. No puedo hacer nada me paralizó. Fnalmente dejó de escuchar los pasos esta a mis espaldas siento su presencia que espera que no lo hace, por que no lo hace. Piensa alargar esta tortura puedo empezar a sentir el frío filo de la espada en mi  nuca, podría pedir clemencia pero de que serviría ¡De nada! Al fin acepte mi destino ¡Solo matame! no se que espera ¡Solo matame! veo el filo de su espada pasando por mi oreja derecha apuntando hacia una pequeña vela vieja que usaba para iluminarme. La espada se prende en llanas muevo mi cabeza para no quemar me siento el calor que emana del arma que va a asesinarme. Acerca la punta de la espada al pabilo de la vela para encenderla, cuando empieza a quitar la espada la flama se hace mas grande tengo que quitar mi cabeza si no quiero quemarme.

 

Empiezo a sentir el calor de la espada en mi nuca ahora todo lo que puedo hacer es ver la pequeña flama de la vela antes de morir. No entiendo por que no me mata que espera para acabar con esto, acaso se divierte al verme sudando y temblando por el miedo ¡solo hazlo! que espera. Este maldito silencio no lo soporto. El silencio se rompe cuando Dany ríe en voz baja le parece divertido a ese imbécil el verme así después de salvarle la vida.

 

Maldito bastardo no lo soporto, empiezo a apretar los puños por la maldita impotencia, no importa lo que haga moriré no importa si pido clemencia terminaré muerto tengo que hacer algo el calor de esa espada maldita se hace mas grande cada segundo que pasa.

 

Simplemente no aguantó más golpeo con fuerza la meza con los puños cerrados me levantó lleno de odio volteo y miro a los ojos a mi verdugo veo la espada apuntando mi garganta, veo su viejo rostro lo esta disfrutando al igual que sus subordinados disfrutando del espectáculo. Me esta quemando el cuello el fuego de esa espada pero no pienso dar ni un paso atrás lo miro a los ojos lleno de odio. Levantó mi mano derecha y agarro el filo de esa espada en llamas el dolor es indescriptible apretó con fuerza el filo y no lo suelto mientras se quema mi piel y grito.

 

— ¡Hazlo mátame solo hazlo solo corta mi garganta y hazlo! Asesinarme no significa nada para ti cierto solo. ¡Hazlo Mátame!

 

La sangre empieza a derramarse por mi mano por fin quitó la mano de la espada. La espada deja de estar en llamas pero no me importa doy un paso adelante, el filo esta cortando levemente mi piel de la cara mientras lo miro a los ojos.

 

Su rostro de placer por verme sufrir cambia rápidamente no se por que y no me importa baja la espada y da un paso atrás mientras se enfoca en mi mano. Volteo a ver mi mano observo como la herido cierra lentamente y desaparece al igual que el dolor.

 

El pútrido anciano me mira con miedo al igual que los demás Dany, Alexander y Carlos se levantan de la mesa y me ven a los ojos horrorizados se alejan con miedo.

 

El anciano no deja de mirarme fijamente el odio regresa a su mirada, alguien me toma por la espalda apretando mi cuello. No puedo respira intento desesperadamente quitar su brazo de mi cuello,el anciano me golpea en el  estómago unas cuatro veces.

 

Se hace mas difícil  respirar, empiezo a ver borroso y escucho sus risas,alcanzo a ver como desenfunda su espada va a matarme Lo último que veo es su espada acercándose a mi cabeza.

Despierto, no puedo mover los brazos mi piernas están atadas estoy en donde era mi habitación, en el rincón creó que acaba de amanecer por la luz que pasa por la puerta,pero se oscurece de pronto.

 

Entra un soldado me mira a través de su casco,veo una luz azul a través de ella no se por que brilla así. Me mira y sale de la habitación, no se como llegue aquí me duele el  abdomen, no recuerdo lo que paso anoche. Lo último que recuerdo es el sangrar por agarrar el filo de su espada, no siento dolor en la mano no lo entiendo me corte la mano y se quemo la piel.

 

Entran el misterioso soldado con un compañero que desatan los pies y me ayudan a levantarme,uno de ellos saca su espada y la pone en mi  cuello escucho su risa a través del casco. Me llevan a la mesa hay esta el viejo, Dany, Alexander y Oscar me miran fijamente, me siento en la silla los soldados no se apartan siguen a mis espaldas.

 

Todo esta en completo silencio miro al anciano con desprecio y odio se da cuenta, solo ríe desenfunda su espada, la arroja sobre la mesa. Miro la espada no tiene nada fuera de lo común el anciano rompe el silencio.

 

—Solo lo preguntaré una sola vez mocoso y espero que  respondas, de lo contrario mutilare tus dedos entendiste.

 

—Perteneces a alguna facción si es hací que facción.

 

Lo miro nervioso y respondo con la verdad.

(El imperio en el que vivía Leonardo colapso por varios golpes de estado, provocando el fin de la guerra, provocando divisiones y facciones con ideología, creencias y estilos de vida diferentes).

 

—No,no pertenezco a ninguna fui el único que sobrevivo cuando destruyeron este pueblo. Por eso esta desértico, soy el último.

 

El anciano no parece impresionado por mi respuesta. Levanta la espada de la mesa apuntando directo hacia mi cara, de la nada se incendia. Mientras me mira a los ojos pregunta.



#12550 en Fantasía
#17911 en Otros
#2812 en Acción

En el texto hay: sufrimiento, sangre, guerra

Editado: 17.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.