El Forastero

Capítulo 3: Revelaciones

De regreso el viaje se sintió más corto, tardaron los mismos 5 días, pero era como si los días se fueran más rápido.

Al llegar a la civilización Malin pagó a su guía lo prometido y se dispuso a encontrar un hotel en el cual pasar la noche. El día pasaba y no encontraba algo que se adaptase a sus necesidades, solo hasta que llegó una de las partes menos transitadas de la ciudad pareció sentirse cómodo con un hotel que había en la zona.

Allí subió a su alquilada habitación y cuando se dispuso a dormir cuando sintió de nuevo los mismos escalofríos que había sentido en la extraña cueva de donde había estado días atrás.

Esa noche tuvo una extraño pesadilla reveladora donde una criatura oscura oculta bajo una gran manta le hablaba en sueños. Su voz era leve, como una especie de susurro parecido al del viento cuando se mueve por entre los árboles y su tenue voz pronunciaba repetidamente estas palabras:

"Montaña Kabath - anciana Nashint Narád" ... "Montaña Kabath - anciana Nashint Narád".

Al despertarse lo primero que hizo fue anotar lo que la extraña entidad le había dicho antes de que olvidara el sueño.

Al hacerse las 11 a.m., aún algo aturdido se levantó, tomó su mochila y se dispuso a indagar. Preguntó a varias personas sobre la "Montaña Kabath", pasaron varias horas hasta que se topó con un hombre de barba prominente que le indicó donde quedaba la montaña y como podía llegar hasta a ella.

- La montaña Kabath está en el bosque Nagara – Dijo el hombre señalando un lugar en el mapa donde se suponía estaba la montaña.

Malin agradeció y se dispuso a ir hacía allá ese mismo día.

Tomó una moto taxi que lo dejó cerca al camino que da hacía el bosque y se dispuso a hacer el largo recorrido.

Malin estuvo siguiendo el camino por alrededor de dos horas hasta que a la distancia vio lo que le pareció una cabaña, se veía que era una cabaña muy vieja pero cómo estaba muy cansado pensó en llegar, pedir unas cuantas indicaciones y si se podía, descansar un rato.

Al subir los pequeños escalones que daban a la puerta sintió de nuevo ese escalofrío que había sentido antes, así que un poco desconcertado se dispuso a tocar la puerta.

Toc... Toc... Toc...

Tres golpes secos a la puerta. Nadie atendió.

Toc... Toc... Toc... - Tocó Malin de nuevo la puerta.

Esta vez pareció ir que algo se movía dentro de esta así que muy cordialmente preguntó si había alguien en casa.

- ¿Hay alguien en casa? Es que estoy explorando la zona y me he perdido un poco, me preguntaba si podría darme unas indicaciones.

La puerta se abrió de repente y salió una extraña anciana algo baja y jorobada, tan arrugada como la vida misma.

- Mucho gusto Malin, te he estado esperando hace mucho – Dijo la anciana después de soltar una extraña y perturbante carcajada donde se asomaba una hilera de dientes podridos.

 



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En el texto hay: demonios, terror, terror suspenso

Editado: 23.01.2022

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