Capítulo 4: Confusión

- ¿Quién carajo es usted? Y ¿Cómo sabe mi nombre? – Dijo Malin de forma tajante

- Yo sé muy bien quién eres, donde estuviste, sé lo que has hecho y sobre todo por qué estás aquí. Ese sueño premonitor y lo de las inscripciones que desconoces que yacen en un papel en tú mochila

Malin se quedó desconcertado -, ¿Esa extraña anciana cómo sabía todo eso? Y ¿Qué otras cosas sabía? ¡Maldición! Qué extraño se estaba tornando todo -, fue lo que pensó Malin casi al instante. Temió, pero no quiso demostrar miedo.

- Si ya sabes todo, entonces dejémonos de cordialidades y dime ¿Qué fue ese extraño sueño? Y, sobre todo, háblame de las inscripciones que estaban en esa cueva Kraroth. – Dijo Malin.

- Ja, ja, ja. Eres muy interesante muchacho, ¿No te preguntas cómo supe de todo eso? O mejor aún, ¿Cómo se sobre Margaret?

- ¡No te atrevas a mencionar siquiera su nombre! Una sucia anciana como tú no es digna siquiera de saber quién era ella. – Dijo Malin con cierto tono de molestia

Pero ahora que lo dices, cuéntame cómo sabes sobre ella, sobre mí y sobre qué hago aquí

- Malin, tu destino está escrito desde antes que tú nacieras, desde que la tierra era joven y el mundo solo daba sus primeros pasos a la civilización.

- Está bien, no me interesa, háblame sobre las inscripciones inentendibles que estaban talladas en la roca y sobre la criatura de mi sueño. ¿Acaso eres tú la anciana Nashint Narád?

- Sí, lo soy – Dijo la lúgubre anciana

La extraña criatura que te habló en sueños es nada más y nada menos que el Forastero, él elige a quienes mostrarse y cómo hacerlo. En algunos relatos Kraroths a los campesinos desolados se les aparecía en sueños o su espíritu vagaba por las calles a altas horas de la noche.

Y con respecto a las inscripciones tengo que decirte que no fueron hechas por manos humanas. Esa es la antigua lengua Rzasterz o la lengua de los demonios.

- ¿El forastero? ¿Cómo hago para comunicarme con él? – Dijo Malin mostrando cierta emoción.

En cuanto a la lengua demoniaca, ¿Cómo la traduzco? O ¿Qué hago con ella?

- Con calma joven, noto en ti cierta tensión. Tengo que explicarte más a fondo para que logres entender lo que deberás hacer si quieres sellar un pacto con él.

Lo que estaba en esa roca, lo que la lengua demoniaca decía no era algo tan revelador como esperabas, ese es el ritual, las palabras que debes pronunciar y los pasos que debes seguir para que él se presente ante ti en forma física y que puedan cerrar un trato.

Por suerte para ti, yo conozco muy bien esa extraña lengua, ¡ja, ja, ja! – Dijo la anciana mientras se carcajeaba de una forma que erizó los pelos de la nuca de Malin

La tarde caía y Malin no quería quedarse por mucho tiempo en ese bosque, así que apresuradamente dijo:

- Okey anciana, si sabes la lengua tradúcemela, no tengo tiempo que perder aquí.

- Está bien chico, aunque hace ya más de mil años que olvidé el ritual, dame lo que anotaste para recordar exactamente los pasos a seguir.

Malin quedó confundido - ¿A qué se refería con mil años? – Pero como se hacía tarde prefirió no preguntar.

Entonces Malin sacó de su mochila el papel donde había anotado lo que decían las inscripciones y extendió su mano hacia la anciana.

La anciana recibió el papel y se dispuso a anotar en otra hoja de papel los pasos a seguir

- Toma muchacho, aquí están las indicaciones de lo que debes hacer para comunicarte con él, si tienes suerte se presentará ante ti con una forma parecida a la de los humanos, si no lo hace no te asustes, se enfada con facilidad.

Malin miró a la anciana por última vez y se dispuso a salir e irse de ahí lo más rápido que pudiera, desde que llegó había tenido una sensación extraña, como si tuviera algo montado sobre los hombros.

Al salir de ahí se fue sin mirar atrás, ni siquiera miró el papel, de inmediato se lo metió en el bolsillo derecho de su pantalón y se fue por el mismo camino que había pasado.

Ahora un olor fétido parecía haber inundado el bosque y para su des fortuna se hacía cada vez más oscuro, si no se daba prisa caería la oscuridad y en aún se encontraría andando por el sendero del bosque.

Al caer la noche Malin se encontraba fuera del bosque y buscando una mototaxi o taxi que pudiera llevarlo a un despacho para descansar. Luego de 5 minutos caminando se topó con un taxi que lo llevó a un hotel cercano donde pasó la noche. Esa noche descansó, por más que quiso no pudo soñar con el Forastero, tal vez se debió a lo cansado que estaba.

Sin embargo, al amanecer el día se dispuso a ir al puerto para volver a su antigua ciudad, a su hogar, donde vivió con su amada esposa.

Al llegar al puerto habló con el capitán del barco y entró a su camarote donde se recostó un rato. Al despertarse tomó el papel que aún guardaba en su bolsillo derecho y leyó lo que la anciana le había anotado.

"Si quieres hablar con el forastero deberás sacrificar algo que valga la pena para su regreso del reino de las tinieblas a esta miserable tierra humana.

Sobre lo que pedirás será dado al forastero en forma doble.

Esto quiere decir que sí quieres traer a la vida a alguien tú deberás sacrificar a dos personas, en tú caso sería ese, a menos que quieras traer a otra cosa del más allá.

Para iniciar el ritual deberás dibujar con sangre el siguiente signo, puede ser con sangre humana o de cualquier cosa.