Capítulo 5: Devuelta en casa

Malin quedó desconcertado, ¿Tenía que matar a dos personas?, él nunca había pensado que tendría que hacer algo así, pero ya estaba muy cerca de volver a tener entre sus brazos a su amada esposa y no iba a perder esa oportunidad.

Al llegar a la costa de su ciudad Malin se bajó de forma apresurada y se dirigió hacia su casa. Eran alrededor de las 6:45 cuando llegó a su barrio, sus vecinos al verlo se pusieron nerviosos y de inmediato las madres llamaron a sus hijos para que estos entraran a sus casas.

Malin por su lado camino con mucha indiferencia entre las calles que conocía de memoria y cuando llegó a la puerta de su casa entró y cerró la puerta de golpe.

Al entrar Malin esperó que cayera la noche, se puso unos guantes de látex para no dejar huellas, una máscara para no ser reconocido en caso de que alguien lo viera y alrededor de las 11:00 p.m. salió de su casa armado con un cuchillo de su cocina.

Estuvo mirando el barrio, observando las casas de manera sigilosa hasta que se decidió por una, su mejor opción.

Al ver que la ventana de la cocina de su vecino Mark Stevenson seguía abierta se introdujo por ella, al estar dentro notó un fuerte olor a cigarrillo que provenía de la sala, con sigilo se acercó por su espalda sin que Mark pudiera notarlo y de un solo tajo le cortó la garganta.

Mark se estremeció, intentó gritar, pero sus cuerdas vocales habían sido cortadas, al final Mark no pudo hacer nada más que observar cómo se le iba la vida sin que él pudiera hacer nada. Lo último que vio antes de morir era como Malin se dirigía al cuarto de su esposa Britany sin que él pudiera hacer nada para defenderla, y fue así como dio su último suspiro mientras una lagrima se escapaba de su ojo.

Por su parte Malin iba apresuradamente al cuarto de Britany y de una patada abrió la puerta.

Britany se despertó de un salto y al ver a una figura encapuchada llena de sangre con un cuchillo en su mano derecha intentó correr hacia la venta para tratar de escapar. Lastimosamente sus intentos fueron fallidos, antes de que pudiera abrir la ventana Malin la tomo del pelo y le clavó el cuchillo en la espalda cerca de la paleta y de inmediato la arrojó hacía el otro lado de la pared. Britany cayó de forma abrupta.

- Perdóname la vida, ¡Por favor, te lo ruego! Llévate todo lo que quieras, pero no me mates.

Fueron las últimas palabras de Britany antes de que Malin la apuñalara varias veces por el pecho.