El Gato De Atrás Del Muro

Capítulo 14: La Batalla en el Templo

En el mundo detrás del muro, la atmósfera era tensa. El templo, una estructura majestuosa rodeada de árboles antiguos, estaba bajo asedio. Multitudes de la Orden Oscura se lanzaban contra los defensores, que luchaban con valentía para mantener a raya a las fuerzas del mal.

El Maestro de los Gatos Caballeros, Rune y Rex estaban en la primera línea, combatiendo con habilidad y determinación. Sus movimientos eran fluidos, como si estuvieran marcando un ritmo en medio del caos.

"¡Oye, Rex!" gritó Rune, esquivando un ataque. "¿Crees que Sable, Akira y Silveri estén bien?"

"No lo sé," respondió Rex, lanzando un golpe a un enemigo. "El viaje al oeste puede ser muy peligroso."

"¡No se distraigan, caballeros!" intervino el Maestro, su voz resonando con autoridad. "No podemos permitir que pasen más allá del templo."

En ese instante, una figura oscura apareció en el tejado del templo. Con un movimiento rápido, desenfundó una espada y se lanzó hacia el Maestro, desafiándolo a un duelo.

"¡No!" gritaron Rune y Rex al unísono, preparando sus armas para ayudar. Sin embargo, el Maestro levantó una mano, deteniéndolos. "No, esta es mi pelea."

La sombra se acercó, revelando su rostro: era Kai, el hermano de Sable, un traidor que había cambiado de bando. Su risa resonaba con desprecio mientras se dirigía al Maestro. "Hola, anciano, y a sus fracasados estudiantes."

"¿Dónde están el Elegido y Akira?" preguntó Kai, su mirada llena de malicia.

"Jamás los encontrarás," respondió el Maestro con firmeza. "Están siendo resguardados por Sable."

Kai se rió, una risa fría y cruel. "Sable está muerta. Murió en una de las pruebas. Ahora quiero entrar al templo para revivirla. No te preocupes por el Elegido y Akira; los jinetes de la Orden Oscura están tras de ellos."

El Maestro sintió un escalofrío recorrer su espalda, pero su rostro se mantuvo impasible. "No permitiré que eso suceda. No dejaré que la oscuridad se apodere de este lugar."

Con un grito de batalla, Kai se lanzó hacia el Maestro, y el choque de espadas resonó en el aire. Rune y Rex, aunque ansiosos por ayudar, sabían que su maestro debía enfrentar a su antiguo aprendiz solo.

Mientras la batalla continuaba, el templo se mantenía firme, pero las fuerzas de la Orden Oscura eran numerosas. Cada golpe que daban los caballeros era un recordatorio de lo que estaba en juego: el futuro de su mundo y la vida de aquellos que amaban.

La lucha estaba lejos de terminar, y la sombra de Kai amenazaba con desatar un caos aún mayor. Sin embargo, la determinación del Maestro y sus estudiantes brillaba con fuerza, dispuestos a proteger lo que más valoraban, cueste lo que cueste.

La batalla se intensificó mientras las espadas chocaban y los ecos de la lucha resonaban en el templo. El Maestro de los Gatos Caballeros se movía con gracia y precisión, enfrentando a Kai con una mezcla de tristeza y determinación.

"¿Por qué, Kai?" preguntó el Maestro, esquivando un ataque. "¿Por qué te has unido a la oscuridad?"

"Porque la oscuridad ofrece poder," respondió Kai, su voz llena de desdén. "Y yo no tengo intención de quedarme en las sombras de mi hermana. Quiero revivirla y ser el verdadero líder de nuestro legado."

Rex y Rune observaban, tensos, sin saber cómo intervenir. "Maestro, ¿podemos ayudarlo?" preguntó Rune, sus ojos fijos en el enfrentamiento.

"Debéis proteger el templo," les ordenó el Maestro, sin apartar la vista de Kai. "No puedo permitir que su traición afecte a todos los que están aquí."

Kai lanzó un ataque feroz y el Maestro bloqueó el golpe, pero la fuerza del impacto lo hizo tambalear. "Cuando Sable se enteró de mis planes, me traicionó," dijo Kai, su voz llena de rabia. "Ahora es tu turno de sufrir por su elección."

"¡Nunca permitiré que la oscuridad se apodere de este lugar!" gritó el Maestro, el brillo de su espada iluminando la noche. Con un movimiento rápido, lanzó un contraataque que hizo retroceder a Kai.

Mientras tanto, las fuerzas de la Orden Oscura continuaban su asalto. Rune y Rex, al ver la situación crítica, decidieron actuar. "Debemos hacer algo," dijo Rex, apretando el puño con determinación. "No podemos permitir que Kai entre al templo."

Con decisión, se unieron a la lucha, enfrentando a los atacantes que intentaban entrar. Cada golpe que daban era un intento por mantener a raya la oscuridad que amenazaba con desbordarse.

"¡Juntos!" gritó Rune, mientras ambos se lanzaban al ataque. La coordinación de los caballeros creó una barrera de protección, deteniendo a los enemigos en su camino.

Mientras tanto, el enfrentamiento entre el Maestro y Kai se intensificaba. Kai, lleno de desesperación, desató una serie de ataques implacables. "¡No te interpongas en mi camino, anciano!" gritó, mientras la batalla alcanzaba su clímax.

El Maestro, aunque herido, se mantuvo firme. "La oscuridad no puede vencer a la luz. Nunca dejaré que destruyas lo que hemos construido."

Finalmente, el Maestro encontró la apertura que necesitaba y, con un movimiento rápido, desarmó a Kai, haciendo que su espada volara lejos. Kai cayó de rodillas, su expresión cambiando de rabia a desesperación.

"¡No puedes detenerme!" gritó, sintiendo que su poder se desvanecía.

"Tu camino ha llevado a la destrucción, Kai," respondió el Maestro, su voz llena de tristeza. "Pero aún hay tiempo para redimirte."

En ese instante, la lucha en el templo llegó a un punto crítico. Las fuerzas de la Orden Oscura estaban más cerca que nunca, y el tiempo se agotaba. El Maestro sabía que debía actuar rápido para proteger no solo el templo, sino también a sus estudiantes y al futuro que aún podía salvarse.

El Maestro, sintiendo la desesperación de Kai, decidió darle una última oportunidad. "Kai, aún hay tiempo para que elijas el camino correcto. No tienes que seguir en la oscuridad."

Sin embargo, en un giro inesperado, Kai aprovechó la distracción. Con movimientos rápidos, sacó un cuchillo oculto y, en un instante, se lanzó hacia el Maestro, clavándole el arma en la espalda.



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En el texto hay: humor, aventura epica

Editado: 24.09.2024

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