Capitulo II
Abro mis ojos y mi cabeza duele, creo que estallara, la habitación es blanca tiene cortinas rojas y la habitación está un poco desordenada.
Mi cuerpo pesa y duele, levanto mi cobija y… Estoy desnuda, pero, ¿Cómo? No recuerdo nada.
Ladeo mi cabeza y una pequeña nota esta sobre la mesa de noche, la tomo y dice “Siempre me encantas, gracias”.
Hay un par de billetes para el taxi, me levanto, me lavo un poco el rostro, pongo de nuevo mi ropa y bajo del hotel a esperar un taxi.
Al llegar a casa está Rosy, enojada y preocupada….
-¿Dónde diablos andabas?- Pregunta Rosy alterada.
Yo solo rodeo mis ojos y subo a mi habitación, Martina, una compañera de habitación y de universidad, es de Cartagena y también es becada, estudia derecho con Dötzel, toma de mi brazo, lo presiona y me empuja, me quejo y les grito que me dejen en paz.
-Estaba con Wesley, contentas!- Les contesto.
-Yo llame a Wesley y dijo que no sabía de ti… ¿Con quién pasaste la noche?- Rosy está preocupada.
-Ya les dije que estaba con Wesley, siempre estoy con él- Subo a prisa las escaleras y cierro la puerta de un golpe.
Me tomo un baño y las heridas de mi brazo se abren, arden un poco y me quedo un buen rato disfrutando el agua caer por mi cuerpo.
-Tam, abre la puerta- Es Rosy quien llama.
La ignoro mientras salgo de la ducha, me pongo ropa fresca y busco un buzo para tapar las heridas, me hago bolita en mi cama e intento dormir.
Al despertarme son las tres de la mañana, no tengo ni WhatsApp, ni mensajes de textos ni llamadas de Wesley, mientras por el contrario de Rosy tengo un resto que solo ignoro, a veces se pone tan pesada y quiere controlar mi vida.
Intento marcarle a Wesley pero sus llamadas pasan derecho al buzón… Me recuesto de nuevo en mi cama, me acomodo y me duermo.
Siento el agua fría arder en mi cara, al abrir mis ojos me doy cuenta que quien es Rosy la que me ha aventado una garrafa con agua fría.
-¿Estás loca?- le grito muy enojada, mientras pasó mis manos por mi rostro para secarme.
-Te llevo llamando desde las 5 de la mañana y no hacías más que roncar- Rosy se parece tanto a mi madre, es su madrina y no lo pudo heredar más.
Busco mi móvil en la desordenada cama, presiono el botón de encender y, mierda! Son las 6:30 am, y entro a las 7 am
Salgo disparada a tomarme una ducha corta, a buscar ropa fresca y un buzo… Bajo a prisa a la cocina, Ryan, el novio de Martina, viene por nosotras, bueno por ellas, yo suelo ser la mujer más impuntual del existente mundo.
Tomo un jugo de caja, agarro mi bolso que está en la sala y salgo a prisa.
El autobús, no pasa y me estreso, llamo a Wesley para que me evite llegar tarde pero el muy no contesta.
Suena mi móvil, quien es mi madre y me regaña, Rosy como siempre le dijo que iba tarde a la Universidad.
-Madre, debo colgar estoy en el autobús- Le miento.
-Tamara Bessler, se mas responsable, por favor y aléjate de Wesley, ese muchachito no te conviene-
-No comiences madre, Wesley es mi vida, no lo dejare porque el mundo se me venga encima-
-Tamara!- Grita mi madre a la otra línea del teléfono.
-Pi, pi, pi… Madre la señal se corta, paso por un túnel o algo así… De…bo col…gar… Pi, pi, piii- Cuelgo enseguida, mi madre se pone pesada.
Al llegar, para mi suerte, la facultad de economía es la última torre después de la facultad de Derecho, y Stefan me ve llegando tarde; siempre.
Al llegar la maestra Nancy de Finanzas no me deja entrar al salón, mientras por el contrario me grita fuerte, y me humilla ante todos por ser la becada, por ser Colombiana, por ser menos…
Intento esperar afuera de la clase, tomando apuntes de lo que medio escucho y amarrando mis lágrimas.
A la siguiente hora, llega la maestra de Contabilidad, Oriana, quien apenas me ve, me empuja y cierra la puerta.
¡Diablos! Que le pasa a todos hoy!? Mi sangre hierve, lo sé.
Camino hasta los baños, y en el baño de los hombres escucho unos pequeños y sueltos gemidos, me acerco por curiosidad y el bolso de Wesley esta en los lavamanos, mi corazón se tensa, mi cerebro trabaja en contra mía y mis manos tiemblan.
Doy unos pasos temerosos y con mis manos temblorosas abro un poco la puerta, ella es Danna Johnson, la chica más popular de la escuela, la muy perra estudia medicina, edificio que queda al lado del de Ciencias, donde estudia Wesley.
Doy un pequeño grito de asombro, Danna me mira y sonríe, intenta tocar mi cabello pero doy un paso atrás.
-¿Qué haces acá, Tamara?- Pregunta enojado Wesley.
-¿Qué haces tú acá, con esta!?- Grito alterada llevando las manos a mi cabeza y tirando de mi cabello.
-¿Me estas contestando, Tamara Bessler?- Su mirada se fija en la mía, el miedo empieza a correr.
Me toma del brazo y me empuja hacia la pared, tira de mi cabello y me lanza al lavamanos, caigo al piso inconscientemente y ellos huyen sonriendo.
Cuando logro despertar, corro y salgo de la universidad, tomo un taxi y le indico la dirección al apartamento que pagamos con Martina y Rosy.
Estaba sola en el apartamento, desesperada con miedos al borde, quería arañar las paredes y golpearme en la cabeza, tirarme del cabello.