El gen

6. Rojo al descubierto

El sonido del despertador me hizo levantarme de inmediato para apagar el molesto ruido que emitía.
¿Por qué tenía que ser desagradable?
Me senté en la cama aún dormida y me lamenté por no poder continuar dormiendo en las cómodas sábanas hasta tarde, estiré los brazos bostezando.
Cuando estuve más despierta recordé que este seria un día importante, teníamos la misión Belcast ¿sentía nervios? No, era más como un extraño presentimiento, pero debía ignorarlo y darle entrada.
Con mucho pesar me puse de pie notando a un lado de la cama el despetador programado una hora y media más temprano de lo habitual ¿por qué? No tenia idea del porqué habia adquirido ese raro hábito de levantarme muy temprano cuando habría una misión, ahora estaría haciendo nada hasta que mi turno empezara ¿o eso creía? Observé los productos de skincare al otro lado — ¿Por qué no?— murmure, en realidad tenia tiempo de sobra.
Me fui a dar una ducha y aproveché para lavarme el cabello porque tenía tiempo suficiente para que se secara por sí solo sin necesidad de una secadora.
Decidi vestirme con unas pequeñas bragas y una camisa holgada, solo me acostaria en la cama esperando que se secara la mascarilla que me habia puesto como último paso.
Llamada entrante= Central.
—¿Hola?
—Miller, necesito que vengas a mi oficina de inmediato— escuché la voz del capitán.
—Me vestiré y estaré ahí en diez minutos capitán.
—¡Te necesito de inmediato!— anunció y colgó la llamada.
Corrí al baño a quitarme la mascarilla y salí rápidamente de mi dormitorio.
¿Que habría pasado?
Sería algo grave ¿Estábamos bajo ataque enemigo? Corria rápidamente y sostenía mis pechos intentando llegar de inmediato a su oficina, pero me detuve al no escuchar ruidos o mirar a soldados alrededor alarmado, supuse que se trataba de que solo querría revisar algunas cosas antes de la misión.
Noté mi aparaciencia y agradecí que seguía siendo lo suficiente temprano como para que ningún soldado estuviera despierto, ni por los pasillos excepto las "sombras" quiénes vigilaban el lugar las 24/7 que solían ser imperceptibles.
La verdad no me importaba me observarán llendo por media central con el cabello suelto y media desnuda, pero mi capitán me iba a matar cuando viera mi aspecto desarreglado.
¿Cómo se me ocurrió presentarme de esta manera frente a él?
Había perdido la cabeza por completo y no había vuelta atrás el me dio la orden de presentarme de inmediato en su oficina y eso era lo que iba a hacer, llegué hasta la puerta de su oficina y toqué tres veces rogando que no contestara.
—Adelante— escuché su voz.
Entre por la puerta notando que había alguien más en compañía del capitán Kai y era el capitán Cole los dos se encontraban de espaldas mirando unas imágenes.
Trague saliva nerviosa —¿Me necesitaba capitán?— hable temerosa y rogué porque no se dieran la vuelta.
Ambos hombres se dieron la vuelta notando mi aspecto desarreglado y quise desaparecer por completo ¿cómo podía presentarme así frente a mis superiores? Hasta me encontraba completamente descalza.
Mordisquee mi labio inferior con nerviosismo —Perdónenme por mi aspecto— agarré fuerte la camisa —Pero el capitán ordenó que me presentara de inmediato— agregué queriendo ser invisible al notar que el capitán me observaba con enojo.
El capitán cole sonrió negando—Tranquila—pronunció amable —Pudo darte el tiempo para cambiarte y no lo hizo, así que técnicamente es su culpa ¿o no hermano?— soltó mirando a su amigo.
El capitán Kai lo fulminó con la mirada y el capitán Cole solo logró que se enojara aún más.
Se encogió de hombros —No es tan importante después de todo— añadió ignorando la mirada del capitán sentándose en el sillón.
—Es importante— mencionó con tono severo mi capitán.
Me entregó una carpeta que contenía varias imágenes dónde se observaba la llegada del ruso por la noche al país y posteriormente ubicándose en la fábrica de reciclaje.
Resoplo estresado —La misión se acabó— comentó el capitán.
—No lo creo– pronuncié con sinceridad al analizar nuevamente las imágenes
Nego suspirando tenso —¿Estás demente?—respondió —No contábamos con que el ruso estaría ahí— agregó impacible.
Tome aliendo —Llegó solo ¿verdad?— suelto dirigiéndome al capitán Cole.
—Sí— respondío.
Tomé asiento a su lado buscando su ayuda e intuía que el también quería continuar con la misión.
Se tocó el puente de su nariz negando y me dedicó una mirada hostil.
Lo ignoré —Todavia podemos hacerlo— propuse observándolo serena.
El capitán me detalló como si hubiera perdido la cordura ¿tenia el aspecto? Sí, pero no lo había hecho y está era una excelente oportunidad.
—Adeline tiene razón amigo— comento — Podemos continuar con la misión—agregó el capitán Cole apoyándome.
Le dedico una mirada amenazante —No, la misión se cancela—respondío serio.
—Sé que no estaba en nuestros planes su llegada, pero tampoco estaba en los suyos el que iríamos tras Belcast ¿cierto?—hable buscando su mirada —Capitán ¿Cree que tendríamos mejor oportunidad para acabar con esos dos? El ruso no puede estar más vulnerable como se encuentra ahora— añadí —Confío en el equipo que tenemos y en el plan— mencioné.
Me puse de pie acercándome a él y quedándome muy cerca suyo —Sé que podemos capturarlos— finalicé mirándolo fijamente.
Se mantuvo inexpresivo —Amigo— le hablo el capitán Cole tratando de convencerlo.
—De acuerdo— responde manteniendo su mirada en mi —Pero debemos informarles a los demás del cambio— añade apartándose ¿incómodo?
El capitán Cole se levanta para abrazarme festejando el triunfo y chocamos las manos en señal de victoria.
Mi capitán tose interrumpiendo la euforia del momento y me contempla con desaprobación.
Se mantiene impasible —¡Ahora saca tu trasero de aqui!— fulmina nuevamente con la mirada a su amigo que se aparta inmediatamente de mi —¡Ve a vestirte decente antes de que algún soldado observe tu apariencia!— ordena gritando y asiento dispuesta a huir.
—Soldado Adeline — pronuncia el capitán Cole antes de que salga de la oficina.
Me detengo —¿Sí?— suelto intrigada.
—Lindos rizos— responde y le sonrío cortes.
Observo al capitán temerosa y juraría que si continuo en el lugar por unos segundos más me despelleja viva.
Vuelvo a caminar hacia la puerta —Una última cosa— añade con un tono pícaro —Le queda muy bien el rojo— se ríe.
Me quedo confundida la camisa ¿que no es gris mi camisa? Pronto algo hace clip y recuerdo llevar puestas unas bragas rojas ¿pero como lo sabe? Es imposible.
El capitán igual de confundido me detalla nuevamente y su mirada se desvía mirando una zona en especifico, mi trasero.
Ambos notamos la parte de mi camisa levantada que dejaba al descubierto demasiado.
—¡Perdón!— suelto avergonzada y me paralizo sintiendo como mis mejillas arden.
El capitán camina furioso hacia mi dirección tapando la vista de su amigo y bajándome la camisa rápidamente.
—Tienes 5 segundos para desaparecer de mi vista— pronuncia amenazante y escucho reír a carcajadas muy divertido al capitán Cole.
Salgo lo corriendo de la oficina sin esperar a escuchar algo más y sin mirar atrás, acato las órdenes de mi capitán corriendo por los pasillos y suplicando que ningún soldado mire mi aspecto ¿por qué a mi? Vuelvo a sentir mis mejillas arder.
Disminuyo el ritmo en cuanto noto que los soldados continuan durmiendo —Bien— murmuro agradeciendo profundamente.
No soportaría otra vergüenza igual a la que acababa de pasar frente a los capitanes.
Tomo un pequeño descanso para dar un respiro y reírme por lo absurdo de la situación me siento en una de las bancas del pasillo.
¿De verdad ellos vieron mi trasero? Niego con la cabeza divertida.
—¿Qué haces?— pregunta una voz masculina con confusión.
Alzo la vista y es Luke quien me detalla algo descorcetado por mi aspecto.
—Caminaba— respondo desinteresada alzando los hombros.
—Louis acaba de llamarme para decirme que el ruso llegó al país por la noche y se reunió con Belcast en la fábrica— anuncia incómodo.
No habíamos hablado desde lo sucedido en el comedor y sabia que se sentia mal por eso, me había escrito en varias ocasiones e ignoré cada uno de sus mensajes.
Cerré los ojos —Lo sé— respondí y el rubio me miró confundido —Acabo de hablar con el capitán de eso— agregué.
—¿Estabas con ese aspecto frente a él?— soltó con una chispa de enfado en su voz.
No respondí ¿debía explicarle lo sucedido?
—Se encuentra solo en el país y es la mejor oportunidad para capturarlo — mencioné volviendo al tema.
—Louis está preocupado de el lobo rojo se aparezca— mencionó —Quiere que no vayas a la misión— agregó incómodo.
Voltee a verlo —¿Qué?— solté incrédula.
Traga saliva —Dice que aún no estás preparada para enfrentarlo, solecito—añade observándome detenidamente.
Lo observé incrédula y decepcionada ¿acaso pensaba lo mismo?
—¿También lo crees?— lo interrogue.
—No es eso Adeline...— trato de hablar.
Retrocedí herida y negué con la cabeza no era posible que lo creyera también.
Entendía la preocupación de Louis al principio me había buscado porque quería acabar con el lobo rojo, pero ahora me adoraba como si tuviera su misma sangre y solo buscaba que estuviera bien, pero ¿que Luke dudara de mis capacidades? Era increíblemente decepcionante.
Le di la espalda —No digas nada— respondí enojada dispuesta a irme.
Me sujetó del brazo para detenerme y me solté retrocediendo.
—Adeline, escúchame— hablo —Es solo que no quiero perderte— añadió con una mirada triste.
—No mientas— mencioné negando.
Escuché a alguien aclararse la garganta y hice mis emociones a un lado para dar paso al miedo ¡demonios!
Era mi capitán que me observaba furioso y tenia todo el derecho había desobedecido sus órdenes continuando con el mismo aspecto y peor, frente a un soldado.
—Miller, te di órdenes específicas ¿Qué haces aún asi?— habló muy serio y con un tono bastante enojado.
—Es mi culpa capitán yo la entretuve— trato de decir mi amigo para intentar ayudarme, mala idea.
El capitán tensó la mandíbula tomando un semblante muy sombrío.
—¿Te di permiso de hablar soldado?— menciono con un tono de voz gélido y me sentí mal por mi amigo.
—No, capitán— respondio mi amigo.
—Bien, ahora largo de aqui— le ordenó observándolo con desprecio.
Observe a mi amigo desaparecer por los pasillos cumpliendo las órdenes de mi capitán con pesar.
—Pensé que te lo había dejado claro, Miller— mencionó serio —No quiero que nadie te observé con ese aspecto— añadió acercándose y dejando escasos centímetros de distancia.
No quise alzar la mirada temerosa de confirmar su inmensa furia y me mantuve inmóvil esperando su regaño.
—Muy mal— comentó —Nadie puede verte así otra vez— hizo una pausa sosteniendo mi barbilla obligándome a mirarlo —¿Entendiste Adeline?— susurró en mi oído.
—Sí— respondí observando hipnotizada a la tentación en persona.
Sonrió —Puedes irte— mencionó jugando con un mechón de mi cabello.
Trague saliva saliendo del lugar de inmediato y cuando llegue a mi dormitorio recordé como se respiraba.
¿Qué demonios había sido todo eso?
Negaba con la cabeza recordando su cercanía y que por primera vez había pronunciado mi nombre que realmente sonaba tan bien en sus labios.



#2015 en Otros
#366 en Acción
#611 en Thriller
#295 en Misterio

En el texto hay: esta es una historia con muchos secretos

Editado: 09.09.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.