26. Ceñuelos

Noveno día.
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Existen días en los que las cosas no salen como planeamos y nos vemos envueltos en un estrés desolador, nuestro ánimo decae y puede que también estemos a un nivel de irritabilidad cuestionable.
¿Por qué si planeas cada pequeño detalle las cosas no salen como quieres? Bueno, quizás tenga una respuesta clara que ahora no vemos o simplemente sea el universo jodiendote una vez más.
Los días seguían transcurriendo con una inmensurable rapidez y nuestro tiempo, en especial el de la agente Jackson, se acababa.
El plazo de doce días que transcurría para que un nuevo cadáver apareciera en los canales de Wallen, desde que la víctima era privada de su libertad y torturada, estaba realmente cerca.

Hasta el momento estábamos casi en una casería a ciegas, sin ningún avance, sujeto sospechoso o alguna pista, pese a los esfuerzos que cada uno de nosotros poníamos en nuestras investigaciones.
En teoria estábamos corriendo contra reloj y eso estaba acabando con la paciencia de cada persona partícipe de la misión, porque teníamos la certeza de que haya afuera estaba una mujer siendo torturada y nosotros no estábamos ni a un paso cerca de cuál sería su ubicación.

Ese maldito psicópata seguía teniendo a la agente Jackson en sus manos.

Podría ser cualquier tipo haya fuera, que lleva una vida aparentemente normal, pareciendo tener el control de sí mismo y que se desenvuelve con normalidad en la sociedad, pero detrás de esa perfecta fachada, estaba un cazador letal de mujeres.
Un maldito enfermo con mente superficial, egocéntrico, con falta de remordimientos, culpa y empatia, perfecto manipulador, mentiroso patológico, una persona que muestra emociones superficiales en todos los aspectos de su vida, una verdadera amenaza para las mujeres del barrio rojo.
Al carecer de "conciencia" y sentimientos por los demás encuentra fácil tomar lo que quiere y hacer lo que le plazca, sin un sentimiento de culpa o lamentarlo.
Con los escenarios que hasta ahora teníamos de sus crímenes podríamos deducir que era un asesino seríal de poder/control.

"—El sujeto obtiene gratificación ante el dominio completo de la víctima— explicó el capitán Lee completamente serio."

Nombrabado así porque hay tres componentes psicológicos que están presentes en este tipo de crímenes, sadismo sexual, intensa fantasía y compulsión.
Los asesinos sexuales seriales podrían parecer que actúan impulsivamente, aunque en realidad elaboran sus actos de manera premeditada, ya que están relacionados con sus fantasías repetitivas. Se trata de una compulsión a la que deciden no resistirse.

El ambiente del club empezaba a ser enfermizo y convivir estas noches con todo tipo de hombres que en absoluto demostraban respeto por mi o por alguna de mis compañeras, hacían que sintiera mi estómago cada vez más revuelto y las intensas ganas de vomitar después de cada noche.
La incomodidad era demasiado evidente y el disimular, en ocasiones, era difícil. Lo único que nos mantenía a todas firmes y profesionales, era nuestro mutuo apoyo y la idea de que encontraríamos a la agente Jackson, porque estaba claro que no pensábamos abandonar Ámsterdam sin antes dar con ella.

—Es todo por hoy— pronunció Lee por el auricular y suspiré hastiada.

Otra día más había acabado y no había ningún resultado favorecedor, comenzaba a sentir la frustración y desesperación, el peso de tan solo imaginar el infierno que estaba viviendo Sena Jackson.

Cerré la puerta de la habitación y salí del asqueroso lugar con rapidez, sintiendo mi estómago revuelto y las intensas ganas de dejar salir todo aquello que tuviera en mi estómago, me apoyé en la pared y respiré profundo.

Joder, que maldito asco.

Me reincorpore y trate de sentirme mejor conmigo misma, todo lo que lo hacía, era un esfuerzo desesperado por encontrar a Sena, actuaba de ceñuelo con mis compañeras buscando atraer al depredador.
Trataba de ignorar a los hombres que me llamaban pidiendo que entrara a sus habitaciones o los acompañara en sus mesas, falsamente tenía que responder con una sonrisa en mi rostro que mi turno ya había terminado.

La música erotica y sensual, resonaba por todo el lugar, los shows privados, públicos y el sexo en vivo, estaban más que presentes a todos los lados que observaba podía ver al menos a más de una pareja teniendo relaciones sexuales y sí, esto era muy normal para todos, incluso disfrutaban ser vistos.

Logré evadir a todo aquel que intentó atraerme para hacerle compañía y pude escabullirme hasta la zona de camerinos que se encontraba alejada al bullicio y la multitud.

Hay una persona siguiendome.

Escucho sus pasos cautelosos acercarse sigilosamente pretendiendo tomarme por sorpresa y antes de que se encuentre lo suficiente cerca de mi, me doy la vuelta tomando su brazo llevándolo al suelo con una llave, suelta un quejido adolorido sosteniéndose el costado izquierdo de sus costillas y me observa con resentimiento en sus ojos ámbar.

Eso explicaba porque mi instinto no me había avisado hasta que estuvo lo suficientemente cerca de mi. Kai se levanta del suelo fingiendo seriedad y no puedo evitar reírme de él ¿de verdad creyó que era buena idea acercarse de esa manera? Ladea su cabeza frunciendo el ceño.
Analizo a mi alrededor, estamos solos en el pasillo y justo en la zona que nos encontramos está uno de los pocos puntos ciegos que tienen las escasas cámaras del lugar, niego riéndome y desconecto mis transmisores.

—Acéptalo, fue una pésima idea— murmuro acercándome a su pecho y el me recibe abrazándome.

Bufa divertido y asiente besándome el cabello.

—Solo quería verificar que estabas en alerta todo el tiempo— comenta tratando de reprimir una sonrisa y le doy un pequeño golpe en su pecho.

Finalmente me deja ver esa sonrisa tan perfecta y luminosa que intentaba ocultar a la cuál soy adicta.