El plan de Kian había funcionado, pero solo temporalmente. El Pulso Desviado en la Torre Zenith había saturado los sistemas de vigilancia de la Alianza de Carbono durante casi una semana, creando una ventana de oportunidad crucial. Sin embargo, el Coronel Hayes y los analistas de NexusCom estaban a punto de descifrar la naturaleza del señuelo cuántico.
Kian, debilitado y al borde del colapso físico por el drenaje de su Génesis Cuántica, estaba retenido en la Base de Detención Gamma, una instalación de seguridad de nivel máximo camuflada bajo un antiguo centro de investigación biológica.
El Plan de Infiltración: La Debilidad Lógica
Alex regresó a la estación de metro, convertida en el centro de comando. Los Arquitectos de la Esperanza —liderados por la Dra. Elara Vess— estaban ocupados en la difícil tarea de blindar y sintetizar el Material Cristalino, pero dedicaron sus mentes a la estrategia de rescate.
"La Base Gamma fue diseñada para contener amenazas biológicas y hackers," explicó Marco, el ingeniero. "Su defensa primaria es una jaula de Faraday contra las comunicaciones externas. No se puede hackear remotamente."
"Pero no es invulnerable al hardware antiguo y los protocolos desactualizados," replicó Alex. "Necesitamos un punto ciego y una distracción física. La cacería nos dio una idea: el punto más débil de la Alianza es su obsesión por el orden total."
El plan de rescate se basó en dos fases:
• Distracción Física (El Caos Cívico): Usar la Red de Sombra y las redes clandestinas de Dorian Key (que seguía activo) para orquestar una protesta masiva y violenta en el perímetro de la Base Gamma. La Alianza siempre priorizaría el orden público sobre la seguridad interna.
• Infiltración Lógica (El Código del Silencio): Alex y Elara modificarían el Segundo Gusano para que, en el momento de la protesta, atacara las terminales de control de la Base Gamma con información falsa sobre una "brecha biológica". Esto obligaría al sistema a abrir los sellos internos para una purga de emergencia.
La Infiltración y el Tictac del Tiempo
Alex y un pequeño equipo (incluyendo a Silas, el especialista en logística, vital para la extracción) se movieron bajo el manto de la noche hacia la Base Gamma. El equipo de Elara Vess se quedó atrás, trabajando febrilmente en la síntesis del núcleo.
A las 03:00, la protesta orquestada estalló. Una multitud enfurecida, clamando por el Generador de Aire Limpio y justicia por el huracán, rodeó el perímetro de la Base, atrayendo a la mayoría de las unidades tácticas.
Alex, usando una conexión satelital temporal que Marco había hackeado, lanzó el ataque lógico.
"—¡El Gusano está dentro! Está simulando una infección de Nivel 5: 'Virus de Priones Sintéticos'. ¡La IA está entrando en protocolo de desinfección!" Alex gritó por el comunicador a Silas.
Silas, utilizando un antiguo pase de acceso de logística que la IA aún reconocía, logró entrar. El interior era un laberinto estéril y silencioso, los sellos de seguridad brillaban en color ámbar. La IA, engañada, había abierto las puertas internas para "purificar" el aire.
Silas encontró a Kian en una celda de contención de bioseguridad, atado a una camilla, su rostro ceniciento y sus signos vitales débiles.
El Error de Hayes y el Escape
En ese instante, en la sala de comando del perímetro, el Coronel Hayes hizo su descubrimiento.
"—¡Detengan la purga! ¡Es un señuelo lógico! ¡Es una simulación del mismo código cuántico que usamos en la Torre Zenith! ¡Nos están burlando de nuevo!" gritó Hayes, su voz cargada de ira.
Hayes se dio cuenta de que Kian no estaba simplemente inconsciente; estaba completamente drenado de energía. Había usado su Génesis Cuántica para distraerlos. La amenaza no estaba en la torre o en la supuesta brecha biológica; estaba en la gente que había creído en su mensaje.
Se emitió una orden de cierre total de la Base Gamma, superando el comando de la IA. El tiempo se había agotado.
Silas, sin embargo, ya había desconectado a Kian de los monitores. Al escuchar las alarmas rojas, arrastró el cuerpo inerte de Kian hacia el exterior, esquivando a los guardias que ahora se dirigían al interior, dejando a la protesta a su suerte.
Alex, al notar la anulación de su hack, ordenó la retirada total. "¡Hayes nos descubrió! ¡Fuera de allí, ahora!"
El Reencuentro y la Nueva Base
La extracción fue caótica, con Alex y Silas usando el ruido de la protesta como cubierta para su huida. Lograron llevar a Kian de vuelta a la estación de metro.
El reencuentro fue agridulce. Kian estaba vivo, pero apenas consciente.
"Está... agotado," susurró Alex, examinando sus signos vitales. "Necesita descanso y estabilidad, o su cuerpo simplemente se rendirá. La pérdida de la Génesis Cuántica es casi total."
La Dra. Elara Vess, sin embargo, trajo noticias urgentes. Había usado el tiempo del rescate para estabilizar los primeros cristales sintetizados del núcleo.
"—Necesitamos movernos de nuevo, Alex. Hayes va a ir tras la Red de Sombra. Pero tenemos un nuevo escondite. He asegurado un búnker olvidado de protección civil, fuera del rango de los sensores electromagnéticos de NexusCom. Es profundo y tiene generadores propios."
"Lo llamaremos El Faro," dijo Alex, mirando el rostro ceniciento de Kian. Habían conseguido el material y salvado al profeta. Ahora, su misión era desaparecer para construir la esperanza.
La guerra había entrado en su fase más difícil: la construcción clandestina, con el Siglo XXV observando cada anomalía y el 2032 pisándoles los talones.
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Editado: 03.12.2025