El aire en la Sub-estación H-7 ya no olía a muerte ni a aceite quemado; olía a libertad. El rugido del Devorador se había convertido en un lamento metálico mientras las llamas internas consumían su núcleo analógico, incapaz de procesar la pureza del oxígeno que el Generador de Aire Limpio acababa de inyectar en las venas de la ciudad. Kian, de pie sobre la plataforma de mando, observaba cómo las pantallas de diagnóstico de Alex mostraban un efecto dominó global: el Virus de Desmantelamiento Total (\text{V}_{DT}) estaba devorando los cortafuegos de Corp-Air a una velocidad aterradora.
La Organización del Ejército de las Sombras
Jarek y sus mineros no perdieron el tiempo. Al ver que el gigante de acero de Lyra Kael había caído, el miedo que los había mantenido sumisos durante generaciones se transformó en una furia fría y organizada.
Jarek: (Gritando por encima del siseo del vapor). "¡Escuchen bien! La verdad ya está en el aire, ¡literalmente! Pero Lyra Kael no se va a rendir porque hayamos hackeado sus pantallas. Ella tiene a la Guardia Pretoriana en los niveles superiores. ¡Necesitamos llegar al Eje Central antes de que selle los ascensores de emergencia!"
Kian: (Bajando del Generador, ajustando su equipo táctico). "Jarek tiene razón. Marco, Elara, escuchen. El Generador debe quedarse aquí, protegido. Es el pulmón de la resistencia ahora. Si lo perdemos, el virus dejará de propagarse y Kael recuperará el control de los filtros. Alex, necesito que te quedes con Jarek para coordinar el soporte técnico desde aquí. Yo iré con Marco y un equipo de asalto hacia la superficie."
Alex: (Sus ojos reflejaban la duda, pero su voz era firme). "Kian, si te vas, pierdo el enlace directo con tu ICBF. Si Lyra activa los protocolos de aislamiento físico, podrías quedar atrapado arriba sin soporte lógico. El VdT es fuerte, pero ella tiene el 'Interruptor Maestro' en el ático de la Cúpula."
Marco: (Cargando su DRB con una nueva celda de energía). "Entonces llegaremos a ese maldito interruptor y lo arrancaremos de la pared. Nadie nos detendrá ahora que el aire está de nuestro lado. ¡Vamos!"
El Ascenso por las Arterias de Metal
El equipo de asalto, compuesto por Kian, Marco y una docena de mineros veteranos, comenzó el ascenso por los conductos de mantenimiento. No usaron los ascensores principales; subieron por las escaleras de emergencia, atravesando los niveles de la clase obrera, donde el caos ya era total.
Al salir al Nivel 4, la visión era dantesca. La gente, envuelta en harapos tecnológicos, estaba amontonada frente a las pantallas gigantes que normalmente mostraban publicidad de aire premium. Ahora, esas pantallas mostraban el rostro de los líderes de la Alianza del 2032 y las pruebas de cómo el aire puro fue convertido en un modelo de suscripción mortal.
Una mujer mayor: (Se acercó a Kian, con lágrimas en los ojos, respirando profundamente sin toser por primera vez en años). "¿Es verdad? ¿Ustedes trajeron esto? ¿El aire... es gratis?"
Kian: (Deteniéndose un segundo, tocando el hombro de la mujer con humanidad). "Es suyo, siempre lo fue. Pero necesitamos que luchen. Suban con nosotros, o busquen refugio cerca de los conductos. La batalla final está por empezar."
El murmullo de la multitud se convirtió en un rugido. Miles de personas empezaron a seguir al equipo de asalto. Ya no eran solo unos pocos rebeldes; era una marea humana que ascendía por las escaleras de servicio, armada con lo que encontraban: barras de metal, cables, y la voluntad inquebrantable de los que ya no tienen nada que perder.
El Contraataque de Lyra Kael
En la cima de la Cúpula, en su oficina blindada que dominaba la ciudad, Lyra Kael observaba el colapso de su imperio con una calma psicótica. Sus manos, enguantadas en seda sintética, no temblaban.
Lyra Kael: (Hablando sola frente al gran ventanal, mientras las luces de la ciudad parpadeaban por el virus). "Creen que han ganado porque han cambiado los datos. Creen que el oxígeno los hará libres. Inocentes. El poder no es el aire; el poder es el miedo a perderlo. Si no puedo ser su proveedora, seré su verdugo."
Lyra activó una consola oculta. El Protocolo de Purga Térmica.
Lyra: "Si el virus viaja por el aire, quemaré el aire. Iniciando ignición de los ductos de retorno en los niveles 10 al 15. Si quieren subir, tendrán que caminar por el infierno."
El Incendio Cuántico y la Heroicidad de Marco
A mitad de camino, el calor se volvió insoportable. Las alarmas de incendio de Corp-Air empezaron a sonar, pero no para apagar el fuego, sino para advertir de una descarga de plasma en los ductos.
Marco: (Gritando mientras el metal a su alrededor empezaba a brillar por el calor). "¡Es una trampa! ¡Kael está incendiando las líneas de suministro para detener el ascenso! ¡Kian, si el plasma llega a los niveles de abajo, el Generador explotará!"
Kian: (Tratando de comunicarse con Alex). "¡Alex! ¡Cierra las válvulas de retorno! ¡Lyra está intentando una retroalimentación térmica!"
Alex: (Desde el Generador, con la voz entrecortada por la interferencia). "¡No puedo desde aquí! ¡Ella ha bloqueado el acceso físico desde la sub-estación! Alguien tiene que cerrar las compuertas de seguridad manualmente en el Nivel 12!"
Marco miró a Kian. Sabía que él era el único con la fuerza física y el traje de protección adecuado para resistir el calor del plasma por unos minutos.
Marco: "Ve hacia el ático, Kian. Yo me encargo de las compuertas. No dejes que esa perra gane."
Kian: "¡Es un suicidio, Marco! ¡El plasma te derretirá los pulmones si el traje falla!"
Marco: (Con una sonrisa triste, recordando a Silas). "Ya le debo una a Silas. Alguien tiene que asegurar que el aire siga fluyendo. ¡Vete ya!"
Marco se lanzó hacia el conducto de llamas mientras Kian, con el corazón apretado por el dolor, continuaba el ascenso hacia el Trono de Oxígeno.
#1783 en Fantasía
#215 en Ciencia ficción
magia, viajes en el tiempo y en el espacio, fantasia ciencia ficcion ciencia accion
Editado: 27.12.2025