Capítulo 35: El Desmantelamiento del Mito y el Aliento de los Siglos

El aire en el Siglo XXV ya no era una mercancía; era un derecho que fluía como un río invisible a través de las grietas de la Cúpula. Pero mientras el mundo exterior despertaba, en las profundidades de la Sub-estación H-7, la batalla por la vida apenas comenzaba.

​El Milagro en la Cámara de Ignición (El Rescate de Marco)

​El calor en el Nivel 12 era un ente físico, una masa de aire incandescente que distorsionaba la vista. Kian y un equipo de la Guardia Pretoriana desertora —hombres que habían bajado las armas al sentir la pureza del oxígeno— se abrieron paso entre los escombros fundidos.

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​Kian: (Gritando a través de su máscara de filtración dañada). "¡Alex, dame la posición exacta! ¡El sensor térmico está saturado!"

​Alex: (Desde el terminal del Generador, con voz temblorosa). "¡Está detrás de la válvula de purga primaria! ¡El Protocolo de Vacío que activó Marco creó un diferencial de presión que mantuvo el plasma fuera del núcleo, pero el oxígeno se está agotando!"

​Encontraron a Marco colapsado contra la palanca de cierre manual. Su traje de combate estaba parcialmente derretido sobre su hombro izquierdo, y su piel mostraba quemaduras de segundo grado causadas por el calor radiante.

​Kian: (Arrodillándose a su lado, revisando el pulso carotídeo). "Está vivo... pero su respiración es superficial. ¡Necesito una unidad de soporte vital, ya!"

​Los pretorianos desplegaron una camilla de estabilización cuántica. Aplicaron gel de regeneración dérmica sobre las quemaduras de Marco mientras le suministraban una mezcla de aire enriquecido con nanobots de reparación pulmonar. Marco tosió, expulsando ceniza y humo, y por un segundo abrió los ojos, enfocando a Kian.

​Marco: (Con voz rasposa, apenas un susurro). "¿Cerré... cerré la puerta?"

​Kian: (Con lágrimas de alivio). "La cerraste, hermano. El Generador está a salvo. Tú estás a salvo."

​El Despertar de la Bóveda de los Olvidados

​Al mover a Marco para la evacuación, una de las placas térmicas de la pared, dañada por el plasma, se desprendió, revelando un acceso oculto. No era una tubería, era una compuerta de aleación de titanio con el logo original de la Alianza de Carbono del 2032.

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​Jarek: (El minero, acercándose con una antorcha de plasma). "Esta sección no aparece en los mapas de Corp-Air. Es tecnología antigua, de la época del Salto."

​Alex hackeó la entrada desde la distancia. Al abrirse la compuerta, una nube de vapor de nitrógeno líquido inundó el pasillo. Dentro, en hileras infinitas que se perdían en la oscuridad, había miles de cápsulas criogénicas.

​Alex: (A través del intercomunicador, en shock). "Kian... son ellos. Son los científicos, artistas y disidentes que desaparecieron durante la Gran Purga del 2032. Lyra no los mató... los guardó como 'respaldos genéticos' para su imperio. Hay más de diez mil personas durmiendo aquí."

​El proceso de despertar fue lento y dramático. Al introducir el aire puro del Generador en el sistema de soporte de la bóveda, las cápsulas empezaron a descongelarse. Personas que habían estado dormidas por quinientos años abrieron los ojos en un mundo que ya no era una dictadura de carbono. El choque cultural y emocional fue inmenso; el futuro estaba recibiendo el conocimiento y la humanidad del pasado de golpe.

​La Jaula de Hierro (El Destino de Lyra Kael)

​Mientras la vida renacía en las profundidades, en la superficie del 2032, el destino de Lyra Kael se sellaba con la frialdad del metal. No hubo negociación, no hubo discursos. El pueblo la quería bajo custodia máxima.

LA PRISIÓN DE MÁXIMA SEGURIDAD]

​Lyra fue trasladada a una fortaleza construida en una antigua mina de hierro, un lugar donde la tecnología era inútil. Su celda era un bloque de hormigón reforzado con placas de acero de diez pulgadas. No había terminales, no había luces inteligentes, solo el frío del metal.

​Lyra: (Gritando desde el interior, golpeando la puerta con una fuerza inhumana que hacía saltar chispas). "¡Soy la dueña de su aire! ¡Sin mí, este mundo se ahogará en su propia ignorancia! ¡Déjenme salir!"

​Pero no hubo respuesta. La única conexión con el mundo exterior era una pequeña ranura de deslizamiento, apenas del tamaño de una mano, por donde recibía raciones básicas. Los guardias, hombres y mujeres que habían perdido familiares por sus políticas, la vigilaban en silencio, con los rostros cubiertos para no darle el placer de ver una reacción humana.

El Desmantelamiento (La Verdad Robótica)

​El horror final se descubrió durante una revisión médica obligatoria para asegurar que no tuviera dispositivos de comunicación internos. Los escáneres cuánticos de Alex detectaron anomalías en su estructura ósea y neuronal.

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​Alex: (Analizando los datos desde el futuro, transmitiendo al pasado). "Kian, mira esto... Lyra no es completamente biológica. Su columna vertebral es una antena de fibra óptica, y su corazón es un motor de micro-fusión de Corp-Air. Ha reemplazado el 60% de sus órganos con prótesis robóticas de alta gama para alcanzar la inmortalidad. Es una aberración."

​La orden fue inmediata y despiadada. Debido a que su parte robótica intentaba hackear los sistemas de la prisión mediante pulsos electromagnéticos de baja frecuencia, se decidió su desactivación total.

​En una escena cargada de un realismo crudo, los técnicos de la resistencia entraron en su celda. Usando inhibidores de pulso, neutralizaron sus funciones sintéticas. Lyra empezó a fallar; su ojo izquierdo, una lente de alta resolución, se apagó, dejando ver el hueco metálico detrás. Su voz se volvió una distorsión electrónica antes de apagarse por completo.

​Una vez desactivada, para asegurar que su tecnología no pudiera ser recuperada ni por el futuro ni por el pasado, se procedió a la pulverización. Sus restos mecánicos y biológicos fueron introducidos en un horno de fundición industrial dentro de la misma cárcel.