El Gran Reinicio Parte I : Despertar

Capítulo 119 : Arrepentimiento De Una Hermana

 

Ha transcurrido más de un mes desde que Guille decidió ingresar a esa Universidad Mágica, al destino le gusta jugar con nosotros, pensar que el nombre de esa Universidad es Electus Magicae, Electus, ese nombre fue el punto de quiebre en nuestra familia.

¿Estás bien hermanito, eres feliz? Si bien ahora Ignacio ha perdonado a Guille, la relación con nuestro padre es completamente nula desde esa noche. Ninguno de los dos hemos vuelto a regresar a nuestro antiguo hogar desde que Sylvana dejó inconsciente a padre. Maldita sea, por más que quiero perdonarlo, no puedo. Arruinó la vida de Guille y con ella a nuestra familia.

Madre, por más que trato de buscar una solución, no puedo. Mi único deseo es que volvamos a ser una familia unida, deseo que regresemos al pasado donde los cinco éramos felices. Dejo escapar un suspiro involuntario mientras observo el retrato de madre que guardo en el reloj de bolsillo, que me obsequió cuando era una niña. Es verdad, fue el regalo que pedí a madre para así poder cronometrar los segundos exactos para preparar la leche de Guille. Pese a que mi cumpleaños ya había ocurrido aun así aceptaste mi petición. Me convertí en hermana mayor a los 6 años y fue una noticia que me emocionó mucho, al fin dejaría de ser la hermana pequeña para tener algo de autoridad, sin embargo cuando pude ver a mi hermanito por primera vez, ese sentimiento cambió a un amor absoluto por ese pequeño y tierno bebé.

Mientras transcurrían los meses no dejaba de pensar cada segundo sobre si estaría bien mi pequeño hermanito, incluso en Perfection mi mente solo se enfocaba en Guille. La hora final era el mejor momento del día dado que al fin podría regresar con mi hermanito, todo era hermoso, el ver como crecía, el día en que me dijo “Mana”, recuerdo que grité como loca dado que me había dicho hermana. Sin embargo llegó esa fatídica tarde de sábado.

Como siempre estaba apreciando ha Guille mientras jugaba con sus peluches, procuraba que todo estuviera desinfectado para que no contrajera alguna clase de enfermedad mortal transmitida por esos adorables muñecos de felpa. Era algo sobreprotectora con mi hermanito. Al mínimo indicio de llanto corría desesperadamente para comprobar el estado de Guille. Permanecía con una sonrisa algo boba mientras observaba a esa extremadamente adorable criatura en forma de bebé, recuerdo su encantadora risa al momento de agitar el sonajero, estiraba sus pequeñas manitos para tratar de atraparlo, hasta que en ese instante sentí algo extraño, es como si fuéramos observados por alguien desde algún lugar recóndito. La risita de Guille se silenció de un segundo a otro, entonces fue que el cuerpo de mi hermanito comenzó a emitir una especie de humo muy negro y opaco, desde cada uno de sus poros esa neblina tétrica se erigía hasta posarse en el techo. Un escalofrío recorrió mi espalda, sin dudarlo un solo instante decidí buscar ayuda, me coloqué de pie y comencé a correr para traer a mis padres.

– ¡Mami, papi, vengan rápido que!… ¡HAAAGHHH!

Caigo al suelo luego de dar el tercer paso, desde la parte baja de mi espalda hasta mi hombro izquierdo siento un dolor extremadamente agudo. La habitación se tiñe de mi sangre la cual brota violentamente desde mi cuerpo mal trecho, trato de gatear pero unos dedos incandescente se posan en mi espalda, comienzan a literalmente derretir mi piel, trataba de gritar mas no podía. La puerta de la habitación se abre con fuerza y veo como la expresión de Ignacio demuestra un terror el cual nunca había presenciado en él, el dolor es tormentoso, tanto así que finalmente caigo inconsciente. Tengo recuerdos vagos de lo sucedido después, recuperé la conciencia por unos instantes, en dichos recuerdos aparece mi madre con una mirada abrumada mientras nos abraza a los tres, papá también nos rodea con sus cálidos brazos, los dos lloran desconsoladamente mientras sus ropas son manchadas por la sangre de Ignacio y la mía.

Madre nos hablo sobre como Guille había sufrido una maldición provocada por un ser muy malvado, nos dijo que todo estaría bien dado que ella lo solucionaría. Cuando Guille estaba a nada de cumplir su primer año de vida fue llevado por madre, no regresaron por una semana. Esa fue una semana extraña, mi mente no recuerda prácticamente nada, solo cuando inició y cuando finalizo.

Los años transcurrieron y finalmente Guille había ingresado a Perfection, a sus 5 añitos ya lucia como todo un perfecto adonis, muchas niñas no dejaban de observarlo cuando lograban verlo caminar, a los pocos días ya había conseguido dos buenos amigos. Me escapaba cada vez que podía para comprobar como estaba, sabía muy bien la presión que impondrían en él por ser nuestro hermano menor, pese a todo Guille demostró que no solo estaba a la altura de las altísimas expectativas que habían impuesto sobre sus pequeños hombros, las había sobrepasado con creces. Estaba muy orgullosa y por sobre todo feliz por él, antes que ingresara a Perfection temía que sufriera el peso de ser nuestro hermanito, hasta que esos temores desaparecieron por completo.

Lamentablemente el destino es cruel, ese día no solo murió mamá, también lo hizo nuestra familia. Pese a no demostrarlo sentimentalmente, Guille fue quien más sufrió por ello. Yo misma me sentí débil cuando tuve que iniciar esa semana de clases luego de haber escuchado esa noticia por parte de Sylvana y los otros dos ex miembros del Gremio de Mamá.



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En el texto hay: tragedia, gore sangre accion, romance

Editado: 04.08.2019

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