El Gran Reinicio Parte I : Despertar

Capítulo 129 : Grandes Cambios

En el salón de la clase S del primer año de la Universidad Electus Magicae, la aparición de Guillermo Griffin a provocado que la angustia acumulada sea esfumada con el solo hecho de que él apareciera.

—¡Maestro!

Andy grita y corre desesperadamente hacia mí, estando a pocos centímetros de que me abrazara, lo esquivo en el último instante provocando que él se estampe de cara contra la pared, lo observo de reojo y sonrío.

— Hola Andy.

— Se repite la misma escena del primer día. — Comenta Riude.

Rápidamente se levanta y estira sus manos para intentar repetir su acción, con un movimiento sutil de mi parte, lo sujeto de su muñeca y lo lanzo de regreso a su asiento cayendo grácilmente en este. Todos observan mi actuar, me percato de una cosa, es evidente, camino hasta posicionarme a un costado de la Maestra Agatha.

— Alumno Griffin, yo…

Estiro mi mano para que deje de hablar, me volteo y fijo mi mirada en los demás Alumnos de mi clase. Nadie emite palabra o sonido alguno, pese a su clara intención de lanzarse hacia mí. El fino hilo que mantenía esta calma comienza a ceder, es el momento.

— Todos, guarden sus libros ahora mismo. — Se notan claramente extrañados por mi petición, pero aceptan hacerlo. — Bien, ahora… — Estiro mi mano y recito. — “Oleada, Nivel 1”

Desde mi mano emerge un flujo de agua en forma cónica el cual empapa a todos los Alumnos de mi clase.

Todos quedan atónitos ante mi acción, por más que intentan no pueden comprender mi actuar.

La Maestra claramente confundida, decide preguntarme.

— ¿He, Alumno Griffin, por qué?…

Se queda en silencio dado que finalmente lo ha comprendido.

Algunos tosen incesantemente debido a que tragaron agua.

— ¡Al fin despiertan, grupo de imbéciles! — Grito a viva voz.

La Maestra no puede evitar esbozar una sonrisa la cual oculta inmediatamente.

— ¿Guille, por qué nos mojas? — Pregunta Yeudiel.

— ¡Maldito! — Cryf sigue tosiendo incesantemente. — ¡Beber agua es lo más asqueroso del mundo!

Los demás poco a poco comenzaron a demostrar su descontento ante mi acción.

— ¡Cierren la boca y escúchenme! — Grito con una voz imponente al mismo tiempo que elevo mi mana, nadie deja de apreciarme. — Ahora que tengo la atención de todos, déjenme hacerles una pregunta. — Entrecruzo mis brazos. — ¿Quieren seguir en esta Universidad, o desperdiciarán esta oportunidad y solo actuarán como niños? — Nadie responde, entonces prosigo. — Se que más de alguno siempre a añorado el poder ingresar a Electus, ahora que lo han logrado, no deben arrojar todos sus esfuerzos a la basura. Es evidente que muchos no han dormido lo suficiente, tanto sus miradas como su cuerpo en sí demuestra que han perdido eso que los impulsaba a seguir mejorando. Ya no estoy viendo a los mejores Alumnos de Electus del primer año, solo son un montón de desperdicios sin valor.

La Maestra Agatha intervendrá, pero hago un gesto leve con mi mano para que no lo haga. Espero hasta que uno de ellos comience a hablar.

— Una semana… una semana desde que no tenemos noticia alguna sobre ti. Es normal preocuparnos. — La voz de Kala es pausada y entrecortada, contiene sus lágrimas. — Te amamos, es por eso que no puedo evitar sentir este dolor.

—¡Yo!… No, todos quienes estábamos cuando abriste ese portal, logramos ver tu expresión, era dolor, desesperación, esos sentimientos nos fueron transmitidos. — Megan sostiene sus manos cerca de su pecho.

— Querido… Yo… no he logrado dormir esperando a que regresaras. Lo que mas me angustiaba era el hecho de no poder estar a tu lado cuando más lo necesitabas. — Desde los ojos de Bianca comienzan a caer unas lágrimas muy puras. — Te extrañé tanto.

Han regresado a su estado anterior, solo que ahora lo dicen sin problemas. Es el momento de intervenir.

— Primero que nada. — Se retoma el silencio. — Debo decir la razón de mi actuar. Hace una semana atrás abrí un portal hacia Londres para salvar a las personas que atesoro por sobre mi vida. Gracias a que actúe rápido, pude salvarlos. — Menos a uno. — No fueron heridos. — Él murió sin misericordia alguna. — Es por ese motivo que no tengo nada que lamentar.

— ¿Entonces, por qué razón tardaste una semana en regresar? — Pregunta Aneesa.

— Esa respuesta es evidente. Usé magia sin autorización, peor aún, estuve a nada de que los No Marcados vieran mis acciones. Para evitar cualquier clase de conflicto, al mismo tiempo que recibí una sanción, me tuvieron una semana en reclusión. Solo eso y nada más.

— ¿Reclusión?

— En el Gremio Lobo Negro. Aunque siendo objetivos era una reclusión parcial, gocé de todas las comodidades existentes. Es por este motivo que no existe motivo alguno por el cual preocuparse por mi estado.

— Pero aun así…

Aneesa se queda en silencio al ver cómo sin previo aviso, hago una reverencia hacia ellos, me mantengo en esa posición y al igual que ella, nadie puede despegar su mirada de mí.



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En el texto hay: tragedia, gore sangre accion, romance

Editado: 04.08.2019

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