El Gran Reinicio Parte I : Despertar

Capítulo 4 : Recuerdos De Un Pasado Prometedor

 

Ya me he tranquilizado, no había llorado desde que mamá murió, de hecho, no me había exaltado desde que aparecieron esas tres personas en casa, desde ese día algo faltaba dentro de mí. Comencé a darme cuenta poco a poco de cómo era el mundo que me rodeaba, y eso, me espantó, temía al fracaso, no, más bien temía a algo pero no sabía que era exactamente, tan solo era miedo.

Perfection, era el nombre de mi escuela la cual asistí desde los 5 hasta los 18 años. Era y sigue siendo reconocida por su excelencia académica, lo más normal es que los graduados de Perfection ingresaran a Electus dado que ambas eran la elite en la educación. Por curso había un máximo de 8 alumnos, las posibilidades de ingresar eran bajísimas dado la rigurosa prueba que se debe realizar, además solo puedes ingresar a los 5 años, no hay más oportunidades ya que según el comunicado.

No podemos educar a quienes vengan contaminados por el sistema educacional de las demás escuelas. En este lugar creamos futuros prodigios, para ello debemos crear una base única, la cual solo nosotros logramos proporcionar

Ahora que recuerdo, solía ser el mejor de la clase, es más, pertenecía a la clase S en donde estábamos quienes obtenían las calificaciones más altas, al menos hasta que ocurrió la muerte de mamá.

Cada dos semanas nos evaluaban con una prueba de cada materia para de esta manera ir asignando a los alumnos a cada clase. En una semana podías estar en la clase A, y la siguiente en la clase C, pero si tu promedio total entre todas las pruebas era bajo automáticamente descendías, asignándote una clase según él resultado. La clase más baja existente es la clase D.

Por dos años y un mes siempre estuve en el primer lugar de la clase S, fui uno de los pocos alumnos que jamás había descendido de la clase S, además de mí existían otros dos que tampoco descendían. Ellos eran un niño y una niña.

Él se llamaba Frederick Blake, hijo mayor de la familia Blake quienes son los dueños de la mayor empresa de bienes raíces del mundo, era un poco más alto que yo, cabello rubio casi dorado, sus rasgos eran muy definidos, en otras palabras era envidiablemente apuesto. La mayoría de las niñas querían estar cerca de él, poseía una postura y aura digno de la realeza, era ver a un mini rey cuando él caminaba por los alrededores, provocando suspiros y miradas de todas aquellas pequeñas esperando estar a su lado, pero esa postura real se esfumaba cuando estábamos solos los tres, él, yo y Leonora.

Ella era la primera hija de la familia Favre, antes solo habían nacido hombres, 3 para ser más exacto, aunque después nacieron otras 2 hijas y ese ciclo de solo hombres terminó. En total son 6 hijos resultado de ese matrimonio francés. Los Favre son los líderes en cuanto a ventas de vino y licores de altísimo valor, solo unos pocos podían tener el lujo de beber uno de sus productos. Leonora era quien siempre emanaba una agradable aura, todos, tanto los alumnos como los maestros la amaban, además siempre obtenía el segundo lugar, solo yo la superaba, al menos en cuanto a calificaciones nos referimos, dado que en carisma me superaba abrumadoramente. Su cabello era castaño, siempre una cinta en forma de rosa decoraba su pelo, si tuviera que definir su rostro, era muy hermosa.

Siempre competíamos por ver si me superaría en la próxima evaluación, pero no lo lograba, sin embargo siempre decía.

—Felicitaciones Guille, pero eso no significa que ganaste, esto solo fue una batalla, la guerra aun no cesa.

Su tono era muy alegre, como si deseara que esta “guerra” nunca acabara.

Los tres éramos muy cercanos, yo era como el líder, siempre que les proponía ir a un sitio ellos respondían con un eufórico sí. Reíamos de cosas muy simples, siempre juntos, era una buena época. Los consideraba más que amigos, eran parte de mi familia, aunque todo cambió cuando recibí esa noticia.

Fue un día Domingo, todo era normal, como siempre ya estaba listo para esperar a que llegara el día Lunes y comenzar con la semana de escuela. Fue esa tarde cuando aparecieron los tres en la puerta, no lo entendía, solo observaba a papá y mis hermanos llorar desenfrenadamente, transcurrió una semana y comenzó el día de las evaluaciones, pero esta vez ocurrió algo que dejó a todos con una mirada de no creer lo que estaban leyendo.

Los resultados siempre eran colocados sobre un hermoso lienzo, en medio de la plaza de Perfection. Como era una costumbre, los tres llegamos a leer los resultados, ahí estaba, el primer lugar era resaltado con su nombre escrito en dorado para que destacara por sobre los demás, el segundo y tercer lugar eran de color plateado. Estos eran escritos en la parte superior del lienzo, de esta forma era imposible no verlos, separados por curso cada uno tenía el suyo.

Ese día algo destacó de sobremanera en todos los presentes, mi nombre no estaba ahí. Leonora había obtenido el primer lugar de nuestro año, sin embargo ella no demostraba felicidad en su rostro. Incrédula y abrumada, se acercó hacia uno de los profesores encargados de colocar los resultados.



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En el texto hay: tragedia, gore sangre accion, romance

Editado: 04.08.2019

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