Como siempre ocurre en un instante, luego de haber estado por dos meses en aquella habitación ahora me encuentro a las afueras del gremio. Estoy presenciando la misma escena de la primera vez que llegué a este lugar, calles aglomeradas y el enorme edificio con la forma de lobo, definitivamente he regresado.
Como dijo el Viejo, al instante en el que vuelva comenzaría a ser arrastrado como si una fuerza invisible me halara hacia mi cuerpo físico.
A una velocidad abrumadora, literalmente vuelo a la entrada del gremio y atravieso la puerta principal, estoy en el vestíbulo, me elevo estrepitosamente hacia al techo de este interminable lugar, en pocos segundos llego al piso 96, me siento mareado por la velocidad que llevo. Dejo de ascender y me detengo, aunque es solo por un instante, abruptamente cambio de dirección para ser halado hacia la puerta metálica de la habitación donde se encuentran los demás y mi cuerpo físico.
Finalmente estoy de regreso, Sylvana se encuentra a un costado de mí tocando mi cuerpo, sus manos emiten un brillo azulado, es signo de que está utilizando el Hechizo de Sanación.
Hay un pequeño detalle, dentro de la habitación se encuentra otra persona, él es un hombre de tez oscura, su cabello es de un brillante color verde claro, sus rasgos son envidiablemente como los de un modelo, es injustamente hermoso. Él tiene activado su Vínculo dado las ropas y la placa que reluce en su pecho, en dicha placa están grabados tres pentagramas color amarillo, café y blanco. Su altura es un poco mayor a la mía.
Sylvana levanta su mirada, se ha percatado de que he regresado. De un instante a otro todo se oscurece, puedo sentirlo, estoy de regreso en mi cuerpo físico.
Abro los ojos de golpe, mi respiración es pesada y jadeo incesantemente.
—Trata de colocarte de pie.
Sylvana extiende su mano y me ayuda a levantarme, siento el cuerpo muy cansado, es normal dado el tiempo que mi alma estuvo separada de mi cuerpo físico. Pese a todo gracias a que estuvieron cuidando de mí mediante Sanación no he sufrido de secuelas excepto el cansancio.
Estoy de pie y observo a aquellos que no he vuelto a ver en estos dos meses, pensar que ayudaron a alguien que acababan de conocer.
—Bienvenido chico, ahora tienes otro semblante en tu rostro, expeles más seguridad —dice Augus mientras me observa con una agradable sonrisa.
—Por lo que demuestras ya no eres tan patético como antes, pese a que solo eres un humano.
Como siempre Elena no mide lo que dice, pese a sus duras palabras no siento malas intenciones de ella.
—Bienvenido Guille, estoy muy feliz de que estés con nosotros nuevamente. —Guiliel se acerca dónde estoy y toma mis manos delicadamente, es la sonrisa más encantadora y angelical que he presenciado en mi vida —. Realmente, estoy muy feliz.
Golpe crítico, 99999 de daño directo, solo puedo agradecer con todo mi ser… ¡Gracias a todos los Dioses! Esbozo una sonrisa estúpida ante tal ser celestial que se encuentra frente a este humilde mortal.
—Mocoso estúpido, vuelves a tener esa mirada de imbécil —comenta Sylvana de manera tajante.
Es inevitable, es decir, un ser celestial como Guiliel se encuentra justo delante mío, es normal que cualquiera quedara embelesado si estuviera en mi posición.
No sé cuánto tiempo permanezco en este estado, sencillamente me es imposible el despegar mi vista de Guiliel, creo que solo son unas milésimas de segundo.
Sigo en mi paraíso personal hasta que comienzo a experimentar una presión asfixiante que rodea todo mi cuerpo, calor insoportable acompañado de una sensación de frío, tengo la sensación de estar flotando inerte, tanto así que no puedo asegurar si permanezco sobre el suelo. En ese segundo lo recuerdo, es otra de las cosas que me advirtió el Viejo que ocurriría cuando volviera, mi mana ha iniciado la fase de Resonancia con mi cuerpo físico.
En estos dos meses he sido entrenado por verdaderos monstruos en cuanto al dominio de su especialidad. Tokral es capaz de combinar los 5 elementos perfectamente. Yara puede conjurar un millar de runas si se lo propone, todo esto mediante un Hechizo. Torágrel es un especialista en la Magia Espiritual, además de que puede entablar un contrato con la mayoría de los Avatares Espirituales, estos seres son quienes proporcionan el estado del Vínculo. Finalmente, el Viejo, quien es un especialista en combates mágicos, él puede acortar un canto de 7 segmentos en tal solo una sola y concisa frase.
Los cuatro me transmitieron sus conocimientos en estos dos meses, aunado a esto otro fenómeno a ocurrido, la cantidad de mana que puedo dominar se ha incrementado, y, la verdad es que es abismal. Es tal la cantidad de mana que puedo albergar que por ejemplo, al abrir un portal entre dimensiones, no he utilizado tan siquiera un 5% de mi mana. Este Hechizo dejaría a la mayoría de los magos en un estado cercano al shock mágico por la cantidad colosal de mana que debe ser implementado, por lo que solo algunos pueden usar este Hechizo. Sin embargo debe de existir otro motivo por el cual haya logrado alcanzar mi nivel actual, lamentablemente no puedo explicarlo.
—Mocoso estás entrando en Resonancia con tu mana, mierda, ¡Jurian rápido necesito recuperar algo de mana para hacer una Runa de Supresión! —grita Sylvana alterada.