Electus Magicae, la universidad mágica de mayor prestigio de entre todas las demás, estoy a pocos minutos de que inicie el proceso de selección para así poder ingresar a ella, aun no puedo despegar la mirada de esa enorme masa de tierra flotante que está a varios metros de altura, cuando de un momento a otro siento un suave golpeteo en mi hombro derecho, vuelvo a la realidad, me giro a observar que era el causante de eso.
– Hola, mucho gusto, me presento, me llamo Andy Thompson, sé que esto puede ser repentino, pero ¿tú también eres un humano cierto? – El emisor de esa pregunta era un chico de tez clara, su cabello era color castaño, de mirada y expresión enérgica, al igual que yo y todos los presentes viste las mismas ropas, una enorme túnica con su nombre grabado en hilos dorados, ahora que me fijo, ¿es necesario decir el nombre?, es decir todos lo tenemos escrito en nuestra túnica, pero, creo que no por eso se debe de perder la educación de una presentación, dado que me sorprendió de un momento a otro, no reacciono muy rápido, pasan unos instantes y finalmente respondo.
– Hola, igualmente mucho gusto, me llamo Guillermo Domínguez, y sí, soy un humano también. – El, estira su mano cuando termino de presentarme, lo replico y nos saludamos de esa forma.
– Se que me acabas de conocer, pero al igual que tú y yo hay otras personas que también son de nuestra raza. – Cuando dice esta frase coloca ambas manos en mis hombros respectivamente. – Ya debes de haber pasado este problema antes en una de las escuelas mágicas, pero este año somos muchos los que postulamos para ingresar, no crees que es mejor si nos juntamos todos antes de que inicien las evaluaciones para de alguna forma relajarnos y estar más tranquilos.
No hay duda de que es enérgico, por como lo dijo, su tono no fue de pregunta, el creía en sus palabras, la verdad es que no sé cómo se han de sentir los demás, pero, la tasa de Humanos los cuales pueden usar mana es bajísima, más aun si contabilizamos a quienes deciden unirse a una escuela mágica, de ellos, prácticamente nadie decide seguir sus estudios en una universidad, la razón, no la sé, pero dado la emoción de sus palabras y el trasfondo de su frase… es debido al problema inicial, la falta de compañeros de la misma raza, se deben de sentir solos, cuando uno es niño crea un círculo de amigos, los cuales comparten de alguna manera ciertas similitudes para así entablar una conversación tras otra, pero, ahora eso traspasémoslo a esta situación, ellos están rodeados de compañeros, los cuales tienen aspectos y costumbres muy diferentes, hay que sumar el hecho de la exclusión hacia los Humanos, los niños no miden sus palabras, tan solo dicen lo que piensan, además de que son influenciados directamente por sus mayores, el resultado de todo eso es, que el niño no pasa la mejor etapa escolar… ahora puedo comprender la emoción de este sujeto, Andy, él está realmente sorprendido por el número de humanos quienes decidimos postular a esta universidad.
– No veo el problema, sería bueno conocer a otras personas. – Cuando digo esto lo ojos de Andy parecen destellar de la emoción.
– Bien, entonces sígueme, no creo que aparezcan más personas dado el tiempo es mejor si nos apresuramos y nos reunimos con los demás compañeros de raza.
A un paso apresurado Andy comienza a caminar, yo lo sigo, por el numero abrumador de postulantes, es difícil seguirlo, mientras avanzamos puedo observar las miradas de algunos, lo recuerdo, es la misma mirada de papá, desprecio hacia nosotros, tan solo pude imaginármelo, pero la verdad es que el desprecio de esos algunos supera por mucho a lo que creía, no puedo evitar sentir empatía por él y los demás niños que han tenido que pasar por esto desde pequeños, y lo peor, solos.
Finalmente llegamos, a varios metros alejados de la multitud central hay varias mini aglomeraciones de sujetos, deben de ser compañeros de escuelas o amigos, entre todos estos cúmulos nos acercamos al de menor integrantes, son 5 personas, 3 mujeres y 2 hombres, a pocos metros de llegar Andy levanta su mano y saluda enérgicamente a estas personas.
– ¡Chicos, encontré a otro compañero más! – Dado que el grito varios se giran a ver al causante, una de las mujeres de acerca rápidamente a Andy.
– No grites imbécil, ya lo sabemos, quien más te estaría acompañando si no fuera así. -Quien se acerco fue una chica de cabello rojo, su peinado era del estilo cola de caballo, estaba sujeto por un muy llamativo moño hecho al entrelazar su cabello, ojos celestes, un poco más baja que yo, definitivamente es hermosa, pero aun así mi corazón solo pertenece a la diosa celestial de Guiliel.
– Lo siento Megan, es que mira, somos en total 7 Humanos los que decidimos postular no crees que es un motivo más que valido para estar emocionado.
Como siempre Andy es muy eufórico con sus palabras, al igual que hizo conmigo toca ambos hombros de esta chica con sus manos cuando termina de decir eso…aunque lo que paso después es muy distinto, a pocos segundos de que el la tocara, la chica lo mira con una expresión muy parecida a la de Sylvana, lo va a matar, coge el brazo izquierdo de Andy, que todavía no despegaba de su hombro, ella sonríe, da un paso con su pie derecho, con su otra mano coge el mismo brazo pero a la altura de la axila, flexiona sus rodillas, con la mano inicial agarra la manga de la túnica de Andy, gira su cuerpo, el pobre cayó de espaldas en el suelo, el movimiento que hizo Megan es el Ippon Seoi Nage, una técnica del judo, o, lanzamiento por el hombro con un brazo, si se preguntan cómo la conozco, es debido a mi escuela.