El Gran Reinicio Parte I : Despertar

Capítulo 39 : Una Sombra En El Bosque

 

Estamos entrenando, los tres se encuentran a unos 5 metros de mí, atacaran en cualquier momento, todo transcurre como el día de ayer, ellos atacan de diferentes maneras dependiendo de cómo yo reaccione, se deben de adaptar a distintas situaciones, el Límite esta activado, todo transcurre normalmente, hasta que siento esa enorme presión de mana, no lo comprendo, pero ese ser cubierto de vendas esta al lado de Eri y los otros 3, no puedo moverme, solo observo como son despedazados frente a mí, Iquios es devorado por miles de ratas que salen de su estómago, Boldaz grita agónicamente mientras el fuego derrite su piel y carne, Eri es la ultima que queda viva, ella me observa clamando por ayuda, maldita sea no puedo mover mis pies, la enorme estaca de piedra esta sobre su cabeza.

– ¡Detente, no sigas! – Grito desesperadamente a ese ser, el solo me observa, Eri esta consiente de que morirá al igual que sus compañeros.

– Nos condenaste, Guille

La enorme estaca cae sobre ella, despedazándola, la sangre salpica en todas direcciones, observo mi cuerpo, estoy cubierto de vísceras, las vendas comienzan a rodear mi cuerpo lentamente, no puedo despegar mi vista de los cadáveres del trio.

– Guille… – Escucho muy bajo que alguien dice mi nombre, es apenas audible, las vendas ya están por cubrirme por completo. – Guille… – Nuevamente escucho esa voz, es muy familiar. – ¡Guille despierta!

Abro mis ojos, estoy jadeando, este techo, esta cama, es la Posada, observo a mi alrededor, los tres están con una mirada de preocupación, estaba soñando, que horrible sueño, me levanto, sigo en la cama, Eri coloca su mano en mi frente.

– Tranquilo, ya todo esta bien. – Sigo jadeando. – Estabas soñando.

– Déjame, no soy un niño. – Estoy más tranquilo, recupero mi aliento, los tres no han cambiado esa expresión.

– Somos tus guardianes, estamos para ayudarte, mientras dormías repetías siempre lo mismo, decías una y otra vez perdónenme. – Eri se acerca a mí.

– Solo era un mal sueño, no se centren en eso, más importante, ¿qué hora es?, recuerden que no estamos de vacaciones. – La puerta de la habitación se abre y aparece la anciana.

– Es medio día, el desayuno ya fue servido, si quieres comer, te preparare algo, pero antes, necesitas tomar un baño.

La anciana Mildit entra tranquilamente a la habitación, ahora que me fijo, el cabello de Eri huele a flores, los otros 2 también dejaron de expeler ese olor a sudor, ellos ya se habían despertado antes que yo.

– Tengo hambre, una ducha me despertara y relajara, acepto. – Quito las sabanas y Eri se aleja unos pasos detrás. – ¿Ahora qué te sucede?

– Tu, tan tranquilo muestras eso. – Eri señala mi entre pierna, lo había olvidado solo estoy en ropa interior.

– Jajajaja, mi querida Eri sigue siendo tan inocente. – Mildit se ríe al ver cómo reacciona Eri.

– Deja de actuar como una mocosa…ha, lo comprendo, eres virgen. – La cara de Eri se torna de una tonalidad rojiza.

– ¡No digas eso tan fuerte! – Eri se altera aún más.

– Yo no soy el que esta gritando, esta bien, perdóname, fue mucho estimulo para una virgen como tú. – Hace pucheros.

– Respeta a tus mayores, y deja de decirme virgen… no repitas más esa palabra.

– Esta bien, señorita. – Se enfada aún más.

– La palabra esta bien, pero siento que me estas insultando por la forma en como lo dices. – Comienzo a colocarme mis pantalones, Eri se voltea.

– Donde esta el baño, apesto quiero limpiarme el sudor de ayer. – Mildit afirma con su cabeza.

– Acompáñame te llevare. – Es interrumpida por una de las niñas.

– Tranquilo, yo te llevare, debo practicar para ser tu futura esposa. – Es Lili, al lado de ella esta Mili quien se esconde detrás de su hermana pequeña.

– Esta bien, ustedes guíen a nuestro cliente, mientras yo preparo un desayuno revitalizador. – Mildit responde cálidamente a su enérgica hija.

– Por supuesto mami, me hare responsable de que llegue sano y salvo. – Hace un saludo militar a su madre, Mili trata de replicarlo, pero al momento en que termina vuelve a esconderse detrás de su hermana menor. – Futuro esposo, sigue a la hermosa Lili.

– Claro, estoy bajo el cuidado de las dos.

No me desagradan, siempre he sido el menor en la familia, incluso entre mis primos soy el mas joven, es como tener a hermanitos pequeños.

– Mili, tu también saluda. – Lili empuja a su hermana, ella termina a pocos metros de nosotros.

– Buenos días … lo llevaremos hasta…el…baño…por favor…acompáñenos. – Como siempre comienza a hablar cada vez mas despacio, se esta esforzando en su presentación, me acerco a ella y coloco mi mano sobre su cabeza.

– Confió en ti Mili, tu también debes de creer en ti misma. – Mili levanta la mirada y afirma con su cabeza, luego mira a Lili, ella la felicita con su pulgar arriba.

– Síganos por favor. – Ahora Mili hablo más fuerte.



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En el texto hay: tragedia, gore sangre accion, romance

Editado: 04.08.2019

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