Coloco mi mano en el pomo de esta puerta para ingresar al salón de clases, pero este no gira, siento leves rastros de mana en él, creo un pulso de mana para analizarlo, es entonces cuando aparece un mensaje en el centro de la puerta, se escriben las siguientes palabras.
“Nivel Insuficiente”
Comprendo de inmediato, debido a que reacciono al mana que libere, será necesario aumentar mi poder hasta que sea suficiente, equilibro mis flujos, y elevo mi mana, para asegurarme, libero las runas de Supresión en su totalidad, el lugar tiembla por las colosales reservas de mana que poseo, vuelvo a colocar mi mano en el pomo de la puerta.
“Bienvenido Guillermo Griffin”
Al instante en que eso aparece, la puerta no se abre, en vez de eso, se desase, como si fuera polvo, ahora tengo la vía libre, ingreso al salón, es un lugar el cual está iluminado por la luz natural que ingresa por los enormes ventanales, pero filtran la luz para que no sea cegador, la temperatura es agradable, no es caluroso más tampoco frio, una leve corriente de aire nos rodea cada ciertos segundos, las paredes y el techo están decorados con colores vivos, los asientos están dividíos por niveles, en total 4 pisos separados por unos 70 centímetros entre cada uno, la mesa es una sola por fila al igual que el extenso asiento, cuando ingreso nadie pronuncia una sola palabra, los otros 19 alumnos de este curso no despegan la vista de mí, sobre una tarima se encuentra una mesa y sobre esta un gran libro que irradia mana, además, en frente de la habitación se haya un gran pizarrón, también una mujer de la raza de los Ángeles ocupa una túnica de color negro que cubre gran parte de su cuerpo, pero deja libre sus alas, un gran sombrero del típico estereotipo sobre las brujas es el mismo color, en su mano derecha porta un gran báculo, ella se encontraba explicando algo, pero cuando la puerta principal desaparece ella se detiene e inmediatamente se centra en mí, doy un rápido vistazo al lugar, todos los alumnos poseen un libro y una pluma, debido a que hay uno de estos objetos sin que nadie los esté usando colocados sobre el borde derecho de esa enorme mesa en la primera fila, ha de ser mi lugar, me acerco a ese sitio tranquilamente.
– ¡Maestro!
Grita Andy, él se encontraba en la segunda fila ubicado en el segundo lugar contando desde la derecha, él se levanta de su asiento y corre rápidamente hacia mí, es como un perro, cuando está a pocos metros de mí, esquivo su intento de abrazarme provocando que él se estampe de cara contra la pared, lo observo de reojo.
– Hola Andy, cuantas veces voy a repetirte que dejes de decirme Maestro. – Andy está en el suelo, sobándose su rostro.
– Maestro que malo, me esquivo en el último instante. – Lo dice casi llorando.
– Tengo buenos reflejos. – Respondo.
– ¡Detengan este espectáculo de inmediato! – La mujer que se encuentra frente al pizarrón levanta la voz. – Ahora explícame, ¿cómo fue que lograste ingresar sin la ayuda de un Maestro?
Cuando ella pregunta eso la observo, mi rostro es sereno, debido a que es una pregunta algo estúpida y obvia.
– Eso ya deberías saberlo, solo eleve un poco mi mana y logre ingresar. – Ella queda sorprendida.
– ¡Es imposible, se requiere más de 300.000 de Atributo Mágico para lograr superar la protección, tú posees 97.735, hay una gran diferencia!
Sencillamente no cree en mis palabras, discutir no llevara a ninguna solución, suspiro y la miro a los ojos.
– ¿Puedo hacerte una pregunta? – Digo a esa mujer.
– ¿Qué cosa?
– ¿Puedes medir de alguna manera el Atributo Mágico de otro mago? – Ella se coloca seria.
– No exactamente, pero puedo percibirlo, si alguien posee tal cantidad de mana podre saberlo con presenciarlo directamente.
– Entonces verifícalo tú misma.
– Alumno Griffin es imposible que pueda hacer eso, en una sola semana no es posible que. – La interrumpo.
– ¿Segura?
Las runas de Supresión siguen desactivadas, relajo mi cuerpo y elevo mi mana a los mismos niveles que cuando quise ingresar, no es mi máximo, pero será suficiente para que me deje tranquilo, lo libero, las ondas de mana se expanden por toda la habitación, nuevamente comienza a temblar levemente, irradio esta cantidad de mana sin problemas, ella no puede creer lo que están viendo sus ojos.
– ¿Estas conforme?
Digo con un tono neutro, dejo de liberar mana y comienzo a caminar hacia el lugar vacío, pero esa mujer me detiene.
– ¡Espera! – Dejo de caminar y la observo.
– ¿Ahora qué? – Pregunto irritado.
– Esa actitud, no es eso, ¿cómo es posible?, hace 7 días no poseías esa cantidad de mana, comprendes que entras en la categoría Magister Mago, eso es algo que solo un puñado de Egresados logran al momento de finalizar sus estudios bases. – Se encuentra alterada.
– No tengo la obligación de decírtelo. – Respondo fríamente.
– Tampoco tenías esa actitud.
No llegaremos a ningún sitio, retomo mi andar, esa mujer libera su mana, es poderosa, de cierta manera.