Mientras yo me hallaba discutiendo con ese grupo, Kala y Megan fueron en busca de la Maestra quien seguía rellenando el formulario.
– ¡Maestra Agatha! – Gritan las dos.
– ¿Qué sucede? – Pregunta alterada debido al repentino grito de ellas.
– Guille, el desafío a un grupo de magos. – Dice Megan.
– …¿ha?
La Maestra no comprendía, ellas relataron lo sucedido, y se apresuró en ir donde me encontraba, ya estaba listo para iniciar mi combate, en total son, 3 Minotauros Enanos, 2 Minotauros Nocturnos, 4 Elfos Oscuros, 5 Elfos Solaris, 3 Ciclopes y 3 Centauros, ellos serán mis oponentes, obviamente están muy confiados, es decir, en sus mentes solo soy un estudiante el cual es incapaz de vencer a uno solo de ellos, todos poseen una sonrisa altanera en sus rostros.
– Niño, te arrepentirás de tu arrogancia. – Dice una mujer Elfo Oscuro.
– Vamos a hacer llorar a ese hermoso rostro, es una lástima, pero, te usare como mi perra cuando seas mi esclavo. – Uno de los Ciclopes me observa con lujuria en sus ojos, me enferma.
– Tranquilos, no somos salvajes, esta será una prueba para que sus compañeros vean que, deben respetar a sus superiores. – El Centauro regordete habla.
– ¡Deténganse de inmediato!
Aparece la Maestra, ella aparece en un instante, desciende en medio de la separación que hay entre ese grupo y yo, los demás integrantes de la clase S están detrás de mí.
– Vino su mami a defenderlo. – Lo dice con tono burlesco uno de los Elfos Solaris.
– Patético niño, vete de una vez, te perdonaremos si lo suplicas. – El mismo Minotauro Enano.
La Maestra observa a ese grupo, da la media vuelta y se acerca a mí.
– Alumno Griffin.
– Griffin…es el mismo apellido de la gran Diana Griffin. – Dice una de las Elfos Solaris.
– Es un apellido único, nadie más tiene dicho apellido. – Comenta uno de los Minotauros Nocturnos.
– Un momento…no fuimos a las ceremonias, se comentaba sobre un alumno el cual había superado las marcas establecidas por la gran Diana Griffin, pero su apellido era Domínguez. – Cuando una Ciclope dice eso alguien reacciona.
– Es imposible…no lo saben, es normal, solo ocurrió esta mañana, ya es comentado por la gran mayoría de los Estudiantes y Egresados…el hijo de la gran Diana Griffin ha aparecido. – Todo ese grupo se centra en mí debido a las palabras de una Elfo Oscuro.
– Imposible – Susurran varios de ese grupo.
La Maestra esta frente a mí, me observa fijamente, ya le he revelado como inicio todo, debido a que Megan y Kala solo le advirtieron sobre mi conflicto más no entraron en detalles.
– Comprendo, Alumno Griffin. – Coloca su mano derecha en mi hombro mientras levanta su dedo pulgar de la mano izquierda. – Rómpeles el culo. – Sonrió y afirmo con mi cabeza.
– ¡Maestra Agatha!
Gritan al unísono los demás alumnos, excepto Anastasia, la Maestra observa sus alumnos.
– Se lo merecen por burlarse de mis queridos Alumnos, además. – Ella me mira de reojo. – Es obvio quien saldrá victorioso. – Se gira hacia ese grupo. – ¡Ustedes, han aceptado el combate de mi Alumno, este lugar no es el apropiado para dicho enfrentamiento, cambiemos de área!
– Es una Maestra. – Dice aterrorizado aquel Elfo Solaris que se atrevió a burlarse de ella.
La Maestra eleva su mana y golpea el suelo con su bastón, crea un enorme portal, aparecemos en un área la cual está rodeada por una enorme barrera, dentro de esta área hay una segunda barrera, pero dentro de esta segunda solo estamos yo y los otros 20 que aceptaron mi desafío, los demás se hallan distribuidos dentro del perímetro de la barrera principal, esto incluye al resto de ese grupo, contabilizo otros 17 integrantes, el lugar es una zona desértica, no existe ninguna roca o algo que interfiera esta despejada ubicación, estoy alejado de mis rivales a unos 40 metros de distancia, en el cielo aparece la Maestra.
– Yo seré el testigo presencial, además, hare valer las condiciones del encuentro, ambos han aceptado con un mutuo acuerdo de palabra, en caso de salir victorioso el Alumno Griffin, todos ustedes deberán ceder sus pases a la clase S, por lo contrario, si mi Alumno pierde…ya saben lo acordado, dicho esto, yo, como Agatha Irlaz, autorizo este encuentro, las reglas serán las siguientes, en caso de que alguno de los bandos quede inconsciente o no pueda seguir luchando será considerado como derrota, además son libres de solicitar rendición, en caso de que alguna vida esté en peligro, intervendré de inmediato, como dato extra, si bien no soy experta, domino el Hechizo de Sanación y Resurrección así que, pueden sobrepasarse un poco. – Esto último me lo dice a mí. – ¡Comienza el combate, ahora!
Los demás tienen un problema muy grave, no están acostumbrado a luchar en grupo, los de raza Minotauro, Ciclope y Centauro atacan de inmediato cuando la Maestra indico el inicio, el problema es que desorganizaron el orden que querían los Elfos Solaris, solo atacan llevados por sus instintos