El Gran Reinicio Parte I : Despertar

Capítulo 71 : Un Nuevo Compañero

 

Tengo 4 horas para practicar, no desperdiciare un solo segundo, además, debo mejorar lo antes posible, así que no me limitare, para eso, es necesario colocar mi integridad en peligro, pero tengo una ventaja, dos invocaciones que son perfectas para mi propósito actual, estiro mi mano y recito.

– “Invocación Doble, Melíades, Calipso”

Aparecen dos círculos de Invocación, primero Melíades, después aparece Calipso, ella es la hermana mayor de Melíades, aunque no sea de sangre, en cuanto a su raza, es una Ninfa categoría Divina, a diferencia de su hermana se especializa en debilitar, por ejemplo, puede aumentar el cansancio o la debilidad de los huesos, haciendo que sean tan frágiles como el cristal, aumenta el ritmo cardiaco para que colapse, provoca una constante liberación de mana para que el objetivo sufra un Shock Mágico, entre otras cosas, ahora, en cuanto a sus características físicas, mide unos centímetros más que Melíades, viste una túnica de color verde muy claro, no ocupa nada en sus pies, el color de su cabello es calipso, si, su madre la llamo así por eso, tiene un par de trenzas las cuales llegan hasta prácticamente tocar el suelo, sus ojos son del mismo color que su cabello, mirada penetrante e intimidante, muy opuesto a la mirada cándida de Melíades.

– ¡Maldito Amo como te atreves a hacer llorar a mi tierna hermanita! – Grita Calipso.

Al momento de ser invocada se abalanza sobre mí, pero Melíades se interpone.

– Hermana, no te enfades con el Amo. – Dice con un tono firme Melíades.

– Hermanita, muévete, yo castigare a nuestro estúpido Amo. – Calipso hace sonar los huesos de sus dedos mientras dice esas palabras.

– ¡Si no te tranquilizas no te hablare nunca más!

Calipso recibe un golpe crítico, cae de rodillas, me observa con más ira que antes, aunque no me dice nada, lágrimas de furia caen por su rostro mientras me maldice en silencio, me acerco a Melíades y coloco mi mano sobre su cabeza.

– No te enfades con tu hermana, ella solo se preocupa por ti, aun así, gracias por protegerme. – El rostro de Melíades se torna completamente rojo.

– A, Amo no es necesario, soy su Invocación es normal que me preocupe por usted. – Comienza a hablar cada vez más rápido.

– Detente hay maldito Amo, no coquetees a mi tierna hermanita. – Calipso aparece entre nosotros, estira sus manos para apartarme de Melíades.

– Hermana, el Amo no hace eso conmigo, solo me alienta, además yo…

Melíades no dice nada más, se queda en silencio mirando el suelo, Calipso observa a su hermana con una mirada de asombro absoluto.

– ¡Maldito Amo, que le hiciste a mi hermanita! – Grita mientras me sujeta de mi gabardina.

– Ustedes dos, tranquilícense, tengo un tiempo límite de 4 horas, no puedo desperdiciarlo. – Calipso me suelta.

– Umm, tienes una mirada distinta, parece ser serio, pero que conste que no te he perdonado por jugar con mi hermanita, así que, habla de una vez, en que te podemos ayudar, Amo.

Tanto Calipso como Melíades han recuperado su compostura, respiro profundamente y comienzo a hablar.

– Como les acabo de decir, tengo poco tiempo, necesito practicar, ese el motivo de que las halla invocado a las dos. – Ambas hermanas se observan confundidas.

– Amo, no comprendemos en que te podríamos ayudar. – Pregunta Melíades.

– Es simple, primero, Calipso, aplicaras varios limitantes para que me sea más difícil moverme, elevar mi mana y mantenerlo controlado, limitaras mi fuerza, aumentaras mi fatiga y el desgaste de mis músculos, huesos y mis canales de mana, necesito que cada paso que dé sea un martirio, al igual que el hecho de usar mi mana. – Calipso se espanta.

– ¡Espera, espera, no quiero hacer eso, te podría matar si te sobrepasas con el esfuerzo! – Sonrío y señalo a Melíades.

– Es por eso que tu hermana me ayudara a recuperarme, de esta manera todo mi cuerpo será destruido y reconstruido a cada segundo, con eso aumentare considerablemente mi fuerza, control y mana total, es el método más rápido, aunque no es para cualquier mago.

– ¡Amo espere, eso sería una tortura constante! – Melíades lo dice con un tono desesperado.

– ¡No lo hare y punto, no quiero verte sufrir de esa manera! – Calipso lo dice desde el fondo de su alma.

Puedo comprender su negación, pero es necesario, si quiero sobrevivir, debo llegar a estos límites, me acerco a ellas, me arrodillo y las observo a los ojos.

– Calipso, Melíades, usted son las únicas en quienes puedo confiar, necesito su ayuda, la verdad es que estoy en una situación desfavorable, si bien controlo algunos aspectos, serán inútiles si no puedo aumentar mi poder, esto puede sonar cruel, pero… prefiero esta tortura a ser asesinado en un futuro por no entrenar lo suficiente. – Las dos me observan fijamente, aprietan sus puños.

– Maldito Amo, ahora no podremos negarnos. – Dice Calipso con lágrimas en sus ojos.

– Si es por mi Amo, estoy dispuesta a hacerlo. – Melíades se encuentra con una mirada muy triste y al igual que su hermana, está llorando.



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En el texto hay: tragedia, gore sangre accion, romance

Editado: 04.08.2019

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