El Gran Reinicio Parte I : Despertar

Capítulo 74 : Rostro

 

Existen aquellas personas que solo anhelan la belleza, fantasean con ser las personas más hermosas de todas… yo deseo todo lo contrario, detesto mi rostro, anhelo nunca haber nacido de esta manera dado que, hubiera logrado evitar ese infierno.

Nací en el seno de una familia de humanos, éramos vistos con normalidad por nuestros vecinos, solo una cotidiana familia de un padre y una madre, dos hijas y el único hijo varón quien al mismo tiempo era el menor, pero nadie sospechaba que en realidad no podríamos ser llamados como “una familia normal”, mis padres eran magos, al igual que sus padres y los padres de ellos, en resumen pertenecemos a un antiguo linaje de magos, los ancestros de mi madre datan de una mayor antigüedad, como resultado tanto yo como mis hermanas también nacimos con este don, desde que tengo memoria he experimentado la magia en mi día a día, amaba ese poder lamentablemente era muy pequeño para usarlo, mis padres me inculcaron el peligro de usar la magia, al menos de momento.

– ¿Mami, cuando podré usar la magia? – Pregunte.

– Tranquilo Alfred, aun no, ten un poco de paciencia hijo mío. – Respondió mi madre mientras me tomaba en sus brazos y me elevaba por los aires. – Pero tengo una gran noticia para ti.

Mi madre me coloco suavemente en el suelo, estábamos en el salón de nuestra casa, de un momento a otro apareció mi padre y mis hermanas.

– Alfred, mi querido hijo, tengo una sorpresa que te alegrara mucho. – Dice mi padre muy entusiasmado.

– Uno, dos y… – Dicen al unísono mis hermanas.

– ¡Felicidades futuro gran mago, Alfred Williams!

Mis hermanas estiraron un lienzo el cual estaba escrito mi nombre y debajo el siguiente texto.

“Es Aceptado En La Escuela Mágica Merlín”

Finalmente había ocurrido, podría ser un mago como siempre lo había soñado, celebramos toda la tarde, mis hermanas me abrazaban junto a mis padres, el día que me entregaron ese mensaje concordaba con mi cumpleaños, había cumplido 5 años, fue una doble celebración, la primera fue en el día junto a mis amigos del barrio, en la noche ellos me sorprendieron con esa noticia, esa noche no pude dormir por la emoción, solo faltaban 3 días para que comenzara con mis estudios, aunque mis padres estaban algo tristes debido a que en esa escuela es necesario permanecer desde el día lunes hasta el día viernes, los fines de semana era el único tiempo en que podría regresar con mi familia, era estricto pero también era una escuela reconocida, debido a mi emoción por dominar la magia mis padres optaron por la tan reconocida Escuela Mágica Merlín, aunque yo no tenía idea de la fama que poseía, para mí era un lugar en el cual podría cumplir mi sueño.

Llego el día, comenzarían mis estudios sobre la magia, toda mi familia me acompaño hasta un portal que estaba escondido de los demás, este se encontraba en un bosque el cual si detectaba que no poseías ambos flujos, provocaba que nunca llegaras a adentrarte debido a que los No Marcados sin darse cuenta volvían a salir del bosque, como todas las Escuelas Mágicas tenían una fachada para el resto del mundo, esta consistía en engañar a tanto alumnos como Maestros No Marcados de que uno de sus Alumnos Humanos asistía a su institución, esto solo ocurre con nuestra raza debido a que los demás desconocen este poder, de esa manera éramos Estudiantes fantasmas en alguna Escuela Humana normal.

Estamos frente al portal que me llevara hasta mi Escuela Mágica, mi padre está llorando mientras mis hermanas tratan de consolarlo, mi madre se acerca a mí y me abraza.

– Mi niño, mi niño dará un gran paso, cuídate y estudia con pasión, te esperaremos con una gran cena el día Viernes por la noche, apenas llegues celebraremos, no es fácil separarse de tu familia siendo tan pequeño, para nosotros tampoco lo es, pero…solo deseamos tu felicidad, y si para eso debemos dejarte marchar, cederemos por ti.

Madre me abraza temblorosamente, trata de aguantar sus sentimientos, sin darme cuenta comienza a llorar mientras me percato que no volveré a verlos hasta dentro de 5 días más.

– Mami, también los extrañare. – Comienzo a llorar.

– Alfred hijo mío. – Padre me abraza al igual que mi madre.

– Hermanito.

Mis hermanas se unen, todos lloramos por la separación de estos días, aunque mis hermanas también deberán regresar a sus escuelas mágicas, luego de unos minutos logramos tranquilizarnos, mi madre seca las lágrimas de mis ojos, toma mis hombros y me hace dar media vuelta mirando el portal.

– Ve mi niño, es momento de que seas un mago.

Puedo sentir las manos de todos empujándome suavemente de mi espalda para que ingrese, no llorare, debo seguir, cuando ingreso aparezco en la entrada de mi nueva escuela, a mi alrededor hay también otros niños de mi edad, es la primera vez que me encontraba con niños de otra raza, de hecho, soy el único humano, inmediatamente siento como algunos me observan extraño, deben ser imaginaciones mías, aparece un señor muy extraño, está cubierto de vendas por todo su cuerpo, da algo de miedo, pero con su presencia esos niños que me observaban con esa mirada extraña dejan de hacerlo, él se acerca a mí y acaricia mi cabeza, me siento seguro pese a que no me dice una sola palabra.



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En el texto hay: tragedia, gore sangre accion, romance

Editado: 04.08.2019

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